Antes de comenzar con mis pacientes suelo comentarles algunos aspectos importantes para que puedan sacar un buen rendimiento de la terapia. Hay quien piensa que hacer terapia es tener una charla y muy lejos de la realidad la terapia psicológica siempre busca una intención, un modo de intervenir a través del lenguaje para modificar todas aquellas conductas que resultan conflictivas para la persona que viene a vernos. Resulta de una obviedad aplastante que el buen hacer del psicólogo va a resultar clave para los resultados obtenidos, sin embargo, lejos de lo que algunas veces se puede considerar no es el único ingrediente necesario para que el resultado sea el deseado. 

Aspectos que consideramos son fundamentales para sacar rendimiento de la terapia

Rol activo

Como suelo decirles a mis pacientes la terapia no es un webinar donde la psicóloga habla y el otro solo recibe información. Se necesita una implicación activa por parte del paciente. Es necesario saber cómo piensa, como actúa, en definitiva, cómo funciona la persona que tenemos en frente y para eso necesitamos mucha comunicación. La terapia no consiste en dar técnicas al paciente que extirpen su malestar, porque eso simplemente no existe, sino en entender cómo funciona la persona que tenemos en frente para ayudarles a detectar y cambiar todas aquellas conductas que generan y mantienen su problema. 

Trabaja entre terapia

Una hora a la semana no va a solucionar nuestros problemas sino realizamos un trabajo el resto de días. “Con venir aquí no basta”. Cuando el esfuerzo por el cambio solo se produce en sesiones los cambios serán, sino imposibles, mucho más a largo plazo de lo que deseamos. 

Huye de remedios mágicos

La idea de encontrar un remedio que haga que todo acabe con todo de un momento a otro entorpece el proceso. Es curioso observar cómo el ansía de encontrar una respuesta que acabe con todo de un momento a otro anula nuestra capacidad de escucha y aprendizaje. Desechamos toda información que no encuadre con la idea de que a través de lo escuchado arrancaremos nuestra ansiedad y como eso no existe pasan los meses y seguimos sintiendo que la terapia no da sus frutos. 

Cuidado con la impaciencia

Sabemos que transitar un problema con la ansiedad es duro y que puede llevarnos a la desesperación y por consecuencia a pelearnos con la idea de que esto no debería estar pasándonos. ¿Cuántas veces habremos recurrido a Google en la búsqueda de como quitar la ansiedad? Seguro que ya nos hemos dado cuenta de que no existe esa técnica. Como suelo decirles a mis pacientes, que ellos se recuperen cuanto antes es un objetivo prioritario, somos conscientes de la importancia de que la persona recupere su funcionalidad lo antes posible, pero para eso también necesitamos unos tiempos

¿Que son las herramientas?

Claro que existen herramientas que nos ayudan a solucionar nuestros problemas, pero quizá sea importante reformular u operativizar a lo que nos referimos en este caso con herramienta. No nos referimos a un proceder estandarizado que si realizan todas las personas con ansiedad por igual la ansiedad se irá. La reestructuración cognitiva es una herramienta, trabajar la intolerancia a la incertidumbre es una herramienta, pero no son llaves mágicas que abran puertas atascadas de un momento a otro. Generalmente cuando caemos en la pregunta ¿entonces qué hago? Estamos buscando un proceder para arrancar nuestro malestar sin darnos cuenta que es justo ahí donde se está gestando el problema.

Antes de finalizar este artículo, es importante aclarar que somos conscientes de que a veces estas condiciones no pueden ser cumplidas por la problemática que presenta la persona, por ejemplo, en casos de ansiedad social la interacción podrá ser compleja inicialmente, es también frecuente en problemas depresivos la ausencia de implicación inicial. Esto no significa ni mucho menos que las personas con las problemáticas mencionadas no vayan a poder realizar de forma adecuada una terapia, estas cuestiones serán comprendidas y abordadas desde el primer momento para el mejor funcionamiento no solo de la terapia sino de su propia vida.

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