Si te cuesta en exceso tomar decisiones cotidianas por ti mismo, necesitas de los demás constantemente para asumir responsabilidades o sientes una excesiva dificultad para expresar tu desacuerdo con los demás por miedo a ser rechazado, este artículo puede interesarte.

Es posible que en alguna ocasión te hayas definido a ti mismo como una persona dependiente que necesita del otro para poder sentirte pleno. Bien, en principio, esto no tiene por qué ser leído como algo negativo. Las expresiones del tipo “yo no necesito a nadie para ser feliz” no creemos que sean del todo ciertas. Todos, de algún modo, necesitamos de los otros para cubrir nuestras propias necesidades, necesitamos del contacto del otro para “nutrirnos”, es decir, determinado grado de dependencia no tiene por qué ser necesariamente patológico, pues irremediablemente todos dependemos de los demás en cierto grado.

Por el contrario si existe una dependencia que va más allá de lo que se considera saludable, pasando a resultar patológica y disfuncional para la propia persona. Hablamos de una dependencia donde uno llega a olvidarse de sí mismo y sus propios derechos y necesidades para pasar a una complacencia y sumisión completas, con el objetivo de conseguir la aprobación incondicional de los demás. Hablamos del trastorno de personalidad por dependencia.

Contenidos del artículo

¿Qué es el trastorno de personalidad por dependencia?

El DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la asociación Americana de psiquiatría) hace referencia a una necesidad excesiva de cuidado, que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado. Hablamos de un miedo a la separación, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, manifestándose por 5 (o más) de los siguientes hechos:

  • Dificultades para tomar decisiones cotidianas sin consejo y aprobación de otras personas.
  • Necesidad de los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de ámbitos de su vida.
  • Dificultad para expresar desacuerdo por miedo a perder el apoyo o no recibir aprobación.
  • Dificultad para iniciar actividades o proyectos por sí mismo.
  • La persona es capaz de llegar demasiado lejos con tal de obtener aceptación y apoyo de los demás.
  • Incomodidad o indefensión al estar solo por miedo exagerado al verse incapaz de cuidar de uno mismo
  • Búsqueda constante de relaciones estrechas para sentirse cuidado y apoyado
  • Preocupación no realista por miedo a ser abandonado y no poder cuidar de sí mismo.

Hablamos de un trastorno de personalidad caracterizado una necesidad persistente y excesiva de recibir cuidados que conlleva un comportamiento de extrema sumisión, apego y temores de separación. Las personas que sufren trastorno de personalidad por dependencia tienden a ser pasivos y a permitir que otras personas tomen la iniciativa y asuman la responsabilidad. Las personas adultas que padecen este trastorno, por lo general, dependen de alguno de sus padres o cónyuge.

Estos individuos se sienten tan incapaces de funcionar solos que pueden mostrarse de acuerdo en cosas que creen que están mal, en vez de dar su propio punto de vista por miedo a perder la ayuda al mostrar desacuerdo.

¿Cómo repercute este trastorno en la vida de la persona?

  1. La persona se encuentra en un estado prácticamente continuo de pesimismo y de duda. Pudiendo desarrollar otro tipo de trastornos, siendo frecuente la depresión, los trastornos de ansiedad y los trastornos de adaptación.
  2. Menosprecian sus propias capacidades y recursos, manifestando una baja autoestima y autoconcepto.
  3. Pierden fácilmente la fe en sí mismos, tomándose las críticas y desaprobaciones como una prueba de su falta de valor.
  4. El rendimiento laboral se ve afectado cuando su trabajo requiere autonomía e iniciativa, pudiendo llegar a renunciar a puestos de responsabilidad, con el fin de no tener que tomar decisiones.
  5. Las relaciones sociales se ven limitadas a las personas con las que la persona ha desarrollado una total dependencia.

¿Qué tratamiento psicológico resulta eficaz para este trastorno?

La terapia cognitivo conductual es la terapia que mejores resultados ha mostrado en este tipo de trastorno.

Alguno de los objetivos claves a trabajar serán:

  • Identificación de esquemas cognitivos disfuncionales
  • Reestructuración cognitiva
  • Autoconfianza y sentido de autoeficacia.
  • Asertividad
  • Habilidades sociales
  • Exposición gradual a las situaciones provocadoras de ansiedad 

¡NUESTRO NUEVO LIBRO YA A LA VENTA!