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Me duele el corazón… ¿Como se que no es un infarto?.

Si me duele el corazón…¿Me puede dar un infarto y morirme por ansiedad? ¿Qué probabilidad real existe de que me dé un ataque al corazón durante una crisis de ansiedad? ¿Y si realmente no es un síntoma de ansiedad y en realidad tengo un problema cardíaco? ¿La ansiedad prolongada puede dañarme el corazón?

Estas son algunas de las principales preocupaciones en torno al corazón.

A lo largo del día nos preocupamos por “tonterías”. Pero si se trata del corazón, si me duele el corazón,  la cosa cambia, ¿verdad? El corazón es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Y es normal que cuando experimentamos un cambio en él (el corazón se acelera de repente o aparece una “sacudida” abrupta, aparece un dolor punzante.. o cualquier otra sensación “rara” o extraña), nos preocupe enormemente: ¿Y si me pasa algo grave? ¿Y si tengo alguna enfermedad cardiovascular? No obstante, estas preocupaciones son totalmente innecesarias. Veamos por qué.

¿Cómo diferencio un problema cardíaco de un problema de ansiedad?

La ansiedad y los problemas cardíacos comparten algunos síntomas característicos, por lo que no resulta sencillo diferenciarlos. Los vasos sanguíneos son “tubos” que pueden tener depósitos de grasa (colesterol) y, si se desprende de ellos una porción de grasa, puede producir un tapón, obstaculizando el vaso sanguíneo e incluso haciéndolo estallar, quedando entonces sin sangre la zona que irriga y muriendo. Esto es un infarto, pero no tiene nada que ver con una crisis de ansiedad.

En términos generales, la ansiedad se acompaña de aceleración cardíaca, hormigueos, sensación de ahogo o falta de aire y dolor punzante en el pecho de forma localizada y puntual, no relacionados con un esfuerzo previo. El episodio dura unos minutos, en torno a 10-15 minutos como máximo en promedio.

Al contrario, los problemas cardíacos como el infarto de miocardio generalmente provocan una opresión o dolor intenso en forma de opresión en el pecho que se irradia a diferentes zonas del cuerpo relacionado con el esfuerzo previo. El episodio, por su parte, es mucho más duradero y vuelve a reaparecer tiempo después si desaparece puntualmente.

Además, los infartos se pueden detectar a través de pruebas médicas como el electrocardiograma (ECG). Por tanto, si los resultados en esta prueba médica son negativos, no hay de qué preocuparse.

¿Me duele el corazón, entonces…  puede dar un infarto cuando tengo ansiedad?

Seamos claros: la ansiedad, por sí misma, no provoca un ataque cardíaco. Puedes estar tranquilo/a: no existe ni un solo caso de una muerte cardíaca por ansiedad en toda la literatura médica.

¿La ansiedad prolongada puede dañarme el corazón?

Las crisis de ansiedad no están recogidas como un factor de riesgo para los problemas cardíacos (como sí ocurre en el caso del colesterol alto, la hipertensión, la obesidad o sedentarismo, o el consumo de alcohol o tabaco, entre otros). Por otra parte, los episodios de ansiedad, por muy frecuentes y prolongados que sean, estén o no en un nivel medio o alto, no pueden hacer daño al corazón ni provocar un infarto. Y si no, piensa en los deportistas de élite: ¿acaso ellos no aumentan la frecuencia de su latido cardíaco durante sus entrenamientos diarios o durante la competición? ¿Y eso les ocasiona algún problema? Lo único que consiguen con ello es que su corazón sea más fuerte.

Entonces.. ¿por qué el corazón se me acelera cuando estoy nervioso/a?

El corazón, como el resto de músculos del cuerpo, necesita sangre para funcionar. La aceleración cardíaca (sentir que el corazón late mucho más rápido) es un síntoma de activación puntual característico de la ansiedad que se dispara para afrontar un posible peligro o amenaza. El corazón, simplemente, trabaja con mayor fuerza y rapidez, bombea más rápido y más fuerte para enviar sangre a las zonas vitales y que funcionen mejor y más rápidamente. No obstante, en ese momento yo interpreto este síntoma de forma catastrófica y me creo que me puede estar dando un infarto en este momento por lo que, lógicamente, me pongo más nervioso/a aún. Y empiezo a notar otros síntomas de ansiedad, como pérdida de sensibilidad en algunas zonas del cuerpo o incluso dolor en el pecho o brazo izquierdo.

Vuelvo a tener “pruebas” cuando me duele el corazón de que quizá me esté dando un infarto de miocardio (porque es lo que se nos ha dicho que es lo que pasa durante un infarto, cuando en realidad puede no ocurrir así), pero la realidad es bien distinta: estos nuevos síntomas se explican perfectamente como consecuencia de la tensión muscular excesiva en estas zonas (más concretamente, en la pared torácica), la cual se produce por prestar atención a estas zonas y por el propio temor o miedo al infarto, lo cual retroalimenta el proceso, formándose un círculo vicioso.

¿Cuáles son los cambios cardiacos prototípicos de una respuesta de ansiedad?

Relacionado con la duda anterior, durante un episodio de ansiedad se pueden producir una serie de cambios en el sistema cardíaco que no guardan relación con infarto o cualquier otro problema médico cardíaco.

  • El corazón late más rápido de lo normal de forma abrupta: resultado de la activación para bombear más sangre al oxígeno, sin la realización de un esfuerzo previo.
  • Dolor punzante en el corazón: resultado de contracturas musculares en la pared torácica, como consecuencia de la activación.
  • “Sacudidas” o “saltos” del corazón: resultado de la aceleración cardíaca y de la respiración irregular (generalmente torácica y con niveles de hiperventilación).

En definitiva, si me duele el corazón corazón no es siempre un aviso de un infarto o de un problema cardiovascular, sino que puede tratarse de un síntoma de ansiedad.

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