¿Te levantas de la cama y te duele todo el cuerpo? ¿Has notado que tienes más dolores de cabeza o incluso migrañas? ¿Sientes más tensión muscular en la cuarentena? Sí, aunque no hayas caído en un primer momento en que pudiera estar relacionado, la tensión muscular es otro de los síntomas físicos normales derivados del confinamiento, como la dificultad en el sueño o la aparición de los ya tan conocidos sueños “raros” o pesadillas. Y más normal de lo que pensábamos, ya que se trata de uno de los grandes efectos de la cuarentena. Veamos por qué.

¿Por qué ha aumentado la tensión muscular en el confinamiento?

Tras casi dos meses, nuestro cuerpo empieza a resentirse, y aparecen los primeros síntomas.

Estar bastante tiempo aislados en nuestras casas hace que adoptemos, casi con toda seguridad, posturas inadecuadas o mantengamos una misma postura prolongada durante muchas horas–sobre todo una postura tumbada en el sofá o la cama o una postura más o menos “encorvada” delante del móvil o del ordenador cuando teletrabajamos, ya que pasamos la mayor parte del día sentados, ¿verdad?-.

Y si a eso le unimos la ausencia o el descenso de la práctica de ejercicio físico o de movimiento por parte de algunas personas, más aún. Todo ello pasa factura a nuestro cuerpo, el cual está diseñado para el movimiento y la actividad, y que no sabe muy bien cómo reaccionar a este “parón brusco”, que puede facilitar ahora más que nunca unos hábitos de vida más sedentarios.

Pero no es sólo por este motivo por el que puede aumentar la tensión muscular sino que, además y principalmente, la tensión muscular es uno de los síntomas más característicos de la ansiedad y el estrés. Y, como casi todos sabemos ya, en esta situación excepcional de coronavirus y confinamiento, lo que prima en mayor o menor medida en cada uno de nosotros/as es cierto miedo y estrés hacia la situación actual y, sobre todo, futura. Por tanto, es muy común que nuestro cuerpo provoque mayor tensión a lo largo de todos sus músculos, en un intento de adaptarse a la situación en la que nos encontramos, y afrontarla de una mejor manera (aunque estas consecuencias musculares no sean de nuestro mayor agrado).

Por todo ello, es normal que, en situaciones de estrés como la que estamos viviendo actualmente, aparezcan tensiones musculares –e incluso pérdida de masa muscular, contracturas y dolor- como consecuencia de una mayor rigidez en determinados grupos musculares, como en la zona posterior del cuello, lo cual puede provocar cefaleas tensionales o dolores de cabeza –más agudos y duraderos que lo normal-, así como tensión en otras partes del cuerpo, como tensión mandibular –incluso bruxismo nocturno- o tensión en la espalda -zonas cervicales y lumbares- y los hombros.

¿Cómo puedo disminuir la tensión muscular y/o las cefaleas tensionales?

Para intentar prevenir, en la medida de lo posible, estas molestias tensiones musculares, os recomendamos moveros y cambiar de postura de forma relativamente frecuente, así como instaurar o mantener rutinas de hábitos saludables como el empleo de estiramientos -eso sí, siempre bajo la indicación de un experto- y la práctica de ejercicio físico (tanto dentro como ahora ya, ¡por fin! Fuera de casa). Por otra parte, ahora más que nunca quizá sea muy interesante rescatar los ejercicios de relajación muscular progresiva, para identificar precisamente aquellas zonas o grupos musculares que tendemos a tensionar con mayor facilidad y distensionarlos o relajarlos a voluntad.

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