No podemos negar que el mundo de los psicofármacos ha creado y crea una gran controversia. ¿Son necesarios? ¿Y si me engancho? ¿Tomo o no tomo medicación?

La realidad es que son muchas las personas que deciden bajo recomendación y prescripción médica emprender un camino farmacológico que ayude en su proceso de recuperación. Pero… ¿Saben bien todas las personas porque toman lo que toman? ¿Da miedo a veces medicarse porque no sabemos qué ni por qué?

Somos conscientes del miedo y las dudas que generan en muchas personas el hecho de enfrentarse a la toma de psicofármacos. Con el objetivo de despejar posibles incógnitas, entrevistamos a Flavio Gutiérrez, Psiquiatra con dilatada experiencia en el tratamiento psicofarmacológico de los distintos cuadros psiquiátricos, con especial relevancia en el campo de los Trastornos de ansiedad, Trastornos depresivos y trastornos del sueño.

Hoy hablaremos con él sobre el Escitalopram, un fármaco muy recetado en los trastornos de ansiedad. ¿Qué es? ¿Por qué este fármaco? Flavio responde nuestras preguntas…

¿Qué es el Escitalopram?

El Escitalopram es un fármaco antidepresivo de la familia de los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina). Es uno de los fármacos por excelencia que se recetan en los trastornos de ansiedad. Esto puede provocar dudas en un momento inicial: ¿Por qué antidepresivo si yo tengo un problema de ansiedad? La evidencia científica nos dice que los neurotransmisores (serotonina, noradrenalina…) implicados en la depresión y en los problemas de ansiedad son comunes. El fármaco eleva la producción de serotonina, neurotransmisor que genera por si mismo nuestro cuerpo, y que tenemos evidencias de su disminución en los trastornos de ansiedad.

¿Por qué relacionan escitalopram y ansiedad?

Como hemos mencionado anteriormente es uno de los psicofármacos más recetados en los trastornos de ansiedad, esto es así porque se trata de un fármaco seguro, con pocas interacciones y que no produce adicción, se puede retirar con facilidad. Es un fármaco neutral, es decir, ni activa mucho ni seda, esto es importante. Este fármaco hace efecto en 3/6 semanas y la mejora es observable. El medicamento no deja de ser una herramienta, no la mera solución en estos casos, es importante aclararlo. Hay una sensación que los pacientes transmiten mucho en consulta de “¡Dios mío! ¿Estoy tan mal como para que me tenga que medicar?” Creo que esto es un pensamiento erróneo, al final, la medicación gestionada de una forma profesional es una potente herramienta para frenar el avance del trastorno y que la persona pueda avanzar. Un fármaco en su debido momento y en su debida dosis, que no tiene que ser a dosis elevadas, puede ayudar mucho. Psicofármaco no es sinónimo de gravedad, vamos a entenderlo como un mediador para evitar que el trastorno no acorrale tanto a la persona. Digamos que el fármaco “baja las revoluciones”, permite a la persona tener un margen de actuación, que puede que no encuentre en el momento que está.

¿Tiene efectos secundarios?

No tiene por qué, de hecho no suele, quizá podamos observar durante la primera semana que hay pacientes que acusan nauseas o dolor de cabeza. Estos pueden ser síntomas que aparezcan, pero como digo, es algo puntual, de poca duración. No hablamos de un fármaco “agresivo”. Otra cosa que quiero resaltar, ya que los pacientes suelen preguntarlo mucho, es que no existe una alteración metabólica, es decir no engordan.

¿Puede retirarse el fármaco?

Claro. En principio ese es el objetivo, que la persona sea funcional sin medicación. Pero eso sí, la retirada tiene que ser progresiva, como en todos los psicofármacos, si la retirada es brusca pueden producirse efectos adversos, por eso siempre tiene que ser algo pautado, los psiquiatras tenemos que seguir todo el proceso, no solo recetar. Tenemos que ver como progresa la persona, ajustar dosis y también retirarlas, pero como digo, de manera controlada, progresiva y personalizada. Cada paciente sigue su particular camino, por lo que no hablamos únicamente de medicación para trastornos, hablamos de medicación para personas (con sus particularidades) que pasan por un proceso.

Pues hasta aquí la entrevista de hoy, esperamos haber aclarado dudas sobre el Escitalopram, como vemos, un fármaco muy utilizado en los trastornos de ansiedad. Recordaros que el uso de psicofármacos siempre debe ser prescrito y guiado por un profesional. La automedicación puede ser peligrosa y tener graves efectos en la persona. Si decides medicarte recurre SIEMPRE a profesionales especializados.

 

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