Hay profesiones más estresantes que otras. ¿Cómo manejan el estrés las personas con profesiones de alto estrés? Hoy te hablamos sobre los secretos detrás de la calma.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción. En términos globales se trata de un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia. Cualquier cambio o circunstancia diferente que se presente puede generar estrés dependiendo, además, del estado físico y psíquico de cada persona.
El estrés laboral se define como un conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento a ciertos aspectos adversos o nocivos del contenido, la organización o el entorno de trabajo. Es un estado que se caracteriza por altos niveles de excitación y de angustia, con la frecuente sensación de no poder hacer nada frente a la situación.
¿Qué profesionales son más propensos a sufrir estrés?
Realmente ninguna profesión o desempeño laboral esta exento de sufrir estrés, aun así, existe un conjunto de profesiones donde la aparición de esté se puede dar con mayor facilidad.
Hoy en día, los trabajadores que más sufren estrés laboral, son aquellos donde las exigencias superan los conocimientos, capacidades y habilidades de los trabajadores, esto lleva a un costo personal, social y económico notable, ya que las consecuencias del estrés laboral no se limitan a la esfera profesional, sino que se extiende a menudo a la vida personal y familiar. Los constantes cambios que se producen en el entorno y las nuevas tecnologías, provocan variación en la naturaleza del trabajo. Ello implica nuevos retos e incremento de las demandas al trabajador, todos estos problemas producidos debido a las exigencias que enfrentamos diariamente, se engloban en un solo término que conocemos como estrés.
Existen diversos factores que intervienen en que un profesional desarrolle estrés, entre ellos
- Presión de superiores en cuanto a períodos de entrega
- Salario y retribución
- Exigencias físicas
- Desafíos por el puesto
- Exigencias de viajar
- Sector de la empresa (carácter de sector privado o público)
- Interacción con el público
- Condiciones ambientales
- Riesgos vinculados para la propia vida
- Amenazas del entorno
Teniendo en cuenta estos factores, las 10 profesiones más estresantes serían las siguientes:
- Bomberos
- Militares
- Pilotos de avión
- Policías
- Organizador de eventos
- Responsable de relaciones públicas/comercial
- Presentador/Locutor
- Periodista
- Alto ejecutivo de empresa
- Taxista
Fuera del ranking de los 10 primeros puestos se quedan profesionales de la medicina y la salud y profesores que estarían unos puestos más abajo.
¿Cómo manejan el estrés estos profesionales?
Existe una gran variedad de recursos, estrategias y técnicas que ayudan tanto a prevenir como a disminuir el grado de estrés que una persona pueda estar sufriendo dentro de su ámbito profesional.
Se pueden clasificar en:
- Generales. Tienen el objetivo de incrementar en el individuo una serie de recursos personales de carácter genérico para hacer frente al estrés.
- Cognitivas. Su finalidad sería cambiarla forma de ver la situación (la percepción, la interpretación y evaluación del problema y de los recursos propios).
- Fisiológicas. Están encaminadas a reducir la activación fisiológica y el malestar emocional y físico consiguiente.
- Conductuales. Tienen como fin el promover conductas adaptativas: dotar a la persona de una serie de estrategias de comportamiento que le ayuden a afrontar un problema.
Puesto que la lista de estrategias es bastante larga, nos quedaremos con 2/3 de cada una de las clasificaciones.
1. Generales
Desarrollo de un buen estado físico: El desarrollo y mantenimiento de un buen estado físico tiene buenos efectos en la prevención del estrés; para ello, es aconsejable la realización de ejercicio de manera habitual.
En general, el ejercicio aumenta la resistencia física del individuo a los efectos del estrés, pero además aumenta también la resistencia psicológica: la realización de ejercicio nos obliga a desplazar la atención de los problemas psicológicos y nos permite el descanso y la recuperación de la actividad mental desarrollada anteriormente.
El ejercicio físico permite movilizar el organismo mejorando su funcionamiento y su capacidad física de cara a que esté en mejores condiciones para hacer frente al estrés, aumentando la capacidad para el trabajo físico y mejorando las funciones cardiovascular, respiratoria y metabólica.
Apoyo social: Establecimiento y desarrollo de redes sociales, que puedan facilitar apoyo social al individuo. Las relaciones sociales con otros individuos pueden resultar una fuente de ayuda psicológica o instrumental. Un grupo social puede constituirse en referencia que facilite al individuo una mejor adaptación e integración en la realidad.
Actividades agradables y el buen humor: Fomentar las actividades agradables y buen humor constituye una buena medida para prevenir situaciones de ansiedad o para aliviarlas, pues además de facilitar el desplazamiento de la atención de los problemas, contribuye a relativizar la importancia de esos problemas.
Modificación de pensamientos automáticos y de pensamientos distorsionados: Ante una situación, todo el mundo desarrolla una serie de pensamientos para interpretar esa situación. Estos pensamientos pueden ser tanto racionales como irracionales. Mediante estas técnicas se intenta la identificación y el cambio de los pensamientos irracionales. La intervención sobre este tipo de pensamientos consiste en lograr una descripción objetiva de la situación, identificar las distorsiones empleadas para interpretarlo y eliminar esas distorsiones modificándolas mediante razonamientos lógicos.
Desensibilización sistemática: Con esta técnica se intentan controlar las reacciones de ansiedad o miedo ante situaciones que resultan amenazadoras a una persona. Esta técnica se fundamenta en la relajación progresiva de Jacobson. La persona en un estado de relajación, se va enfrentando progresivamente con situaciones (reales o imaginadas) dispuestas en orden creciente de dificultad o de amenaza ante las que el sujeto desarrolla ansiedad, hasta que la persona se acostumbra a estar relajado y a no desarrollar respuestas emocionales intensas en estas situaciones.
Inoculación de estrés: Esta es una técnica de carácter cognitivo y comportamental. La metodología es similar a la de la desensibilización sistemática. A partir del aprendizaje de técnicas de respiración y relajación para poder relajar la tensión en situación de estrés, se crea por el sujeto una lista en la que aparecen ordenadas las situaciones más estresantes. Comenzando por las menos estresantes la persona irá imaginando esas situaciones y relajándose. Después la persona tendrá que desarrollar una serie de pensamientos para afrontar el estrés y sustituirlos por anteriores pensamientos estresantes; por último, la persona utilizará en vivo estos pensamientos de afrontamiento y esas técnicas de relajación en situaciones reales para abordar situaciones estresantes.
3. Fisiológicas
Técnicas de relajación física: Las más utilizadas son la relajación progresiva de Jacobson y el entrenamiento autógeno de Schultz. Estas técnicas intentan
aprovechar la conexión directa entre el cuerpo y la mente, de la existencia de una interdependencia entre la tensión psicológica y la tensión física o, dicho de otro modo, que no es posible estar relajado físicamente y tenso emocionalmente.
Técnicas de control de respiración: Las situaciones de estrés provocan habitualmente una respiración rápida y superficial, lo que implica un uso reducido de la capacidad funcional de los pulmones, una peor oxigenación, un mayor gasto y un aumento de la tensión general del organismo. Estas técnicas consisten en facilitar a la persona el aprendizaje de una forma adecuada de respirar para que en una situación de estrés pueda controlar la respiración de forma automática y le permita una adecuada oxigenación del organismo que redunda en un mejor funcionamiento de los órganos corporales y un menor gasto energético (efectos beneficiosos sobre irritabilidad, fatiga, ansiedad, control de la activación emocional, reducción de la tensión muscular, etc).
4. Conductuales
Entrenamiento asertivo Mediante esta técnica se desarrolla la autoestima y se evita la reacción de estrés. Se trata de adiestrar a la persona para que consiga conducirse de una forma asertiva, que consiste en conseguir una mayor capacidad para expresar los sentimientos, deseos y necesidades de manera libre, así como poner límites y saber decir que no, clara e inequívoca ante los demás, y que esté dirigida al logro de los objetivos de la persona, respetando los puntos de vista del otro.
Técnica de solución de problemas: Una situación se constituye en un problema cuando no podemos dar una solución efectiva a esa situación. El fracaso repetido en la resolución de un problema provoca un malestar crónico, una ansiedad, una sensación de impotencia, que dificulta la búsqueda de nuevas soluciones. Mediante estas técnicas se intenta ayudar a la persona a decidir cuáles son las soluciones más adecuadas a un problema. Esta técnica consta de varios pasos: ● Identificación y descripción del problema de forma clara, rápida y precisa. Esta descripción ha de realizarse en unos términos que impliquen conductas propias para resolver ese problema. ● Buscar varias posibles soluciones o respuestas que puede tener el problema considerándolo desde distintos puntos de vista; hay que evitar responder impulsivamente al problema. ● Llevar a cabo un procedimiento de análisis y ponderación de las distintas alternativas de respuesta para decidir la solución más idónea a ese problema y que vamos a realizar. ● Elegir los pasos que se han de dar para su puesta en práctica y llevarlos a cabo. ● Evaluar los resultados obtenidos al llevar a cabo la solución elegida. Si no son positivos, es necesario volver a anteriores pasos.
Blibliografía.
Cremades-Puerto, J. (2011). Factores laborales estresantes en profesionales de enfermería que trabajan en unidades hospitalarias con pacientes ingresados por problemas médicoquirúrgicos: una revisión bibliográfica.
Daza, F. M. (1992). NTP 349: Prevención del estrés: intervención sobre el individuo. Guías de buenas prácticas. Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo.
Iniesta, A. (2016). Guía sobre el manejo del estrés desde Medicina del Trabajo. Edición: Sans Growing Brands, Barcelona, España.
Marente, A., & Antonio, J. (2006). Profesión docente y estrés laboral: una aproximación a los conceptos de estrés laboral y burnout. Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653): http://www. rieoei. org/deloslectores/1341Ayuso. pdf.
Rojas Alfonso, S. (2017). Estrés en profesiones de riesgo.
Comentarios recientes