¿No os ha pasado alguna vez que cuando os estabais quedando dormidos, de repente habéis sentido que os caíais al vacío? ¿Os habéis sobresaltado y al abrir los ojos os dais cuenta de que seguís exactamente en el mismo sitio? Si te ha pasado, es porque has experimentado mioclonías (también llamadas sacudidas hípnicas o espasmo mioclónico) que se producen entre el sueño y la vigilia, en particular cuando el cuerpo empieza a quedarse dormido.

¿Qué son las mioclonías?

Las mioclonías son contracciones o sacudidas repentinas de un músculo o grupo de músculos. Las personas que lo experimentan no pueden controlar los espasmos, es decir, son involuntarios. Puede darse tanto la contracción muscular (mioclonía positiva), como una relajación súbita del tono muscular (mioclonía negativa). En cuanto a la frecuencia es variada, puede producirse de forma a aislada o por lo general se da muchas veces en poco tiempo. Los espasmos pueden aparecer tanto en estado de vigilia como durante el sueño, por ejemplo, el hipo es considerado mioclonía.

Principales características

Ya sabemos que se presenta como contracciones, espasmos o sacudidas en los músculos (involuntarias). Pueden aparecer en una sola extremidad o llegar a abarcar todo el cuerpo. La persona suele indicar que siente una sacudida incontrolable, como si le dieran una descarga eléctrica. Las mioclonías suelen tener las siguientes características:

  • Son involuntarias
  • Repentinas
  • De corta duración
  • Varían en frecuencia e intensidad
  • Pueden presentarse en todo el cuerpo o en una parte
  • Puede ser muy intensa y afectar a actividades como caminar, comer o hablar.

¿Qué causan las mioclonías?

La aparición de mioclonías está ligada a un amplio espectro de trastornos. El diagnóstico diferencial de las posibles causas abarca desde condiciones fisiológicas en un individuo sano (por ejemplo: ansiedad) hasta enfermedades graves del sistema nervioso central o sistémicas. Las mioclonías pueden constituir el elemento fundamental de la enfermedad o ser un fenómeno acompañante. La mioclonía nocturna es la más común y es considerada como benigna.

Las mioclonías en otros contextos pueden ser síntoma de alguna enfermedad o intoxicación. En estos casos, normalmente se deben a trastornos del sistema nervioso como la epilepsia, trastornos metabólicos o reacciones a medicamentos. Suelen caracterizarse por afectar a más de una parte del cuerpo y ocurrir más frecuentemente. En los casos más graves, las mioclonías pueden afectar el equilibrio y a los movimientos, interfiriendo en las actividades cotidianas como caminar, hablar o comer.

Tipos de mioclonías

Mioclonías fisiológicas: aparecen en personas sanas y el ejemplo más típico son las sacudidas mioclónicas de entrada en sueño y el hipo. Además, también se consideran mioclonías los espasmos debido a la ansiedad o al ejercicio físico, el reflejo de sobresalto (susto), así como los espasmos musculares que tienen los bebés después de comer.

Mioclonías esenciales: puede haber casos esporádicos y familiares. La forma familiar es un trastorno autosómico dominante de inicio antes de los 20 años de edad. Las mioclonías afectan, sobre todo, a las extremidades superiores y aumentan con los movimientos voluntarios y mejoran con la ingesta de alcohol. Este tipo se presenta por sí sola, es decir, sin que exista alguna anormalidad en el sistema nervioso central o en los nervios. Este tipo de mioclonía suele ser estable, y no se intensifica con el tiempo. Generalmente se desconoce la causa de este tipo de mioclonía, aunque podría ser hereditaria porque en algunos casos se repite en la misma familia. Algunos creen que puede ser una forma de epilepsia cuya causa no puede detectarse.

Mioclonías epilépticas: pueden aparecer en personas con crisis epilépticas. Es un conjunto de epilepsias que se caracterizan por mioclonías en diversas partes del cuerpo. Se acompañan de convulsiones tónico-clónicas generalizadas (por actividad eléctrica alterada en todo el cerebro). Se caracteriza por sacudidas mioclónicas bruscas, bilaterales (únicas o repetitivas) de las manos o de los hombros, que suelen ocurrir al despertar, durante el aseo o durante el desayuno. 

Mioclonías sintomáticas: o secundarias aparecen en el contexto de una enfermedad subyacente, neurológica o no. Algunos ejemplos son el párkinson, lesiones en el sistema nervioso central, tumores, o enfermedad de Huntington.

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