Las mioclonías son movimientos nerviosos que se manifiestan en forma de sacudidas breves, bruscas y repentinas en un músculo o grupo de músculos.

Suelen afectar con más frecuencia a las extremidades, pudiendo:

  • Ser rítmicas o arrítimicas (estas últimas son las más habituales)
  • Darse con poca frecuencia o tanta que parecen un temblor
  • Aparecer solas o en serie

Los casos más graves pueden distorsionar cualquier movimiento voluntario y afectar a la capacidad de hablar, comer o caminar.

Pueden aparecer por diversas causas (infección cerebral o medular, traumatismos cervicales, problemas vasculares, insuficiencia renal grave, intoxicación química…) pero, como ya imaginaréis, nos centraremos en aquellas relacionadas con el estrés y la ansiedad (si quieres conocer más acerca de la diferencia entre ambos conceptos pincha aquí ). Estas se relacionan con el estado del Sistema Nervioso, suelen ser más cortas y ceder cuando se rebaja el nivel de activación.

Una de las formas más sencillas de mioclonía aparte del hipo, son los sobresaltos nocturnos o mioclonías hípnicas.

Es posible que alguna vez te haya ocurrido: estás plácidamente dormido y, de repente, tienes la sensación de estar cayendo al vacío. Sin embargo, cuando abres los ojos debido al sobresalto, te das cuenta de que sigues exactamente en el mismo sitio.

Estos movimientos bruscos e incontrolables son características del paso del estado de vigilia a la primera fase del sueño. Parece que forman parte de un sueño, pero no es así, ya que los sueños no aparecen hasta la última fase, la REM (Rapid Eye Movement) o MOR en español (Movimientos Oculares Rápidos).

Afectan aproximadamente al 70% de la población general y en la mayoría de los casos suelen ser vividas como un evento perfectamente normal; asociado a cambios en la respiración, la disminución del ritmo cardíaco, la relajación muscular y los cambios de temperatura propios de los ciclos del sueño.

Las mioclonías hípnicas, por lo tanto, no suponen ningún riesgo para la salud, de modo que no están consideradas como una patología grave.

Aún así, cuando aparecen en períodos de elevado estrés o ansiedad y se dan de forma frecuente, pueden resultar molestas y perturbadoras y generar cierta angustia.

Existen algunos factores que pueden favorecer su aparición:

  • Realizar actividades físicas de gran impacto antes de dormir.
  • Consumir alcohol y cafeína durante la noche, así como ciertos medicamentos o drogas que afectan al sistema nervioso.
  • La falta de sueño, ya que cuando estamos especialmente cansados el cambio entre una fase del sueño y la siguiente se realiza más rápida y bruscamente. Nuestros músculos se encuentran relajados pero nuestro cerebro aún permanece activo y genera impulsos para mantenernos alerta.
  • Dormir en posturas complicadas o incómodas.

De modo que, si quieres evitar las mioclonías puedes comenzar estableciendo una serie de hábitos recomendables:

  • Dejar el ejercicio para alrededor de unas seis horas antes de acostarte.
  • Realizar actividades relajantes durante la noche.
  • Evitar las bebidas alcohólicas y con cafeína antes de irte a la cama.
  • Dormir las 8 horas recomendadas.
  • Mantener una dieta variada que aporte suficientes cantidades de magnesio y calcio.

No obstante, si sufres mioclonías hípnicas de manera muy frecuente e incluso más de una vez durante la noche, o llegan a producirte síntomas como dolor de cabeza, es recomendable que acudas a un médico especialista en neurología.

 

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