Respuesta sensorial meridiana autónoma o ASMR es un nombre que puede parecernos muy técnico, pero en realidad es el que se le ha puesto a una sensación que quizás hayas experimentado alguna vez ¿Quieres saber en qué consiste? Hoy hablamos del ASMR.

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¿Qué es el la respuesta sensorial meridiana autónoma?

El ASMR (Respuesta sensorial meridiana autónoma) “autonomous sensory meridian response” es una denominación que aparece por primera vez en internet aproximadamente hace diez años y que desde entonces se difunde a través de este medio. Describe un fenómeno biológico caracterizado por una sensación extraña e indescriptible que te hace sentir bien, una especie de corriente u hormigueo que se experimenta usualmente en la parte posterior de la cabeza, cuero cabelludo y que puede bajar hacia la columna vertebral, incluso en algunos casos recorrer todo el cuerpo, acompañado de un estado de relajación. Según los seguidores del ASMR, esta respuesta del organismo no se da bajo cualquier circunstancia, sino que aparece en algunas personas cuando posan su atención en determinados estímulos visuales o auditivos.

¿Cuáles son esos estímulos?

Aunque creamos que esta sensación se puede llegar a experimentar a través de un masaje al uso, una caricia o sentir en nuestra piel un soplido en un momento dado, la comunidad de personas que respaldan este fenómeno se ha movido a través de internet, por lo que los estímulos que utilizan son vídeos en donde la imagen y sobre todo los sonidos son los protagonistas.

Este material audiovisual no es aleatorio (aunque a veces, con la cantidad de gente que se está subiendo al carro, lo parezca), sino que está cargado de estímulos que se conocen como triggers o disparadores, pudiendo organizarse en 3 categorías:

1. Estímulos táctiles o tapping: que pretenden la estimulación sensorial mediante la imaginación del contacto con ciertas superficies o el contacto de la persona que realiza el video hacia el espectador.
2. Estímulos visuales: a través de variedad de colores y formas, movimientos corporales lentos y suaves, luces…
3. Estímulos auditivos, whispering o crackling: estímulos auditivos de tipo vocal (voz suave, susurrante y monótona), estímulos auditivos con sonidos orales (sonidos de la boca o soplidos), y estimulación sensorial mediante sonidos crepitantes.

Características del formato ASMR

Generalmente, además de ser grabados con un micrófono que proporcione una sensación profesional y elimine ruido ambiente, todos los vídeos comparten características comunes: llevan a cabo tareas de forma metódica, parecen ofrecer una atención personalizada al espectador y la recomendación de que éste use cascos para mejorar la experiencia.

En cuanto a lo que se diferencian, muchos contienen instrucciones para el espectador en formato de susurros a ambos lados del micrófono, y otros, simplemente en silencio, llevan a cabo una tarea que combina imagen y sonido. Podemos encontrar temáticas diversas: personas llevando a cabo un rol profesional que nos invitan a transportarnos desde a tratamientos de spa y caricias, exámenes de los nervios craneales, visitas a la peluquería, maquillador o al masajista, hasta sesiones fotográficas o incluso de hipnosis… así como vídeos en los que únicamente se trata de observar plegado de papel origami, acciones como desempaquetar, manipular plásticos, comer alimentos crujientes o viscosos, cortar jabones o materiales arenosos generando formas geométricas, o mezclar pigmentos entre otros.

Esta gran variedad de formatos obviamente responde a la diversidad de gustos por los triggers o disparadores, ya que mientras unos pueden resultar tremendamente agradables, otros pueden provocar sensaciones desagradables o de grima, según la persona que los reciba; incluso algunos podrían interferir con determinados problemas como la misofonía o sensibilidad selectiva al sonido, caracterizada por una intolerancia a sonidos cotidianos como podrían ser masticación o manipulación de algunos objetos.

¿Qué opina la comunidad científica del ASMR?

A pesar de que el nombre con que se le ha designado pueda parecer muy técnico, la realidad es que todavía no hay una base científica que pruebe la existencia del ASMR, por lo que actualmente no se encuentra reconocido por la comunidad médica. Se desconoce con exactitud el porcentaje de personas que tienen la capacidad de experimentar estas sensaciones a través de este material audiovisual, cuál es su base neural o qué partes del cerebro están involucradas activamente. Sin embargo, son muchas las personas que parecen disfrutar de este fenómeno, tanto es así que hay perfiles en YouTube dedicados a la producción de videos AMSR con millones de visitas.

El estudio científico de mayor rigor que se ha publicado sobre ASMR hasta la fecha fue escrito por dos psicólogos de la Universidad de Swansea, Nick Davis y Emma Barratt en 2015. Estos investigadores entrevistaron a un total de 475 participantes voluntarios que afirmaban experimentar ASMR cuando consumían este tipo de material audiovisual; el 98 % de ellos con la intención de relajarse, un 82% utilizaba el ASMR con el objetivo de dormir mejor y un 70 % lo usaba como herramienta para lidiar con el estrés. Identificando los susurros como el trigger que más ASMR generaba entre los participantes (más del 75%), seguido de la atención personalizada (69%).

En la investigación concluyeron que el ASMR “proporciona alivio temporal (a corto plazo) para quienes sufren de depresión, y muchos individuos lo usan conscientemente con ese propósito, “otros sujetos sentían que su ánimo y los síntomas de dolor mejoraban”, y recomendaban proseguir investigando con técnicas de neuroimagen que puedan clarificar más el fenómeno.

Según Steven Novella, director de Neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale e investigador del fenómeno ASMR, existe una falta de conocimiento en relación al ASMR. Por tanto, en sus estudios concluye que deberían de existir más pruebas en resonancia magnética transcraneal que permitieran conocer las áreas implicadas en la experimentación del ASMR, con el fin de estudiar el funcionamiento cerebral de personas que experimenten ASMR y poder compararlas con personas que no lo experimenten.

¿Se trata de sugestión o quizás se produzca un efecto neurofisiológico parecido al que surge en la práctica de meditación o ejercicios de Mindfulness?, ¿existe un perfil específico de personas que sean más propensas a experimentar este tipo de sensaciones?, ¿hay algún tipo de relación con las capacidades perceptivas que caracterizan a las personas sinestésicas? La naturaleza exacta del fenómeno aún se desconoce, así como qué tipo de neurotransmisores y áreas cerebrales se verían afectadas en todo caso.

Habrá que esperar.

 

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