El cerebro del ser humano comparte con todos los de su especie una estructura básica, una forma y peso determinado, pero si se examinan con detalle veremos que todos ellos son totalmente diferentes. Cada uno contiene circuitos neuronales de formas y distribuciones diferentes. Nuestro cerebro cambia con cada experiencia, con cada aprendizaje nuestro motor se expande, desde que nacemos y comenzamos a desarrollarnos hasta que morimos, el cerebro no para de evolucionar y modificar sus conexiones neuronales.

Para comprender el lenguaje de los otros no es suficiente comprender las palabras; es necesario entender su pensamiento” – Vygotsky

¿QUE ES LA NEUROPLASTICIDAD CEREBRAL?

La neuroplasticidad cerebral se refiere a la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado del aprendizaje y la experiencia. En los años 60 se creía que los cambios en la estructura cerebral sólo podían tener lugar durante el desarrollo en la etapa de la infancia, investigaciones más recientes demostraron que el cerebro continúa creando nuevas conexiones neuronales y alterando las ya existentes con el fin de adaptarse a nuevas experiencias, aprendizajes y nueva información para crear nuevos recuerdos.

Cuando estamos aprendiendo algo nuevo, se forman redes en nuestro cerebro a partir de neuronas que se comunican entre ellas a través de estructuras que permiten el pase de señales de una neurona a otra, conocidas como sinapsis. Una mejor comunicación entre neuronas está dada por un paso más eficiente de estas señales. Cada vez que aprendemos o practicamos algo, estas conexiones se forman, o se refuerza la comunicación de conexiones existentes. La fuerza de estas conexiones puede variar de acuerdo con el uso o desuso de las mismas.

Esto ocurre en tiempo real e incluso mientras dormimos. Al estar continuamente recibiendo estímulos (auditivos, visuales, olfativos, táctiles…) nuestro cerebro está constantemente modificándose, creando nuevas redes neuronales y fortaleciendo aquellas que ya tenemos, es más ahora mismo mientras estás leyendo este post y aprendiendo lo que es la plasticidad tu cerebro está cambiando.

La neuroplasticidad cerebral y puede dividirse en tres grandes categorías:

  • Plasticidad a largo plazo: implica cambios de unas horas o más. Se piensa que este tipo de plasticidad juega un papel importante en los procesos de aprendizaje y memoria.
  • Plasticidad homeostática: esta plasticidad se da a ambos lados de la sinapsis y permite a los circuitos neuronales mantener unos niveles apropiados de excitabilidad y conectividad.
  • Plasticidad a corto plazo: dura desde milisegundos hasta unos minutos y permite a las sinapsis realizar funciones computacionales críticas en los circuitos neuronales. Los cambios a largo plazo en las propiedades de transmisión de las sinapsis son importantes para el aprendizaje y la memoria, mientras que los cambios a corto plazo permiten al sistema nervioso procesar e integrar temporalmente la información, ya sea amplificando o disminuyendo la capacidad de transmisión de los circuitos sinápticos.

Ya sabemos que los niños adquieren nuevos conocimientos en grandes cantidades, produciéndose cambios cerebrales significativos en esos momentos de aprendizaje intensivo. Un nuevo aprendizaje también puede surgir por la presencia de un daño neurológico sobrevenido, por ejemplo, a través de lesiones o de un accidente cerebrovascular, las funciones soportadas por un área cerebral dañada se deterioran, y se deben aprender otra vez. Gracias a la neurogénesis (creación de nuevas neuronas cerebrales) y la neuroplasticidad si una persona sufre un daño cerebral (accidente, ictus…) el cerebro será capaz de en mayor o menor medida recuperar algunas funciones. Hay que tener siempre en cuenta que zona del cerebro ha sido dañada y la intensidad del daño.

La neuroplasticidad cerebral hace que nuestra capacidad de adaptarnos a situaciones cambiantes sea muy alta, ya que podemos lidiar con buena parte de los problemas nuevos ante los cuales la evolución no ha tenido tiempo de generar un mecanismo de adaptación mediante la selección natural.

Sin plasticidad cerebral no podríamos crear ideas abstractas necesarias para generar una memoria autobiográfica que nos permita ser conscientes de nosotros mismos, ni podríamos aprender de nuestros errores ni, en general, disponer de aquello que llamamos “vida mental”. La plasticidad cerebral es un componente tan básico del funcionamiento normal de nuestro encéfalo que sin él seríamos lo más parecido a un robot de cadena de montaje que nos pudiésemos imaginar.

¡Vamos a ponernos manos a la obra y ejercitar nuestro cerebro!

 

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