¿Que hacer si mi hijo es miedoso?.

Los miedos son parte de la evolución de cualquier especie. Sin miedo, la mayoría de nosotros estaría muerto, atropellado por un coche, quemándose o quien sabe intentando volar sobre un precipicio. Si mi hijo es miedoso no debo verlo de forma trágica o excepcional.

Tener miedo es importante y regulador de nuestras conductas, es una emoción de supervivencia. Lo que sí no es bueno es tener miedos que no nos sirven para nada, como por ejemplo el miedo al metro / tren / ir en coche, etc. Estos son los miedos que nos paralizan, bloquean y afectan a nuestro día a día.

Después hay otros miedos que son parte del desarrollo evolutivo de nuestros peques. Al ser desconocedores del mundo que les rodea, o mejor dicho, aprendices del funcionamiento de todo esto y dado a su estado cognitivo no del todo maduro, surgen, dudas y fantasías que pueden generar miedo, como por ejemplo, la oscuridad, los payasos, los cohetes, a estar solos, lo diferente y desconocido. El desarrollo cognitivo se va haciendo a medida que vamos creciendo tal como ocurre con otras habilidades como caminar, hablar, etc.

A medida que pasa el tiempo empezamos a conseguir distinguir fantasía de realidad lo que hace con que habitualmente estos miedos sean pasajeros, durando un par de meses o incluso 1 o 2 años.

Si mi hijo es miedoso, ¿cuándo el miedo es un problema?

Las dificultades surgen cuando los miedos empiezan a afectar el día a día y les generan ansiedad. Cuando estos miedos les impiden de tener experiencias adecuadas a su edad, como puede ser irse de campamento, dormir fuera de casa, dormir solos, ir al colegio, acudir a sitios nuevos, etc.

Las diferentes manera de manifestar los miedos está más relacionada con las características de cada uno que con el género, las niñas no son más miedosas que los niños.

Algunos consejos prácticos

Las actitud de madres y padres ante los miedos de sus hijos e hijas va a ser fundamental para la superación de sus temores.

1. No hablarles nunca del hombre del saco o la bruja mala. Esto les genera inseguridad y sensación de que no hay recursos de superación a no ser el sometimiento. “Si no comes viene el hombre del saco” esto lo vamos a intentar evitar.

2. No humillarles. No hacer burla de ellos o avergonzarles acerca de sus miedos. Si mi hijo tiene miedo, frases como: “Un niño no llora”, “Eres tonta, no ves que los fantasmas no existen”, “Deberías tener vergüenza que a tu edad todavía…”, “Si tus amigos se enteran se van a reír de ti.

3. Cuando mi hijo tiene miedo, entonces hay que escucharle, preguntarle y explicarle. Cuando se sienten escuchados se sienten seguros, hablan más y hacen más preguntas. Podemos hablarles de nuestra experiencia, si hemos pasado por lo mismo, o intentar verbalizar lo que creemos que puede estar pasando por sus cabezas.

4. No le mientas. Si le mientas, perderá la confianza en ti y probablemente en los demás adultos. Si esto ocurre podemos estar mermando su confianza ya que desconfiará siempre del lugar seguro. Si es imprescindible pasar por un tema doloroso o de miedo, como puede ser la vacunación o la ausencia de la madre o padre, es importante prepararles para lo que va a suceder, sentir que tienen recursos, que tienen el control de la situación.

5. Enséñales a identificar emociones. Esta suele ser una parte bastante olvidada en la crianza de nuestros hijos e hijas. Saber identificar emociones, ser conscientes de lo que les está pasando les da mucha seguridad y vocabulario para poder expresarse mejor.

6. Ayúdale a lograr pequeñas tareas. Se el/la peque ve que consigue hacer determinadas tareas adecuadas a su edad (atarse los zapatos, montar en bici, patinar, vestirse y/o ducharse sola…) se va a sentir psicológicamente fuerte y más preparada para afrontar sus miedos.

7. No hacer exposición de inmersión. O sea, no forzarles a hacer algo que no quieren, mucho menos solos. La típica broma de tirarles al agua cuando no quieren para que pierdan el miedo… pues muchas veces lo que se consigue es justo lo contrario, más miedo y paranoia, ya que empiezan a desconfiar que les digan la verdad.

Hay que tener paciencia e intentar el afrontamiento del miedo poco a poco, primero acompañados y luego cuando ya se vean seguros hacerlo solos.

Mi hijo es miedoso: Miedos típicos según la edad

Para terminar me gustaría dejaros un listado de varios de los miedos típicos según sus edades (son datos orientativos, puede variar en edades según el desarrollo y las experiencias vividas):

Bebés: Ruidos intensos. Separación de la figura de referencia.

2 a 4 años: Oscuridad. Sombras. Terrores nocturnos. Tormentas.

4/5 años: Situaciones nuevas. Fantasmas, brujas, hombre del saco…

6 años: Miedo a la muerte de sus padres. Miedo a los ladrones, a que les hagan daño.

6-8 años: Miedo a quedarse solo en casa, a no tener amigos. La escuela. Les impresionan mucho las noticias de tragedias.

10-12 años: Aspecto físico, relacionarse con los demás otros y quedar en ridículo. exámenes escolares.

 

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