En ocasiones llegamos a un punto que parece que nos cuesta hacer frente a la vida, nos pesa tanto el día a día que, entramos en un estado de aplomo y desgana, como si cada día que pasa perdiésemos una barrita de nuestra batería interna. Sentimos desgana, apatía, nada nos llama la atención, nada nos ilusiona, nada nos motiva a ponernos en marcha, nada nos gusta… Parece ser que nuestro entusiasmo por las cosas se ha ido quedando por el camino, si no se refuerza y potencia a menudo podemos llegar a perderlo. El entusiasmo hay que cuidarlo y regarlo como si de una planta con las hojas mustias se tratase para que con un poco de agua vuelva a fortalecerse.

¿Qué es el entusiasmo?

El entusiasmo es la vivacidad, la energía, el vigor o la pasión por las cosas o las actividades realizadas. Es el arte de “vivir la vida como una aventura”, generando sensaciones vivas, placenteras, agradables y activas. Parte de la tendencia a pensar que hay que vivir plenamente cada momento de la vida, evitando el abatimiento y la indefensión circunstanciales de sus vidas.

El entusiasmo es como una fuerza que proviene desde el interior de nuestro cuerpo, que hace que sintamos el impulso y el deseo de realizar actividades, sentirse alegre por ello , disfrutando de cada instante (por mínimo que sea) incentivado al mismo tiempo. Es un rasgo importante que nos permite crecer y vivir continuamente una vida útil. 

Es sentir interés, pasión y placer al hacer las cosasmantener una actitud activa y motivada frente a una actitud pasiva, hacer todo con un buen ánimo y que resulte agradable cumplir las actividades, perseguir los sueños y no abandonar ni desistir en el camino que lleva hasta ellos.

Características de las personas entusiastas

Algunas personas son por su propia naturaleza más apasionadas que otras, viven con entusiasmo y gozan con cualquier cosa que hacen o ven y, además, transmiten ese entusiasmo a quienes les rodean. Estas personas disfrutan plenamente con todo lo que hacen y viven positivamente. Son auténticos emprendedores, irradian vitalidad y optimismo.

Vivimos rodeados de belleza, de coraje, de nobleza, de vigor, de buena gente y amigos que muchas veces no sabemos ver, y nos fijamos más en lo negativo y nos dejamos arrastrar por actitudes mecánicas e inconscientes. Es cuestión de extraer el mejor rendimiento a todo lo que vivimos disfrutando al hacerlo. Esto se puede extrapolar al ámbito profesional, al familiar, al ocio y a cualquier otra situación.

El entusiasmo nos permite recrearnos en lo que hacemos, y nos permite entender todo lo que la vida nos ofrece. La persona entusiasta trata siempre de hacer algo positivo, es activa e inquieta, quiere hacer cosas nuevas y conocer lugares y personas. La alegría suele ser una de sus características más notables.

Los entusiastas son capaces de apreciar lo que son y lo que tienen, todo lo que hay a su alrededor, desde lo más importante hasta lo más insignificante, adquiere un valor extraordinario y cualquier cosa les hace sentir satisfechos y felices.

Estas personas tienden a vivir plena y conscientemente, conectan con en el presente en todo momento e irradian mucha confianza en sí mismos. Saborean cada momento del día tratando de no dar demasiadas vueltas a lo que sucede y a lo que piensan, especialmente a las cosas del futuro.

También tienen una actitud muy proactiva y hacen frente a los obstáculos con optimismo y valentía, sin victimismos ni actitudes negativas ante las adversidades. Son personas positivas, resilientes, llenas de gratitud y que sonríen a la vida. Llenas de pasión, ponen mucha entrega y amor en todo lo que hacen porque entienden que la vida es algo que hay que exprimir al máximo e intentan vivir al máximo su presente.

Ejercicios para potenciar el entusiasmo

EN LA CALIDAD ESTÁ EL EQUILIBRIO

Objetivo: Centrarse en la calidad de actividades que generen ilusión, entusiasmo y vitalidad.

Descripción: La idea principal, es centrarse en poner en práctica actividades de calidad, y no tanto en la cantidad de las actividades, para así conseguir valorar más las actividades que realizamos.

Además de tomarnos el tiempo necesario, para valorar cada una de las actividades que se propongan.

Conclusiones: Cuando realizamos gran cantidad de actividades estimulantes, en ocasiones tenemos dificultad para valorar todo lo que hacemos y llegar a dedicarle tiempo para disfrutarlas. Si conseguimos este objetivo, se obtendrá un doble beneficio, por un lado, generar vitalidad e ilusión, y por otro lado una mayor valoración y satisfacción de nuestras actividades.

Tiempo: Un mes.

Materiales: No se necesitan.

MI META VOLANTE

Objetivo: Activar el compromiso y la conexión con tareas sencillas que ayuden a aumentar la vitalidad y el entusiasmo mediante el uso del stress positivo.

Descripción: Cuando una persona experimenta niveles muy bajos de vitalidad, siente que no tiene energía para realizar las tareas que tiene asignadas y acaba desistiendo de hacer nada porque siente una gran frustración por su incapacidad general.

Frente a esa situación se puede plantear realizar tareas más sencillas, seleccionándolas en función de su mayor atractivo, de forma que empiece haciendo aquello que más le atrae y puede movilizar más fácilmente su energía.

Una vez superada la primera meta volante puede fijarse la siguiente y así sucesivamente.

Conclusiones: Cuando no hay mucha energía es conveniente comenzar por las tareas más sencillas y motivadoras.

Tiempo: Un mes.

Materiales: No se necesitan.

MEDITACIÓN PARA CANALIZAR ENERGÍA

Objetivo: Aprender a canalizar la energía y la vitalidad, estar presentes en cada momento en el día a día y mantener la concentración en las cosas que realizamos.

Descripción: Realizar meditación y mindfulness para sentir la energía que entra en nuestro cuerpo y dedicar un espacio diario para estar presentes en el aquí y ahora y canalizar esa vitalidad que en ocasiones puede desbordar otras situaciones.

Conclusiones: Realizando meditación podemos canalizar esa energía que en ocasiones nos desborda e ir estando presentes en todo lo que hacemos sin desviar el foco de nuestro día a día.

Tiempo: 15 minutos al día.

Materiales: Meditaciones guiadas.

PEQUEÑOS EJERCICIOS DIARIOS

• Haz algo que ya hayas hecho en otro momento, pero en esta ocasión con más energía, además incluye algún elemento diferente y creativo.

• Haz ejercicio 2 o 3 veces a la semana y nota cómo afecta a tu nivel de energía.

• Elige una actividad que suponga ejercicio físico, que no “tengas que” hacer y que no te hayan dicho que hagas, tiene que ser de tu libre elección.

• Realiza un programa de higiene del sueño: establece una hora regular a la que te tengas que acostar, cena tres o cuatro horas antes de acostarte, evita realizar cualquier actividad en la cama que no sea dormir, no tomes sustancias que contengan excitantes (cafeína, teína, taurina…) después de las 16:00 o 17:00 de la tarde. Nota la influencia de estos cambios en tu nivel de energía.

• Piensa en maneras de hacer una actividad impuesta de forma que resulte más emocionante y atractiva.

• Realiza una actividad que suponga ejercicio físico que siempre hayas querido hacer, pero nunca hayas tomado la decisión en firme y realízala de forma pautada.

• Asiste a una escuela de baile, a un concierto o a un evento relacionado con el arte.

• Ves al cine o al teatro a ver una comedia una vez por semana.

• Queda con amigos con los que te lo pases bien y te rías.

• Haz una actividad al aire libre durante aproximadamente una hora por lo menos una vez a la semana (como senderismo, escalada, ciclismo, montar a caballo, etc.).

• Reserva tiempo para celebrar tus próximos dos logros o victorias.

• Llama a un viejo amigo y recordad los buenos tiempos que habéis pasado juntos.

¿Se os ocurre alguno más?

Con una buena dosis de entusiasmo sientes mucha energía, motivación y concentración para realizar lo que te propones. Sientes la necesidad estar activo/a para desgastar toda la energía que aprecias y que se acumula si haces algo para liberarla. Si somos capaces de perseverar en encontrar en cada cosa que hacemos y que vivimos aquello que nos produce un cierto entusiasmo y nos despierta la capacidad de disfrutar de ello, iremos encontrando que cada nuevo momento es un poco más satisfactorio. Ir descubriendo estas sensaciones está en nuestras manos, y somos nosotros los que vamos a determinar lo que realmente deseamos hacer con nuestra vida.

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