En nuestras redes sociales, en el podcast La teoría de la mente, en las consultas… recibimos cada día preguntas sobre la ansiedad. Hoy os comparto algunas de ellas.

¿Cómo se sale de la ansiedad?

¿Cuantos habremos googleado esta pregunta alguna vez? El problema de esta cuestión, es que lo que las personas estamos buscando, en el fondo es, cómo arrancarnos los síntomas y claro, eso es imposible. Es como buscar arrancarte las lagrimas con el “alma” rota. Habrá que reconstruir el alma y no arrancar las lagrimas, digo yo.

No hay una respuesta universal a esa pregunta , me atrevería a decir que no hay forma de responder a esa pregunta. Porque la gente no tiene ansiedad por el mismo motivo, incluso teniendo conflictos muy parecidos. Igual Maria, por ejemplo, tiene ansiedad porque es imposible no tenerla ante el contexto que está viviendo y vamos a tener que trabajar en terapia eso, no puedes no sentir ansiedad ante este contexto tan desolador. Quizá Pedro tiene ansiedad constante porque tolera fatal la incertidumbre y la vida está llena de ellas, por lo tanto vive en un estado de alerta constante. Lucia tiene ansiedad porque no puede mostrarse vulnerable nunca y eso la hace vivir en un estado de auto opresión constante ¿Cómo no vas a tener ansiedad así? Pero es que incluso cuando hablamos de problemas psicológicos, que diríamos tienen la misma etiqueta, no podemos dar una respuesta universal, dos personas, por ejemplo que tengan agorafobia pueden tener intervenciones muy distintas . Quizá el problema de Luis es que se queda enrocado todo el rato en la narración de su propio problema y nunca pasa a la acción y el de Gloria es que se expone continuamente a aquello que teme pero tiene tantas conductas evitativas en esas exposiciones que hacen que nunca termine de encontrarse bien. Si entendiéramos que no se trabaja con la ansiedad sino con nosotros, con nuestra forma de estar con el mundo y con nosotros mismos, entenderíamos mejor que no hay formulación ni respuesta universal a la pregunta ¿cómo salir de la ansiedad?

¿Qué es la locura?

Un día vi a una persona tener un ataque de pánico y gemía de dolor, se agarraba la cabeza. La gente le miraba extrañado. Pienso mucho en esa escena cuando mis pacientes me dicen que temen la locura o perder el control. Suelo preguntarles qué es lo que imaginan y me dicen que gritando ayuda, desmoronándose ante su miedo, siendo observados. Es curioso e invita a reflexionar sobre eso que llamamos cordura, que es una contención. El pánico duele, y el que no ha tenido ganas de hacerse una bola en mitad del suelo y gemir de dolor, que tire la primera piedra, sin embargo, eso debe ser la cordura: contenerse, disimular, mentir para protegerse de la mirada ajena. La locura y la cordura tienen que ver mucho con conceptos morales y éticos. El que disimula la emoción entra dentro de los límites de la normalidad, el neurótico debe saber mentir. El loco sin embargo, el que se expone al juicio externo, digo, será juzgado por no saber contenerse, no saber comportarse. Dice Fernando Colina, que el “pecado” del psicótico fue perder el poder de manejar su lenguaje y entonces, no pudo evitar que se le vieran las costuras. En la neurosis hay una separación clara entre el mundo interior y el exterior, el cuerpo propio y el del otro. El lenguaje, que asegura esta separación, ha cumplido su función y la identidad se vuelve, entonces, opaca y sin fisuras, a salvo de la mirada de los demás. Se puede disimular lo que no quiere dejarse ver. La mentira contribuye al desarrollo de la intimidad y a la configuración, por tanto, de la propia identidad.

¿Tengo un trastorno?

La gente sufre, y eso es en sí muy relevante, pero no hace falta que camuflemos un comportamiento con una etiqueta diagnóstica para que sea más importante. Aunque socialmente hemos aprendido a hacer eso para que tenga entidad.

Tal vez sea de vital importancia cuestionamos la naturaleza de esos trastornos. Hemos adquirido en psicología el modelo médico, le hemos copiado, casi lo hemos calcado y ahí es donde han venido errores y tautologías, cuando no funciona de la misma manera el comportamiento que otros aspectos que la medicina explica : tiene estos síntomas que se ven fuera porque algo pasa dentro y es que hay un virus que está operando de esta determinada manera , entonces la fiebre o la tos me permite saber que estos síntomas me hablan de una causa interna. Hemos copiado este modelo y hemos dicho como llora, como tiene ganas de morir es que está deprimido, como si fuera una cosa que ocurre dentro, que es interna y que explica lo que pasa fuera. Se diluye el papel de variables sociales y ambientales en la explicación del origen del malestar de las personas. Por ejemplo: ¿hemos aprendido a llorar igual mujeres y hombres por nuestra socialización? Hay variables que afectan a cómo hemos aprendido a mostrar emociones, existen sesgos de género en la depresión. Aprendemos a universalizar comportamientos: la depresión es así, la ansiedad es así, el tept es así .

El problema, es que nos encontramos a un montón de gente que piensa que tiene cosas y por tanto, tiene que extirpar cosas. Si lo que tengo son comportamiento adquiridos ¿no cambiaría mucho la cuestión?

¿Siempre hay que exponerse para tratar la agorafobia?

La agorafobia es un problema que tiene que ver con experimentar ansiedad muy elevada en contextos que la persona considera que están alejados de ese lugar que considera de referencia para rebajar su emoción, en este caso hablamos del miedo. En consecuencia, huye, evita, limita su vida para no sentir pánico. Entonces, supondrás, el tratamiento irá de exponerme a lo que temo.

No solo es importante la exposición, que lo es y mucho, a veces el problema es que los psicólogos nos centramos en “tienes que exponerte”. Y es verdad, es importante ante cualquier fobia exponerse a ella para desensibilzarnos. Pero hay que salir de ese atasco, la agorafobia es un problema y tenemos que ver qué hace la persona con sus problemas. ¿Es un modus operandi en su vida el evitar los conflictos que le producen dolor? ¿Tiende a rumiar sobre sus conflictos pensando que así lo solucionará? Qué hace la persona con su problema, ¿actúa así también en otros contextos? ¿Cómo resuelve sus angustias? Tienes que conocer a la persona que tienes delante, tienes que enseñarse una buena estrategia. Hay gente “desahuciada” porque se le ha pedido reiteradamente que se exponga y la persona no se vez capaz.

He conocido a personas que llevan años rumiando sobre su ansiedad, intentando buscar una solución a través del pensamiento y otras que se pasan la vida exponiéndose a la “desesperada” para dejar de sentir. El tratamiento, la terapia, no tiene nada que ver en estos dos casos, aunque por lo que pide ayuda la persona es aparentemente por lo mismo. Si no sabemos ésto entonces podemos sentir que no hay solución. Paradójicamente mucha gente soluciona su agorafobia y no es de la agorafobia de lo que estamos hablando en consulta.

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