No es raro realizarse esta pregunta cuando uno pretende entender el por qué ha llegado a padecer un trastorno de ansiedad o incluso bajo la necesidad de despejar la duda de si su problemática condenará irremediablemente a sus descendientes. Por eso hoy profundizaremos sobre ello, intentando desde un punto de vista más biológico explicar si realmente es la genética “la culpable“ de nuestros padecimientos.

Los estudios realizados en los últimos años van confirmando la idea de que la ansiedad no solo tiene un componente ambiental y que la genética tiene una estrecha relación con esto de padecer un trastorno de ansiedad. Debemos aclarar que la genética predispone a padecer ansiedad, lo cual es importante no traduzcamos en qué la agorafobia, la fobia social o el trastorno de ansiedad generalizado, por ejemplo, son heredables genéticamente. Y es que estos trastornos no se heredan, la predisposición a padecer ansiedad sí. Es importante realizar esta aclaración, recalcando la idea de que este tipo de trastornos “no vienen de fábrica” y que serán otros muchos factores lo que desembocarán en ello.

No olvidemos también que tener una predisposición genética a padecer ansiedad no tiene porque ser sinónimo de establecer problemáticas con ella, y que tampoco por supuesto hablamos de una transmisión que se dará en todos los casos.

No hablamos de trastornos hereditarios, hablamos de predisposición a padecer ansiedad.

Parece que la explicación científica más aceptada, manifiesta que estamos, como sabemos, conformados por genes, pero será el ambiente lo que favorezca que se expresen o no. La historia de aprendizaje del sujeto, las experiencias, la cultura, el estrés, los estilos educativos… todo influye y moldea la expresión de nuestra carga genética.

Influenciar como ascendientes con problemas de ansiedad en la transmisión de este tipo de trastornos, tiene más que ver con el modelo de conducta a seguir por los hijos que con la sola influencia genética.

Hoy hablaremos de dos interesantes estudios que nos han ayudado a entender que es esto de la predisposición genética heredable.

Por un lado contamos con un estudio relativamente reciente realizado por el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.) quien ha podido descubrir a través del estudio con monos que existe un circuito cerebral sobreactivado en diferentes áreas específicas del cerebro, que tienen relación directa con la ansiedad y que puede heredarse . A través de la Utilización de la técnica de imagen por resonancia magnética, con imágenes cerebrales funcionales y estructurales de alta resolución, los investigadores han podido comprobar que el exceso de actividad de tres zonas concretas del cerebro: el mesencéfalo (que es el encargado del dolor y del movimiento), el sistema límbico (que es el responsable de las emociones) y la corteza prefrontal (característica de la toma de decisiones) tiene una estrecha relación con los problemas de ansiedad, y que está hiperactivación puede heredarse.

Por otro lado contamos con los estudios del Doctor Antoni Bulbena , sobre la hiperlaxitud articular , quien ha podido demostrar que existe un trastorno benigno y hereditario del sistema conectivo relacionado con el colágeno, que influye directamente en la aparición de trastornos de ansiedad .

Podemos concluir que si, la posibilidad de transmitir o haber heredado una predisposición a padecer ansiedad existe, que los trastornos relacionados con la ansiedad no son hereditarios, que es posible que exista determinismo, pero también, por supuesto, margen de actuación.

 

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