Las habilidades socioemocionales hacen referencia al conjunto de herramientas que permiten a las personas poder entender y regular sus propias emociones, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y desarrollar relaciones positivas, tomar decisiones asertivas y responsables así como definir y alcanzar metas personales.

Como vemos, contar con unas adecuadas habilidades socioemocionales nos permite tener una mejor relación con nosotros mismos, conocernos, aceptarnos y por ende poder cuidarnos, así como relacionarnos de una manera positiva con nuestro entorno. Son herramientas para la vida.

La importancia de las habilidades socioemocionales en el logro educativo empieza a ser reconocida de manera potencial en el ámbito educativo, reconociendo el beneficio que estas tienen en el desarrollo personal y social de los individuos.

Hasta finales del siglo XX en el ámbito escolar, los aspectos intelectuales y académicos primaban en las aulas, siendo los aspectos emocionales y sociales no reconocidos y potenciados en los más pequeños, considerándose quizá que pertenecía al ámbito de lo privado lidiar con esos aspectos. La evidencia acumulada nos muestra que ser cognitivamente inteligente no es suficiente para poder garantizar el éxito académico, profesional y personal. El papel de las emociones en la sociedad actual empieza a tomar un papel protagonista. La inteligencia cognitiva y emocional deben darse la mano, y bajo esta evidencia la educación en las aulas empieza a cambiar. El desarrollo socioemocional tiene impacto en la autoestima y en las habilidades cognitivas, por lo tanto, educar emocionalmente promoverá inevitablemente un adecuado aprendizaje. Esto es así porque se asocia el aprendizaje con una experiencia positiva, saben pedir ayuda, pueden ampliar su perspectiva, desarrollan el pensamiento crítico, desarrollan perseverancia para alcanzar metas, y tienen herramientas para resolver problemas y generar nuevas opciones

¿Por qué son importantes las habilidades socioemocionales?

Quienes desarrollan estas habilidades:

  • Saben centrar su atención en sus objetivos, al existir un mejor manejo de las emociones
  • Suelen tener un mejor desempeño académico y profesional
  • Toman decisiones de manera más responsable
  • Exhiben menos conductas de riesgo ( violencia, adicciones…)
  • Su círculo social es más rico y sano
  • Muestran menos estrés emocional
  • Muestran mayores niveles de bienestar en general

Como hemos mencionado anteriormente las habilidades socioemocionales se adquieren y desarrollan desde nuestra infancia, siendo esta etapa junto la adolescencia las más significativas para aprenderlas. Bajo esta evidencia , nos encontramos inevitablemente ante la siguiente cuestión.

¿Podemos hacer algo los adultos respecto a nuestras habilidades socioemocionales?

Las habilidades socioemocionales se pueden desarrollar a lo largo de la vida, bien es cierto que tenemos constancia de que el periodo idoneo para desarrollarlo es la infancia y la adolescencia , sin embargo, los adultos pueden desarrollarlas o entrenarlas, . De hecho actualmente existen numerosos programas , donde se enfatiza en la idea de que los maestros ( que tienen contacto directo con los estudiantes) potencien y trabajen sus propias habilidades socioemocionales, con el objetivo de poder educar y transmitirlos.

Muchas veces pensamos, equivocadamente, que a determinada edad, es imposible cambiar, que siempre seremos los mismos. Esta idea nos sitúa en un campo de resignación y falta de acción, donde solo nos queda lidiar con un yo, que a veces se aleja de lo que nos gustaría. Es importante transmitir que esta idea no es cierta, que darse cuenta de que nos gustaría afrontar la vida de otra manera, puede ser el primer paso para trabajar sobre nosotros mismos, es decir, debemos transmitir la importancia de empoderar a las personas, darles herramientas de cambio para que puedan transformar su propia vida.

Trabajar el conocimiento de las propias emociones, poder crear una imagen real de uno mismo, dar sentido a las acciones y comportamientos, mostrar atención y cuidado a los demás, colaborar y establecer relaciones positivas, tomar decisiones responsables o aprender a manejar situaciones complicadas de manera constructiva y ética puede trabajarse, a veces, el punto de partida, no es más que la determinación de querer cambiar las cosas.

 

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