Acaba el año 2022 y se acerca el popular momento de hacer nuestra lista de propósitos para Año Nuevo, como popular es el hecho de no cumplir la mayoría de esos objetivos propuestos. Pero ¿por qué sucede esto?

Es normal que el cierre del año y el comienzo de uno nuevo nos provoque un halo de nostalgia, de recordar lo bonito, de aprender de aquellas cosas en las que nos ha ido bien pero también de aquellas que nos han dejado un mal sabor de boca, de lo vivido.

Pero ¿por qué la clausura del año tiene que venir de la mano con la instauración de nuevos propósitos? ¿por qué esta tradición de tener nuevos retos que proponernos justo cuando comienza el nuevo año? Puede parecer lógico, por el comienzo de algo nuevo, pero en ocasiones y sólo en ocasiones, puede no ser una buena idea.

Todo dependerá de la persona, del momento vital en que nos encontremos, pero lo más importante de todo, depende de si queremos o no tener, en este momento, nuevos objetivos. De si queremos realmente cambiar o mejorar algo, ahora, en este comienzo del año. Si lo necesitamos o no. Y es que, cualquier momento del año puede ser bueno para proponernos cambios.

Por tanto, los nuevos propósitos no tienen por qué estar presentes, si no queremos. Muchas veces, la presión social nos juega una mala pasada y nos vemos empujados a crear esta lista, eligiendo entonces desde el estrés o la obligación, pero no porque realmente queramos, sino por esa idea de “tener que hacer lo correcto”, de “tener que hacerlo”.

Cualquier cambio o meta que nos propongamos puede comenzar cuando uno lo sienta. Lo ideal cuando nos proponemos cualquier cambio es que la motivación no venga desde fuera o que nos lo impongan, sino de dentro, de nosotros. Un deseo fuerte y con una fuente de motivación intrínseca y no extrínseca. Pero, ¿a qué nos referimos con estos términos? La motivación intrínseca, es aquella motivación que sale de dentro, de nuestro propio interés por hacer algo y por conseguirlo. Esta motivación es mucho más fuerte, potente y efectiva a la hora de conseguir nuestras metas. La motivación extrínseca o exógena es cuando hacemos las cosas por algo externo: por una recompensa, por evitar un castigo, porque la gente lo hace, etc. No hay una razón que sea realmente nuestra.

A continuación, os planteamos diferentes ideas que tener en cuenta a la hora de estableceros cualquier cambio u objetivo, sea en el momento que sea.

1. Busca aquello que te motiva. Olvida aquellos objetivos que se han planteado los demás y pregúntate qué te motiva, qué te gustaría hacer realmente, qué te apasiona. De esta forma sabremos que estamos ante metas verdaderamente importantes para ti. Antes de plantearte un objetivo, pregúntate siempre el por qué, para qué quieres conseguirlo, las respuestas a estas preguntas, nos ayudan a conocer nuestro camino.

2. Sé realista. Cuando conocemos qué cosas nos motivan al cambio es hora de proponernos de forma real cuáles podemos llevar a cabo. Todos tenemos limitaciones, así que tendremos que aprender a priorizar. Recuerda que es preferible que nos establezcamos pocas metas pero que sean alcanzables, que plantearnos muchos objetivos que jamás alcanzaremos.

3. Aprende a fijar objetivos. A menudo nos fijamos objetivos con resultados muy a largo plazo, que no se pueden medir en poco tiempo y, por tanto, serán difíciles de llevar a la práctica y, sobre todo, saber cuándo los hemos alcanzado. Por eso es fundamental plantearnos metas claras.

4. Elabora un plan de acción. Si nos hemos marcado una meta excesivamente amplia o grande puede ser el elemento perfecto para que las abandonemos a la mitad del camino, nos asusta porque creemos que tendremos que llevar a cabo una tarea titánica y preferimos “dejarlo para otro momento”. Sin embargo, una buena estrategia ante este tipo de situaciones es elaborar un plan de acción en el que podamos sacar

5. Céntrate en los logros. Cuando empezamos el camino al cambio tenemos que, tener claro que está lleno de baches, de retrocesos y fracasos, pero también de logros. Y es que muchas personas ponen gran parte de esfuerzo para conseguirlo, pero se desmotivan con facilidad porque solo se fijan en los retrocesos y fracasos. Es importante es que nos focalicemos en el camino recorrido, en sus logros, nos dará la energía que necesitamos para continuar nuestro camino.

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