¿Por qué es tan importante encajar? ¿Es la muerte social a veces comparable a la muerte física? ¿Por qué el grupo ejerce en nosotros esa mezcla de miedo y atracción? No sabemos si Lou Reed se preguntó ésto cuando compuso “Walk on the wild side”. Explora el lado más salvaje de la vida con Lou Reed.

Cinco historias en una canción

Tarde o temprano, todos podemos terminar experimentando el lado más salvaje de la vida. Lou Reed nos cuenta en esta canción fragmentos de cinco historias, cinco retazos de vidas llenas de infancias difíciles y adolescencias miserables, que terminan por adaptarse y sobrevivir para conseguir encontrar su lugar en el mundo.

Holly Woodlawn, Joe Dallesandro, Candy Darling, Jackie Curtis y Joe Campbell, son las cinco vidas que se narran en la canción, algunas son vidas marcadas por el acoso escolar, otras están atravesadas por el rechazo social y la incomprensión, casi todas juventudes lastradas por la prostitución y las drogas. Todos acabaron formando parte de la factoría de Andy Warhol, y tuvieron una segunda vida como superestrellas del vodevil y las performances apadrinadas por el artista.

Holly, nos cuenta Reed, vino de Miami, Florida, y cruzó los Estados Unidos haciendo autoestop. En el camino, se depiló las cejas, se afeitó las piernas y el hombre se convirtió en mujer. Y ella dice: “Cariño, date un paseo por el lado salvaje de la vida”.

La muerte social y el rechazo

El rechazo, la muerte social, probablemente sea uno de los castigos mas temidos por los humanos. En tiempos de los romanos y los griegos la peor condena a veces no era la muerte, sino el ostracismo. Estar condenado al silencio, o al vacio, ha sido una de las causas más comunes de ansiedad, porque quizá ser expulsado de la tribu significo en un momento estar condenado a los peligros de la vida sin el apoyo del grupo, y esa muerte social, también equivalía a la muerte de la persona.

¿Cuántas cosas hemos hecho o dejado de hacer para encajar con los que nos rodean? Adáptate, camúflate, que no vean que eres raro, pero quizá debiéramos admitir que en nuestra intimidad podemos sentirnos así más a menudo de lo que imaginamos, y que no es raro sentirse raro, es más, sentirse raro es un recordatorio de nuestra individualidad.

No ceñirte al guión puede tener consecuencias, ¿pero que sentido tiene representar un papel que no te produce en el fondo ningún placer? Ser normal no deja de responder a un ideal, que es en el fondo una media estadística y más arbitraria de lo que nos imaginábamos. No se puede ser normal siempre, sino tan solo en un contexto cultural, en una época, y en un ambiente, y eso siempre tiene fecha de caducidad. Necesitas todo el rato tus filtros de Instagram para seguir siendo normal, y lo malo de los filtros es que solo son maquillajes de la vida.

Abrazar tu lado oscuro, tu lado salvaje, no va a potenciarlo, tampoco sabes si va a hacerte sentir mejor, pero te diría que va a ahorrarte unas cuantas peleas internas. Al fin y al cabo, piensa que tú eres tú compañero de piso, pero ninguno de los que quieres impresionar va a vivir jamás en tu casa.

Cuando era un niño, a John Lennon le preguntaron en la escuela que quería ser de mayor, el dijo, feliz, los profesores le dijeron que no había entendido la pregunta, pero el les dijo que eran ellos los que no habían entendido la vida.

¿Para que quieres encajar? ¿Para ser feliz? Piensa que no tiene sentido alterar el orden de las preguntas ¿Tiene sentido ser feliz para encajar?

Así que hoy, Lou Reed ha venido a decirte que probablemente sentirte raro es un síntoma pasajero de tu individualidad, que parte de las ocasiones no te quedara mas remedio que ser normal y camuflarte, pero que a veces vas a necesitar abrazar el lado mas salvaje de la vida.

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