La semana pasada, uno de mis pacientes me comentaba lo terapéutico que eran para él sus perros, los acariciaba, establecía contacto con ellos y su ansiedad parecía mermar por segundos. ¿Cómo nos ayudan nuestras mascotas? Las personas que integran en su familia a una mascota, suelen comentar el amor incondicional que se les acaba procesando y lo sanador que puede resultar en muchas ocasiones rodearse de éste tipo de amor tan especial. ¿Son ciertas estas percepciones? ¿Es la compañía de un animal más terapéutico de lo que imaginamos?
Humanos y mascotas en la historia
Perros y gatos, mascotas por elección, han entrado en nuestras casas y han pasado a formar parte de nuestra familia.
Ya los egipcios adoraban y veneraban a nuestros queridos felinos, alcanzando incluso condiciones de divinidad. Ahí quedaron plasmados, en el arte: música, literatura y pintura dejaron cómo testigo el amor que se procesaba por estos animales. Pero también es de justicia, mencionar que para otras culturas, los gatos han sido un símbolo de maldad y brujería.
Por otro lado, nuestros queridos canes, los perros, animal de compañía por excelencia en los hogares del mundo. La historia los sitúa al lado de reyes, aristocracia o emperadores, pero también al lado de la población más pobre, acompañantes de pastores, cazadores, vigilantes, siempre ha tenido una relación de mutuo interés con los humanos.
Convivir con animales
El 65% de la población lo hace. ¡Ni más ni menos! Un porcentaje lo suficientemente elevado para plantearnos que estos seres de 4 patas tienen mucho que ofrecer a la especie humana. Incluso existen terapias, cada vez más extendidas y popularizadas para el tratamiento de diversas enfermedades (pacientes inmunodeprimidos, con hipertensión o epilépticos), en los que los animales toman el protagonismo, para hacer de “salvavidas” y cumplir una maravillosa función terapéutica.
Pero su función no queda ahí, sus beneficios a nivel físico, psicológico y social han sido objetos de diversas investigaciones, concluyendo que no solo se trata de una percepción subjetiva, las mascotas traen beneficios a nuestras vidas.
¿Cómo nos ayudan psicológicamente nuestras mascotas?
Compañía
La mayoría de personas que integran en su familia a una mascota, suelen hacerlo con un fin social, disminuir su sentimiento propio de soledad o propiciar acompañamiento a otros miembros de la familia (muy comúnmente hijos).
Las relaciones que se establecen con las mascotas son únicas y desconocidas para las personas que las crean por primera vez. Existe la aceptación sin juicios, sin pedir nada a cambio, no hay condicionalidad y existe lealtad absoluta. Es por ésta razón por la que a muchas personas les resultan mucho menos amenazantes éstas relaciones que las que se establecen con otras personas, de ahí la conocida frase “el perro el mejor amigo del hombre”.
Las mascotas, son amigos medicinales. En un mundo donde las relaciones pueden llegar a ser estresantes o demandantes, los animales propician un amor descansado, ya que prioritariamente, les basta con tu compañía.
Responsabilidad
Ésta es una de las razones por las que adquirir una mascota es una de las elecciones preferidas de los padres. Los niños desarrollan el sentimiento de responsabilidad, cuando entienden que el bienestar de ese animal al que quieren, depende de ellos y del cuidado que ejerzan (veterinario, paseos, duchas…). Se estima también, que, por ende, se favorece la autoestima de menores y adultos y se afianzan los sentimientos de empatía.
Contacto social
Los dueños de mascotas, tienen una mayor integración en la vida comunitaria, describiéndose como antídoto para el anonimato humano en las grandes ciudades. Los perros favorecen que se establezcan relaciones de amistad entre los propietarios, promoviendo la interacción entre personas desconocidas.
Un estudio realizado por Wood et. al demostró que los dueños de animales estimulan su capacidad de socialización y de tener una mayor participación en eventos comunitarios. El sentido de la reciprocidad es uno de los pilares fundamentales de una comunidad y las mascotas son un catalizador que encamina a los propietarios y demás integrantes hacia éste.
Disminuye la ansiedad y alivia la depresión
Diversos estudios afirman que la compañía de las mascotas, activa en las personas hormonas como la oxitócica y se incrementan las endorfinas, neurotransmisores relacionadas con emociones placenteras. También reduce los niveles de cortisol en sangre, la conocida hormona del estrés, que se produce en nuestro cuerpo cuando detectamos situaciones difíciles, situaciones que nos suponen un estrés, de alarma o peligro.
Aquí te hemos dejado unos cuantos beneficios de tener una mascota, ahora bien, debemos de ser conscientes de la responsabilidad y tarea que suponen también, no son un juguete ni algo de lo que nos podamos (o debamos al menos) desprendernos. Adquirir una mascota es un acto de compromiso, que debemos meditar, antes de tomar una decisión con la que deberemos ser consecuentes.
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