¿Qué complicado nos resulta en ocasiones decir que “no”, verdad? Cuando un compañero del trabajo nos pide que le cambiemos el turno de trabajo o cuando nos invitan a un cumpleaños que al que no deseamos acudir… Son dos ejemplos en los que nos podemos ver reflejado y que a veces nos cuesta anteponer nuestro deseo al de los demás. Rechazar peticiones de forma correcta implica aprender a decir “no” y que no nos sintamos mal por decirlo. Debe prevalecer nuestro derecho a negarnos ante peticiones que vayan en contra de nuestros principios o que consideremos que no sean razonables, o que simplemente no queramos realizar.
Hay personas que les cuesta más que a otras decir que no a las peticiones o favores que les piden, entrando en conflicto al anteponer la voluntad de los otros a la suya.
La asertividad es la capacidad de las personas para relacionarse y comunicarse con otras personas, respetando los derechos de uno mismo y de los demás. Lo cual, entre otros aspectos, implica saber decir que no, reafirmar nuestros propios derechos, sin dejarnos manipular y sin manipular a los demás.
Razones por las que nos cuesta decir que no a las peticiones de otros
• Temor ante la posibilidad que la otra persona se enfade al no acceder a su petición y consecuentemente, que la relación se vea afectada.
• Puede aparecer un sentimiento de culpa, cuando priorizamos o anteponemos las necesidades de los demás a las nuestras, percibiéndonos como malas personas y para evitar este sentimiento nos vemos en la necesidad de ceder ante las peticiones de las personas.
• Sobrevalorar el “qué pensaran los demás“ prevaleciendo lo que puedan opinar los demás a nuestro propio deseo, para que nos tengan como buenos profesionales, responsables o que no tengan una opinión negativa de nosotros.
Es importante destacar que las consecuencias de no saber decir no nos pueden traer problemas con nuestra autoestima y acumulación de sentimientos de frustración o ira, al no haber sabido gestionar estas situaciones.
Por qué es importante decir no
Para reforzar la seguridad en nosotros mismos, nos ayuda a tener más confianza y aumentar nuestra autoestima, comprobando que somos capaces de tomar las decisiones que creemos que son las correctas para nosotros.
El acceder a peticiones, favores, que van en contra de nuestros principios puede generarnos cierto malestar emocional, angustia por haber cedido ante esa petición.
Cómo decir que no
• Realizarlo de manera clara y directa. No entrando en justificaciones ni excusas para evitar dar argumentos a la persona que nos está pidiendo el favor para insistir en su demanda. Si ponemos como excusa del tipo que ese día no puedo, nos planteara dejarlo para otro día, con lo que no habremos resuelto la situación.
• Siendo empáticos y respetuosos, poniéndonos en el lugar del otro. Ejemplo: “Entiendo lo que me estas pidiendo… pero…”.
• Si fuera posible generar una alternativa para ayudar a resolver la petición de la persona.
• Mantener nuestra posición siendo firmes. En este sentido es importante que prevalezca nuestra voluntad, lo que queremos hacer para no dejarnos manipular por los demás.
Si la petición de la persona, por el motivo que sea, no podemos contestarle en ese momento, le indicaremos a la persona que necesitamos tiempo para poder considerarlo.
Todo lo expuesto anteriormente debe ir acompañado de una buena comunicación no verbal, como: mantener el contacto visual con nuestro interlocutor, tener una postura relajada, volumen y tono de voz que denote firmeza, sin ser agresivo.
¿Qué ocurre si le decimos que “no” a nuestra compañera, vecino, amiga, etc. e insiste en su petición? Hay varias técnicas con las que trabajamos, algunas de ellas son:
• Disco rayado.
Consiste como su nombre indica, en repetir nuestra decisión sin enfadarnos, con el mismo tono de voz. Un ejemplo seria: “lo siento pero no puedo realizar el cambio que me pides…, entiendo tu situación pero no puedo…, lo siento pero me es imposible como te comente…”.
Con la práctica de esta técnica conseguiremos el no alterarnos a nivel emocional y el realizarlo de manera más fluida y natural.
• Banco de niebla.
Cuando manifestamos nuestra negativa puede ocurrir que seamos presionadas por la persona con el fin que aceptemos su propuesta. Ante sus criticas podemos darle la razón en lo que se considere que puede haber algo de cierto pero negándonos ante su petición. Se utilizaría: “probablemente tienes razón” “puedes estar en lo cierto” pero nos mantenemos firmemente en nuestra decisión, dejando claro que no se va a cambiar de opinión.
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