¿Como se relacionan las tecnicas de biofeedback y ansiedad?. Cuando la ansiedad se dispara también lo hace un aspecto que nos suele asustar: los síntomas. Por mucho que intentamos suprimirlos y luchemos contra ellos parece que nos suelen ganar la batalla. Hoy os traemos una forma diferente de acercarnos a nuestro cuerpo y a los cambios que se producen en él, hablamos de las técnicas de biofeedback.
¿Qué son las técnicas de biofeedback, y como conjugan el biofeedback y ansiedad?
El biofeedback o biorretroalimentación es un conjunto de procedimientos cuyo objetivo común es ofrecer a la persona información relativa a la variable fisiológica que se esté tratando de identificar, para que ésta pueda terminar consiguiendo la modificación de sus valores de forma voluntaria, sin precisar finalmente la mediación de instrumentos clínicos, mecánicos y /o electrónicos.
En la actualidad las mediciones que nos reportan los instrumentos son de forma inmediata, puntual, constante y precisa. Así que si, mientras estamos “conectados”, desarrollamos estrategias para producir cambios en nuestras respuestas fisiológicas (como por ejemplo practicar la respiración abdominal ante síntomas de hiperventilación), el instrumento medidor nos facilitará información de las variaciones que nuestros síntomas experimentan. Gracias a las técnicas de biofeedback podemos aprender a relacionarnos y a trabajar con nuestros cambios fisiológicos, y a la vez darnos cuenta de si la estrategia escogida es la adecuada para nosotros.
Objetivos que persiguen estos procedimientos
Todas las técnicas de biofeedback coinciden en último término en tres objetivos fundamentales:
1. Que la persona aprenda y adquiera procedimientos de autorregulación de su sistema de respuesta fisiológico, por medio del entrenamiento en estrategias y su comparación con la información recibida del exterior.
2. Que, en fases posteriores, esa autorregulación consciente de las respuestas fisiológicas se mantenga en ausencia de la información o feedback.
3. Conseguir finalmente que la autorregulación se generalice a los diferentes momentos y ámbitos de la persona, y resulte duradero en el tiempo.
Ámbitos de estudio y aplicación
Las investigaciones básicas que se dieron durante los años 60 ofrecieron datos de personas que podían adquirir el control voluntario de la dilatación de los vasos sanguíneos del bazo cuando se les facilitaba información sobre los cambios vasculares producidos en el mismo o de sus ritmos alfa utilizando feedback de señales auditivas y visuales, entre muchos otras aportaciones. Resultados alentadores como estos hicieron que en los años 70 el biofeedback se aplicase como técnica terapéutica, trabajando en el autocontrol del estrés y en el tratamiento de las fobias en general o en el tratamiento de la hipertensión esencial.
Actualmente estas técnicas se utilizan en especialidades como reumatología, gastroenterología, salud sexual, dolor crónico, salud mental, cardiología, neurología… Concretamente en salud mental se utiliza para reducir los síntomas asociados a trastornos de déficit de atención, problemas de aprendizaje, ansiedad, fobias, compulsiones, trauma cerebral, epilepsia, trastornos del sueño y en trastornos severos del desarrollo en niños.
Principales tipos de técnicas
- Biofeedback electromiográfico: mide la actividad muscular donde se sitúan los electrodos. Probablemente el más utilizado dentro del ámbito general del biofeedback.
- Biofeedback electroencefalográfico: nos da información relativa a la actividad eléctrica de la zona de corteza cerebral.
- Biofeedback de temperatura periférica gracias a los termorreceptores se percibe la temperatura superficial de la piel.
- Biofeedback de la actividad electrodermal o respuesta psicogalvánica: mide el nivel de conductancia de la piel, o lo que es lo mismo, la capacidad de nuestra piel para conducir electricidad, que depende de las glándulas sudoríparas; una respuesta que se ha asociado a los sistemas de emoción, alerta y atención.
- Biofeedback de la presión sanguínea: cuando se desea obtener información relativa a la presión arterial.
- Biofeedback de la tasa cardiaca: presenta los latidos cardiacos por minuto de la persona.
Además existen instrumentos que nos aportan información de los músculos del cérvix, la erección del pene, del esfínter anal, pH estomacal o del volumen del aire respirado, entre otros.
Relajación, meditación y el biofeedback
Existe una línea de investigación que parte de los estudios sobre los estados de conciencia, tales como: meditación transcendental, yoga y meditación zen, realizados en Oriente, y que ha colaborado de una forma importante en el desarrollo y configuración de lo que hoy es el biofeedback.
A finales de la década de los treinta y comienzos de los cuarenta Jacobson y en 1969 Schutltz, en trabajos independientes, señalaron la importancia de la relajación, y la tensión de los músculos, para la modificación de variables como la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
Los diferentes estudios realizados a mitad de siglo sobre la meditación oriental, como la meditación Zen estudiada por Wenger y Banchi en 1961, lograron comprobar la posibilidad del control voluntario de las respuestas autonómicas en los practicantes de dichas técnicas.
Otro estudio más contemporáneo, en el 2001, de Critchlen, Melmed, Feattherston, Mathias y Dolan, ha demostrado que los ejercicios de relajación acompañados de biofeedback dieron lugar a cambios significativos tanto en la actividad electrodermal como en la actividad del cerebelo, lo cual demuestra que los estados cognitivos están en cierto modo integrados con las respuestas somáticas.
Gracias a estos estudios y muchos otros, ha podido comprobarse la posibilidad de controlar algunas funciones cardíacas mediante la práctica del yoga, o la posibilidad de modificar los ritmos electroencefalográficos mediante el uso de la meditación Zen, el yoga o la meditación trascendental. Esta interesante línea de investigación que apuesta por combinar biofeedback y estrategias de control atencional, a día de hoy, continúa ampliándose.
¿Puedo obtener feedback a través de la tecnología móvil?
Con la amplia oferta de avances tecnológicos que existen actualmente podemos tener acceso a aplicaciones móviles que nos pueden servir como medidores caseros de constantes fisiológicas como el ritmo cardíaco a través del pulso, que nos reporte feedback y sin necesidad de otros aparatos adicionales.
Desde esta línea, en la que se unen biofeedback y relajación, puede sernos de utilidad la tecnología móvil como una herramienta más a probar para trabajar con nuestra ansiedad. Os proponemos lo que necesitaremos:
- Descargar una aplicación que mida nuestro pulso y pueda quedar registrada la medición completa durante un período de tiempo deseado. Es necesario contrastar previamente que la información que nos reporta la app sea más fiable que aleatoria, y ser conscientes de que estas mediciones nunca serán tan precisas como las que puede darnos un instrumento clínico.
- Tómatelo como una guía orientativa que simplemente puede ofrecer información de si se dan cambios fisiológicos o no, que es lo que nos interesa para esta práctica.
- Descargar aplicaciones con las que trabajar con la respiración, tu tensión muscular o la dirección de la atención. Podemos encontrar apps que contengan únicamente técnicas con la que trabajar con nuestros ciclos respiratorios, o podemos encontrar este tipo de ejercicios en aplicaciones más completas que también incluyan ejercicios de relajación, mindfulness y/o meditación.
- Busquemos un rato y un lugar en el que estemos cómodos y sepamos que no vamos a tener interrupciones molestas para la práctica.
- Adquiere una postura cómoda que te permita iniciar la medición de tu pulso antes de comenzar y mantenerte así hasta el final de la práctica.
- Comienza el ejercicio de respiración, relajación, mindfulness o meditación que desees. Al finalizar, observa el registro y si se han dado cambios en el ritmo de las pulsaciones a lo largo de lo que duró el ejercicio. ¿Qué te ha resultado facilitador para meterte en el ejercicio y llevarlo a cabo?, ¿qué beneficios sintomáticos observas?
Si nunca has practicado este tipo de ejercicios, siempre será más sencillo comenzar por los menos complejos como son la respiración o la relajación muscular, y a medida que se vayan dominando poder entrenar con técnicas como el mindfulness o la meditación que ejercitan la dirección voluntaria de la atención.
Y recuerda, éste tipo de herramientas no provocarán un cambio de golpe ni en una sola ocasión, sino que se van afianzando con la práctica continuada y constante; estás entrenando el aprender a desarrollar una nueva habilidad, se paciente.
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