El estrés es una respuesta fisiológica de nuestro organismo para hacer frente a una demanda de nuestro entorno. Es un componente normal en nuestras vidas y por lo tanto, no lo podemos evitar. Hoy te damos algunos consejos para reducir el estrés.

Generalmente pensamos que el estrés lo produce estresores nocivos pero no es así, hay situaciones que podemos catalogar como positivas como el nacimiento de un hijo que también nos generan estrés. Un estresor puede ser un estímulo físico, psicológico o social que es capaz de alterar en equilibrio de nuestro organismo. La respuesta del estrés seria el conseguir establecer el equilibrio. Ante un acontecimiento estresante nuestro cerebro elabora una serie de reacciones bioquímica que hace que respondamos de una mantener adecuada ante dicho estimulo. Este hecho nos indica el papel adaptativo para la supervivencia que tiene para nosotros el estrés, sin embargo las consecuencias negativas del estrés se manifiestan cuando la respuesta se cronifica en el tiempo.

Consejos para reducir el estrés

¿Qué podemos hacer para gestionar de manera adecuada nuestro estrés? Hay determinadas técnicas con las que podemos contar y que han demostrado su eficacia.

Técnicas de desactivación fisiológica

El objetivo de estas técnicas es reducir la alta activación que se produce en situaciones estresantes, con ellas rebajaremos la activación fisiológica. Hay diferentes técnicas y en más de una ocasión hemos hablado de ellas, recordemos que para que sean beneficiosas debemos practicarlas, requiere que le dediquemos tiempo para que formen parten de nuestra rutina. Podemos destacar, la respiración diafragmática, técnicas de relajación o meditación.

Evitar la procrastinacion

Aunque seguramente no nos demos cuenta, el dejar para otro momento las tareas o deberes que tenemos que realizar nos puede generar elevados niveles de estrés, al ser una conducta de evitación. En ocasiones, esta tendencia a postergar determinadas actividades va de la mano de un elevado miedo al fracaso, a cometer errores y a una elevada exigencia con nosotros mismos. Nos puede servir de ayuda:

  • Dividir las tareas, con ello el abordaje de la situación no nos parecerá misión imposible y según lo vayamos resolviendo nos iremos motivando.
  • Planificarla
  • Establecer un horario y cumplirlo para así establecer un compromiso con nosotros mismos para llevarlo a cabo.

Estilos de vida saludables

En periodos de mucho estrés con frecuencia alteramos nuestros hábitos saludables y tenemos que tener presente que son importantes para nuestro equilibrio vital, con lo que el autocuidado en estos periodos no es algo que debamos menospreciar.

Cuidar nuestra alimentación, rebajar el consumo del café, del tabaco o del alcohol, realizar algo de ejercicio y mantener unas pautas de descanso nos ayudara a mantenernos fuertes frente al estrés. El mantener un estilo de vida poco saludable puede provocar que tengamos menos resistencia al estrés.

Habilidades sociales

Como sabemos, hay situaciones que nos desbordan porque quizás no tengamos adquiridos ciertos recursos que nos puedan ayudar a la hora de gestionarlas, eso no significa que no podamos trabajarlas con el fin para ir incorporándolas a nuestras habilidades. Nos referimos a poder expresar nuestras necesidades, nuestras opiniones, a poner límites y decir que no, ya que el no poder realizarlo nos llevara a generarnos inseguridad, frustración, culpa o resentimiento. Todo ello nos servirá para que podamos gestionar de una mejor manera el estrés que nos puede provocar determinadas acciones.

Apoyo social

Cuando estamos agobiados o estresados puede que tengamos cierta tendencia al aislamiento, el contacto con los otros nos puede ofrecer apoyo y poder optar por otra perspectiva de afrontamiento.

Ejercicio

El ejercicio es un buen aliado para ayudarnos a combatir el estrés. Al realizar ejercicio de manera habitual conseguimos reducir las hormonas del estrés como el cortisol, se produce liberación de endorfinas que nos ayudan a mejor nuestro estado de ánimo y conseguimos mejorar la calidad del sueño. Desarrollar y mantener un buen estado físico tiene efectos positivos ya que aumenta la resistencia física y mental de las personas.

Gestión del tiempo

El ritmo de vida que llevamos hace que nos falte horas en el día para llevar a cabo todas las actividades que queremos realizar esto hace que sea una fuente de estrés importante. Hay una serie de puntos claves que nos pueden ayudar para gestionar el tiempo de manera adecuada:

  • Priorizar. Todos hemos vivido momentos en que tenemos tantas cosas que hacer que entramos en un círculo vicioso en el que nos sentimos presos, damos muchas vueltas a todo lo pendiente pero no dando salida a ninguna de ellas. Seguramente todo lo que tenemos en nuestra lista de tareas no es del mismo nivel de importancia ni de urgente, nos puede ayudar a calmar nuestra angustia el organizar las actividades por orden de prioridad y así empezar a realizarlas.
  • Delegar. Si hablamos de delegar quizás siempre pensemos en el ámbito laboral pero también en el ámbito de nuestra vida fuera del trabajo también lo puedo practicar. El descargarnos de ciertas ocupaciones y obligaciones cuando estamos muy estresados es algo que nos cuesta pero es una acción que nos sirve para disminuir el estrés.
  • Ladrones de tiempo. Las interrupciones o las actividades que hacen que nos distraigamos de las actividades que estamos haciendo, algunos de ellos están muy automatizados y a veces nos roban mucho de nuestro tiempo y no son realmente conscientes de ello.
  • Objetivos realistas. Aquí entra en juego que seamos conscientes de nuestras posibilidades y nuestras limitaciones y que ajustemos expectativas a nuestra realidad.

Mindfulness o atención plena

Consiste en ser plenamente conscientes de lo que ocurre en el presente, en el aquí y ahora. Aceptando nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones pero manteniendo una actitud de desapego con ellos, sin juzgarlos. Nos ayudara para aumentemos nuestra conciencia y podamos afrontar los procesos mentales que nos causan malestar.

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