Hoy en día el estrés y el ritmo de vida acelerado nos acompaña diariamente, lo que hace que vayamos en un “piloto automático” que nos desconecta del momento presente. En esto, la meditación puede ser de mucha ayuda. La meditación es una práctica en la que se involucra mente y cuerpo. Consiste en realizar una concentración enfocada y consciente, busca alcanzar un estado de conciencia, de nuestros pensamientos y sentimientos, conectando con nosotros mismos y nuestro entorno.

La meditación es una práctica de autocontrol destinada a regular el cuerpo y la mente hacia un estado de profunda relajación. Por esta razón es capaz de provocar estados alterados de conciencia (Field, 2009). Por tanto, diríamos que la meditación se refiere a un proceso por el cual se llega a un estado de auto-observación pasiva. Es un estado de conciencia en el que se observa el pensamiento, el sentimiento, y cualquier contenido cognoscitivo, sensorial, emocional, fisiológico o conductual, de manera pasiva, sólo permitiéndola, sin responder. Los objetivos de la meditación pueden ser diferentes, desde aliviar el estrés laboral y reducir la ansiedad, hasta minimizar el dolor físico, mejorar las relaciones o determinar el rumbo de su vida. Con el tiempo, la meditación puede usarse para llegar al fondo de los sentimientos de ansiedad y hacer cambios más profundos. No obstante, esta estrategia requiere de práctica y constancia para lograr los resultados deseados.

Dos tipos de prácticas

Meditación transcendental: en este tipo de meditación se enseña al individuo a repetir un mantra, como por ejemplo repetir la palabra “ohm” una y otra vez hasta alcanzar un estado de relajación plena.

Meditación de “conciencia plena”: con este tipo de práctica lo que se busca es que el individuo logre alcanzar un estado de conciencia plena a través de la atención.

Los beneficios de la meditación

Está comprobado científicamente que meditar produce cambios a nivel físico y emocional. En efecto, la meditación como actividad frecuente traer consigo beneficios significativos a nuestra salud. Resulta bastante habitual usar técnicas de meditación para aliviar el estrés y la ansiedad. Algunos de los beneficios más importantes son:

• Recuperar el equilibrio cuerpo-mente.
• Responder de manera más consciente y menos automática a los estímulos del medio.
• Romper los condicionamientos y creencias irracionales que has ido adquiriendo a lo largo de tu historia de vital y generar una mayor flexibilidad mental.
• Autoconocimiento, detectar con mayor precisión cuáles son tus fuentes de estrés y malestar.
• Ser consciente de la influencia que tus pensamientos tienen en tus emociones, tus emociones en tus acciones, tus acciones en tu vida y como todo esto está directamente relacionado con los procesos de salud-enfermedad.
• Mejorar la gestión emocional frente a cualquier tipo de situación.

Meditación y ansiedad

La meditación es efectiva para la ansiedad, utilizándola siempre como complemento de un tratamiento psicológico puesto que con ella conseguimos:

1. Reducir los síntomas

Meditar de forma habitual en nuestro día a día ayuda a disminuir de manera significativa síntomas de la ansiedad como palpitaciones, sensación de opresión en el pecho o de ahogo, entre otros. El hecho de poner la atención en nuestra respiración sin focalizarnos en los pensamientos hace que estemos “anclados” a algo que está sucediendo aquí y ahora, al momento presente.

2. Desconecta la mente

Las personas que sufren de ansiedad presentan serias dificultades para controlar sus pensamientos recurrentes (la mayoría negativos y catastróficos) y gestionar sus emociones de manera funcional. Para ello, la meditación guiada puede resultar de mucha ayuda ya que ayuda a conectar cuerpo-mente. No se trata de lograr poner la mente en blanco sino de poder manejar los pensamientos de manera que no interfieran negativamente. Es decir, detectamos ese pensamiento que nos impide concentrarnos, lo observamos sin juicios y lo apartamos, le quitamos el poder que hasta ahora tuvo sobre nosotros.

3. Ayuda a conciliar el sueño

Uno de los síntomas más frecuentes de la ansiedad es el insomnio o incapacidad para descansar bien. En este tipo de casos, la meditación es una aliada fundamental para tener en cuenta en nuestro trabajo. El uso de la meditación durante el día y justo antes de dormir ayuda a conciliar el sueño más rápidamente ya que se aprende a controlar los pensamientos que impiden entregarse al sueño. Además, se logran alcanzar las fases de sueño profundo y reparador debido a los niveles de desactivación del sistema nervioso que conseguimos.

4. Equilibra el sistema nervioso

Según la Organización Mundial de la Salud la meditación es una herramienta fundamental que contribuye a alcanzar el equilibrio entre cuerpo y mente. La ansiedad es un estado de permanente nerviosismo que te mantiene en un estado de alerta constante, capaz de desconectarnos en el momento presente: el contacto con la naturaleza, el paisaje ante los ojos, el contacto físico con otras personas, el sabor intenso de lo que comemos o bebemos, etc. En esta dirección la meditación calma nuestra mente, es capaz de proporcionarnos un estado de ánimo armonioso y conectado a nuestra energía vital física y mental.

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