Uno de los síntomas, aunque algo más inusual, de la ansiedad es el “nudo en la garganta”. Es uno de los síntomas más molestos e incómodos, parece como si nos costase hablar (e incluso tragar saliva). ¿Por qué ocurre esto? Lo descubrimos en la entrada del blog de esta semana.

El nudo en la garganta, un síntoma típico de ansiedad

El nudo en la garganta (también llamado globo faríngeo) es uno de los síntomas digestivos de la ansiedad, que se caracteriza por una sensación de contracción de los músculos de la garganta (en concreto, la faringe), originándose una sensación subjetiva de “globo” o “bola”, que en ocasiones dificulta en parte el habla o incluso la deglución (en casos más extremos). Sentimos como si tuviésemos un alimento o bulto “atascado” en la garganta.

En ocasiones nos puede llegar incluso a asustar puesto que podemos pensar que está relacionado con un hipotético ahogo o asfixia, o con una enfermedad física grave. Nada más lejos de la realidad. Veamos por qué.

¿Por qué aparece el nudo en la garganta cuando estoy nervioso/a?

Como acabamos de ver, el nudo en la garganta es uno de los síntomas típicos de ansiedad, que se dispara tras un estado de activación del cuerpo, el cual se prepara para afrontar un posible peligro y/o amenaza. El objetivo es, ni más ni menos, el de inhibir o bloquear aquellas actividades incompatibles con la respuesta de ataque/huida, para estar más preparados para afrontar esa amenaza y garantizar nuestra supervivencia.

Y una de esas actividades es precisamente la ingesta de alimentos, ya que es irrelevante cuando estamos ante un peligro o amenaza (comer o no durante una situación de amenaza no aporta nada significativo -como sí ocurre con la tensión muscular de las extremidades, por ejemplo, la cual, al contrario que los síntomas digestivos, sí cumple una importante función, tensar nuestros músculos para correr más rápido y huir o atacar con fuerza a nuestra amenaza, por lo que este síntoma sí que se activa en momentos de ansiedad-).

Es más, si nos paramos un momento a pensar en esta función adaptativa de cada síntoma de ansiedad, nos damos cuenta de que lo mismo ocurre con otro síntoma digestivo también característico de la ansiedad, la sequedad bucal (los vasos sanguíneos de las glándulas salivales se contraen y por eso se limita la producción de saliva, porque una vez más vuelve a ser irrelevante en términos de supervivencia) o incluso la respuesta sexual, que se inhibe totalmente cuando estamos nerviosos/as.

En definitiva, el nudo en la garganta como síntoma de ansiedad es una sensación temporal de tensión de los músculos de la garganta que cumple una función adaptativa: inhibir la ingesta de alimentos, ya que es una actividad irrelevante en situaciones de peligro/amenaza. No debe preocuparnos, puesto que en el momento en el que la ansiedad disminuya, éste también desaparecerá espontáneamente.

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