Probablemente las extrasístoles es la arritmia más común y se presenta tanto en personas sanas como en aquellas que tienen problemas cardiacos. Son alteraciones del ritmo del corazón que se manifiestan con latidos “extra” que se adelantan a la contracción normal. Es decir, son contracciones cardiacas prematuras, latidos cardiacos que se adelantan, contracciones cardíacas irregulares que alteran el ritmo normal del músculo cardíaco. La persona percibe latidos adicionales que se anticipan al que sería el siguiente latido según la frecuencia cardíaca en ese momento. En numerosas ocasiones podemos describir la sensación como “si nos diese un vuelco el corazón”.

Síntomas

La mayoría de extrasístoles son asintomáticas y pasan desapercibidas. De hecho, muchos de nosotros tenemos alguna extrasístole en algún momento de nuestra vida. En ocasiones la persona lo manifiesta como una sensación de vacío interior, vuelco al corazón y cuando es muy frecuente lo percibe como un golpeteo en el pecho como si de una paloma aleteando dentro de este se tratase. Esa sensación de que falta un latido está motivada por la pausa que aparece después de que se presente la extrasístole, lo que provoca que el siguiente latido sea más fuerte.

Cuando también hay taquicardias, se pueden presentar síntomas como mareos, astenia o problemas respiratorios.

Tipos de extrasístoles

Hay dos tipos de extrasístoles: supraventriculares y ventriculares, dependiendo de la zona del corazón donde se originan.

  • Supraventriculares (extrasístole auricular): Se origina en las cavidades superiores del corazón. Se origina de forma espontánea en las aurículas antes de un latido normal y no supone ningún peligro.
  • Extrasístoles ventricular: Se origina en las cavidades inferiores del corazón. Consiste en un latido adicional producido por una activación eléctrica anómala que se origina en los ventrículos antes de lo que se produciría un latido cardíaco normal, no supone ningún peligro.

¿Qué origina las extrasístoles?

Esta arritmia puede deberse al consumo de cafeína (en bebidas y en alimentos), consumo de alcohol, exceso de ejercicio físico, ingesta de ciertos fármacos que contengan sustancias que estimulen el corazón y un estado emocional agitado como la ansiedad y el estrés.

En casos más raros, las extrasístoles, sin embargo, también pueden ser provocadas por enfermedades o problemas cardiacos u otros problemas como la anemia, hipertiroidismo o hipotiroidismo, así como una deficiencia en sales minerales, hernias o reflujo gastroesofágico.

Tratamiento

En general las extrasístoles sólo se deben tratar cuando producen síntomas. En las personas en las que no se identifica ningún motivo, las extrasístoles desaparecen normalmente de manera espontánea.

El tratamiento consiste en evitar el consumo de tabaco, alcohol, café, té y otros excitantes, e intentar corregir los factores desencadenantes si los hubiere, como estrés, ansiedad, enfermedades afines, etc. Sólo en casos en los que las palpitaciones sean intolerables se suele recetar un antiarrítmico para reducir la frecuencia cardiaca.

En cualquier caso, ante estas sensaciones, si se repiten en el tiempo muy a menudo, es aconsejable acudir a un especialista en cardiología para confirmar que se trata de este problema y descartar otras enfermedades relacionadas con el corazón.

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