La exposición es una técnica de intervención que consiste en exponer a la persona a situaciones o estímulos que le producen ansiedad y debido al malestar que provoca, evita de manera sistemática. Estas situaciones pueden ser coger transporte público, hablar en público, conducir por autopista,.. y los estímulos internos pueden ser sensación de mareo, preocupaciones, obsesiones. Existen varios tipos de exposiciones, como la exposición en vivo, en imaginación, interoceptiva. En este post lo dedicaremos a dar algunas claves sobre la exposición en vivo.

La evitación es una variable crucial en el mantenimiento de la ansiedad, las técnicas de exposición suelen ser un elemento destacado en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Esta evitación puede realizarse no afrontando la situación o se puede hacer pero con conductas de seguridad, como ir acompañado de una persona de confianza. Cuando escapamos o evitamos situaciones que interpretamos como amenazantes, lo que conseguimos es librarnos de la ansiedad a corto plazo, nos sentimos aliviados pero a medio/largo plazo lo que estamos realizando es el mantenimiento de esta conducta disfuncional, nos impide comprobar que la ansiedad se irá reduciendo, que la situación no es peligrosa y que las predicciones sobre lo horrible de la situación no llegaran a cumplirse.

¿Que conseguimos exponiéndonos?

  • Habituación, como consecuencia de la exposición en repetidas ocasiones del estímulo temido, la activación fisiológica va disminuyendo con el tiempo. En definitiva, nos acostumbramos a aquello que nos da miedo.
  • Extinción, se produce una extinción de las respuestas condicionadas de la ansiedad, consiguiendo que se realice una nueva asociación, ya que al exponernos no se producen las consecuencias temidas.
  • Autoeficacia, la persona se da cuenta que es capaz de afrontaras las situaciones temidas, siendo capaz de manejar la ansiedad.

Resumiendo: exponer a la persona al estímulo temido, con el fin de conseguir que se produzca una habituación al estímulo, que se extinga la respuesta de miedo y así establecer nuevas asociaciones, es decir, que desarrolle un nuevo aprendizaje en relación con el estímulo temido.

La exposición en vivo

Las exposiciones son una parte importante del proceso terapéutico pero antes de llevarlas a cabo en consulta hemos trabajado diferentes estrategias para afrontar estas situaciones, como técnicas de activación fisiológica (la respiración o la relajación), reestructuración cognitiva, anticipación,.. Siempre que podemos y cuando las condiciones son las adecuadas, realizamos exposiciones con nuestros pacientes, salimos de la consulta para exponernos a las situaciones temidas, como el metro, terrazas edificios altos, centros comerciales, etc.

La exposición ha de ser planificada y graduada, junto con el paciente tenemos que elaborar una jerarquía de la exposición que vamos a realizar, de manera ordenada empezando por las que generen menos ansiedad hasta llegar a la que produce más ansiedad. Con esto conseguimos que la motivación de la persona aumente y que reducir la probabilidad de abandono.

Un ejemplo de cómo se realizó una exposición realizado con una de nuestras pacientes que manifestaba pánico a montar en metro, ya que tuvo una crisis de ansiedad de camino a su trabajo, a partir de ahí realizaba todos sus desplazamientos en coche. Como he comentado con anterioridad, la gradación de las exposiciones se realiza en común acuerdo con el paciente. El primer ítem de la jerarquía fue la entrada en el metro, picar el billete y estar en el andén, viendo los trenes pasar. Posteriormente, subimos juntas en el mismo vagón y nos bajamos dos estaciones después, en las sucesivas exposiciones íbamos ampliando el recorrido hasta que realizamos el trayecto desde su casa hasta la estación de su trabajo. En principio el recorrido lo hacíamos en el mismo vagón, progresivamente fuimos realizando cambios, ella iba en un vagón y yo en otro, posteriormente ella en un tren y yo en el siguiente hasta conseguir que realizara el recorrido sola. Poco a poco me fui retirando para favorecer su independencia.

Todo esto no es un camino sencillo, ni mucho menos, un factor importante es la determinación de la persona, ya que la exposición requiere un esfuerzo continuado que implica tolerar cierta cantidad ansiedad y malestar.

Unos puntos que creo que hay que destacar y con los que tenemos que contar siempre que vayamos a exponernos:

Puede que el progreso no sea lineal. Hay veces que no se consigue el objetivo marcado eso no significa que se haya producido un retroceso o que no sirva de nada, tenemos que entender que estamos afrontando una situación o un estímulo que nos produce miedo, por lo que tenemos que valorar que solo el hecho de estar ahí es importante.

-Reforzar los avances conseguidos, ya que se tiende a minimizar los logros conseguidos.
 

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