Bruce K. Alexander es un psicólogo y profesor canadiense, que debido a su interés sobre las adicciones realizo diferentes estudios en los años 70, publicados en 1980. Se cuestionó los resultados que ofrecían diferentes experimentos realizados con ratas en años anteriores, en los que se colocaba a una rata en una jaula y dentro había dos dispensadores: uno con agua y otro con agua y cocaína o heroína. Las ratas terminaban por beber solo el agua con droga y terminaban muertas por sobredosis.

Alexander y su equipo se plantearon ciertas preguntas como: ¿la sustancia es la única causa de la drogadicción? ¿Las ratas se comportarían igual si las condiciones se pareciesen a su ámbito natural?

Extracto del cómic de Stuart McMillen: El parque de las ratas

La hipótesis de Alexander era que la adicción a las drogas observadas en las ratas de laboratorio podía atribuirse a sus condiciones de vida. Los animales estaban sin ningún tipo de contacto ni estímulos dentro de una caja. No se debía a la propiedad adictiva de la droga en sí.

El experimento de Bruce K. Alexander

Las ratas son animales que les gusta estar en grupo, son activas sexualmente y les gusta estar en espacio amplios, nada que ver con la jaulas de laboratorio.

El experimento consistió en dividir a los animales en dos grupos. Fue en ese momento cuando ideó y construyó su famoso Rate Park” (parque de ratas), un espacio con una superficie veinte veces superior a la de una jaula normal, donde había comida en abundancia, pelotas de colores, ruedas para jugar, espacio para aparearse, etc. En este espacio colocaron 16 ratas de ambos sexos. Los roedores podían desarrollar diversas actividades placenteras, similares a las realizadas en su ambiente natural. Cuando tenían sed había dos dispensadores que podían utilizar siempre que quisieran, uno de ellos con agua normal y otro con agua con morfina, a esta última se le agrego sacarosa para disimular el sabor amargo de la morfina.

Por otro lado, colocaron otras ratas en jaulas de laboratorio y con iguales dispensadores (uno con droga, otro sin ella). Las condiciones de éstas eran completamente diferentes, estas ratas estaban en aislamiento y el ambiente era empobrecido.

Los resultados del experimento indicaron que las ratas del parque preferían el agua normal, aunque sí bebieron el agua con droga, pero siempre volvían a beber agua normal. Al contrario, las ratas que estaban en las jaulas optaron por beber el agua con morfina, en una proporción bastante superior.

Las conclusiones que se obtuvieron con el experimento demostró un enfoque diferente sobre el consumo de sustancias psicoactivas. Para el autor las condiciones ambientales y sociales son un factor de vulnerabilidad que dispone para el consumo de drogas, para la adicción.

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