Seguro que has leído o has oído en algún programa de televisión noticias sobre alimentos que ayudan a prevenir algunas enfermedades. Entonces nos preguntamos, ¿podemos encontrar antidepresivos en la nevera?
Si antes la comida era “sólo” un indicador de tener una buena o mala salud física o de tener una buena imagen estética, las cosas están cambiando. La psiquiatría nutricional y la psiconutrición se abren camino cada día con más fuerza, aportando evidencias sobre la importancia de cuidar nuestra alimentación cómo sinónimo de cuidar nuestra mente. Es importante conocer que la nutrición ha dejado de ser únicamente el acto físico de comer dando cabida a la relación emocional con lo que ingerimos.
“La psicología nutricional o psiconutrición es un campo de estudio relativamente nuevo donde actualmente existen pruebas científicas que sustentan la relación entre la calidad de la dieta y la salud mental. Su objetivo es la prevención y tratamiento de algunos trastornos mentales“.
La alimentación y la nutrición, son determinantes en el desarrollo biológico de los humanos; pero a través del tiempo, se ha demostrado que también son determinantes en el desarrollo psíquico y social de estos. Desde la propia formación del feto, en los primeros tiempos de la vida, a través de la práctica de la lactancia materna, en la edad preescolar y en el momento de su ingreso a la escuela, así como en la controvertida adolescencia, la nutrición y la alimentación, estarán participando en ese proceso de conformación de la personalidad y del comportamiento de los humanos.
La simbiosis de nutrición y trastornos mentales es cada vez más importante. Para entender esto hemos de saber que el cerebro es un órgano que cumple con sus funciones metabólicas gracias a los nutrientes implicados y es que aproximadamente el 90% de la serotonina que poseemos es producida en el tracto gastrointestinal. La serotonina es un neurotransmisor que, además de regular el sueño y el apetito, es el encargado de mediar en los estados de ánimo y en inhibir el dolor. Esta hormona conocida como “hormona de la felicidad” es la encargada de regular nuestro estado de ánimo. Las investigaciones afirman que el déficit de serotonina puede ser causante de muchos de los problemas relacionados con la salud mental.
¿Puede ayudarme mi alimentación en mis problemas psicológicos?
Aunque debemos de huir de remedios mágicos, debemos de contemplar la alimentación como un importante aliado para mejorar o prevenir problemas de salud mental.
Uno de los estudios más significativos nos muestra una estrecha relación entre las condiciones de salud mental e inflamaciones en el cerebro. Estas inflamaciones parecen comenzar en el intestino y se asocian directamente con con la falta de nutrientes como el magnesio, ácidos grasos omega-3, probióticos, vitaminas y minerales.
Los estudios nos muestran una diferencia notable entre aquellos pacientes que cuidan su alimentación incorporando una dieta mediterránea a aquellos que tienen dietas hipercaloricas.
“Una dieta saludable, como la mediterránea, “aporta nutrientes clave para el cerebro, como son diversos minerales, vitaminas, aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales. Son importantes porque tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y neuroprotectores, que ayudan a combatir mejor las consecuencias negativas del estrés.”
Huye de soluciones sencillas y de alimentos milagros. Una buena alimentación no curará por ella misma todos tus problemas psicológicos y es importante huir de estas afirmaciones simplistas. En muchas ocasiones la desesperación en la que nos vemos envueltos fruto de la no obtención de resultados nos hace caer en la búsqueda de remedios mágicos que nos provocan más frustración todavía. La alimentación puede ser un aliado en tu proceso, no la solución a todos nuestros problemas, que no es poco. Nos pasamos la vida buscando ese remedio milagroso obviando que quizá el bienestar sea una suma de muchos factores.
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