Es muy probable que a lo largo de tu vida hayas experimentado un pequeño temblor en alguno de tus ojos que te haya resultado incómodo y del que has pretendido desprenderte a toda costa. Posiblemente hayas presionado tu ojo con tus dedos o te hayas frotado con la mano para conseguir que éste desapareciera. Parece que los intentos no suelen ser favorables y el tic en el ojo continúa por unos segundos o minutos más de manera rápida, incontrolable y repetitiva. Hoy te hablamos de los tics en el ojo.

Tics en el ojo ¿Por qué se producen?

Nos encontramos repentinamente con una “vibración” en alguno de nuestros ojos, que resulta muy incómoda, producida por una contracción involuntaria de los músculos del párpado. Técnicamente se conoce como espasmo palpebral.

Aunque la mayoría de los tics en el ojo no son sinónimo de ninguna complicación y no requieren ningún abordaje terapéutico, desapareciendo de manera natural, hablamos de un temblor que puede resultar muy incómodo y que puede conllevar una angustia asociada al desconocimiento del origen de éste.

Aunque no puede atribuirse a ninguna causa concreta, este movimiento involuntario del ojo se asocia a:

¿Qué puedo hacer?

Como hemos mencionado anteriormente se trata de un movimiento involuntario y por la tanto no podremos pararlo a nuestro antojo. Contando con esta idea aquí te dejamos algunos consejos para el abordaje de los tics en el ojo:

  1. En el caso de que el tic en el ojo vaya acompañado de otra sintomatología como: visión afectada, cefaleas, párpado caído, tic en el ojo prolongado en el tiempo y con gran intensidad o afectación en otras partes de la cara recomendamos acudir a un profesional especializado para poder realizar un correcto diagnóstico y tratamiento.
  2. No te alarmes. Aunque el tic en el ojo resulta muy molesto acabará por irse. El movimiento es tan leve que no es apreciable por los demás, así que aunque aparezca en un momento que te resulte no oportuno, no te angusties con la idea de que pueden percibirlo. Hablamos de una contracción muscular muy leve y prácticamente inobservable.
  3. En caso de estar asociado a un momento de ansiedad y/o estrés, trabaja el origen de estos, práctica ejercicios de relajación, practica ejercicio físico… Y en el caso de que tu ansiedad esté interfiriendo notablemente en tu vida ponte en manos de un profesional adecuado.
  4. Disminuye el consumo de cafeína y estimulantes, refrescos, bebidas con cafeína, teína, y ya no digamos taurina porque, aunque depende de la persona y su sensibilidad hacia estos excitantes, pueden mantener la excitación fisiológica de nuestro organismo incluso horas después de ser consumidos.
  5. Cuida tu sueño: La importancia de una buena calidad de sueño no solo representa un factor determinante de la salud, también supone un elemento que propicia una buena calidad de vida. Cuando hablamos de dormir bien no nos referimos únicamente al hecho de dormir bien durante la noche, sino que también incluye un buen funcionamiento diurno con un adecuado nivel de atención para realizar diferentes tareas.
  6. En el caso de tener sequedad ocular consulta con tu oftalmólogo de referencia para aplicar un tratamiento de hidratación.

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