Halladas las neuronas que explican por qué respirar hondo relaja

La respiración es uno de los procesos más esenciales y variables del cuerpo. Nuestras respiraciones se producen de forma constante y rítmica, al igual que los latidos de nuestros corazones.

Sin embargo, aunque generalmente no podemos modificar a voluntad y directamente nuestra frecuencia cardíaca, podemos alterar la forma en que respiramos, en algunos casos conscientemente (conteneniendo el aliento, suspirando, bostezando…). La experiencia muestra que respirar hondo es una buena forma de relajarse, pero hasta ahora la neurociencia no había identificado qué células del sistema nervioso son responsables directas de este fenómeno.

Hace más de 25 años investigadores de la Universidad de California descubrieron por primera vez un pequeño grupo de aproximadamente 3 mil neuronas interconectadas dentro de los cerebros de animales, incluyendo personas, que parecen controlar la mayoría de los aspectos de la respiración. Llamaron a esta región cerebral el marcapasos respiratorio porque se considera el lugar donde surgen los estímulos que activan los músculos respiratorios que nos permiten inspirar.

Ahora, la revista Science ha publicado un estudio llevado a cabo por la Universidad de Standford que nos aclara esta duda: son 350 neuronas llamadas Cdh9/Dbx1 y situadas en el tronco del encéfalo, la estructura que se encuentra entre el cerebro y la médula espinal.

Los autores del trabajo descubrieron estas neuronas en una investigación con ratones y concluyeron que tienen dos características específicas. La primera, que están más activas cuanto más rápida sea la respiración. La segunda, que su objetivo es mandar señales al locus cerúleo; una parte del tronco del encéfalo involucrada en la respuesta del cuerpo al estrés y el pánico y en el tránsito del sueño a la vigilia.

Es por este motivo que una respiración lenta y calmada activaría menos estas neuronas, causando menos activación del locus cerúleo y, por lo tanto, menos nerviosismo.

El locus cerúleo conecta con multitud de regiones del cerebro, por lo que el descubrimiento que comentamos arroja luz sobre la relación entre la respiración y las funciones cerebrales complejas. Una prueba de esto es el papel activo que la respiración consciente ha tenido siempre en prácticas como la meditación, el yoga y la psicoterapia.

De hecho, se ha comprobado que respirar de forma consciente guarda relación directa con la modulación emocional y puede ayudarnos a trasladarnos de un estado de ira, miedo o estrés a un estado de mayor tranquilidad.

En el estudio se observó que el comportamiento relajado de los ratones les llevó a tener respiraciones más lentas, por lo que se constató que a más calma, respiraciones más lentas; y a respiraciones más lentas, más calma. Se trata de dos procesos que se retroalimentan.

 

 

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