¿Tengo manías o Trastorno Obsesivo Compulsivo? “Todas las mañanas el mismo ritual, suena el despertador, me ducho, me visto, me peino y bajo a desayunar, siempre todo en el mismo orden” ,“Me gusta cenar (si estoy en casa) siempre a la misma hora, si se pasa esa hora y no he cenado me inquieto, comienzo a sentirme incómoda, como si me faltase algo” , “Me gusta que la cocina se vea limpia y recogida en todo momento, si hay cacharros en el fregadero me agobio y me molesto” “Me gusta que la mesa del salón esté despejada que no haya nada por medio, que las cosas estén cada cual en “su sitio”, si no están en su respectivo lugar me molesta tanto que puedo llegar a enfadarme”, “Si voy en el metro procuro no tocar las barras y si las toco he de lavarme en cuanto pueda las manos” ,“Los exámenes siempre los hago con el mismo bolígrafo”, “ Siempre que me monto en el coche digo en bajito – que no me pase nada – “ “Me muerdo las uñas hasta dejarlas igualadas”.
¿Qué son las manías?
Las manías son comportamientos que adquirimos a lo largo de nuestras experiencias y que mantenemos a modo de ritual (p.ej. cenar siempre a la misma hora) o bien por razones supersticiosas (p. ej. Llevar el mismo bolígrafo a los exámenes). En otras palabras, son maneras particulares que tenemos de hacer las cosas, que implican que siempre las hagamos de la mima manera. Las manías son rituales creados a base de rutinas sin que intervenga ningún pensamiento intrusivo, que en muchas ocasiones incluso pueden generarnos placer (p. ej. Placer visual al ver los libros en la estantería bien ordenados). Por norma general no suelen modificarse, son ideas o comportamientos rígidos.
Cuando estos comportamientos no se cumplen, o no los cumplimos, nos sentimos incómodos, algo ansiosos y enfadados por que las cosas no se han hecho como “se debían” (a nuestra manera). A veces podemos llegar a ser poco flexibles y molestarnos con los que nos rodean porque no cumplen con nuestra manía o ritual. Obviamente no tienen por qué hacerlo, puesto que es un comportamiento individualizado, aprendido, es más seguramente ellos tengan sus propias manías y en ocasiones ambas chocarán entre sí.
¿Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)?
El TOC es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones.
Las obsesiones
Se definen como cualquier pensamiento, imagen o impulso que viene a la mente de manera recurrente, persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados y que causan ansiedad o malestar significativo. Estos pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos (compulsión). La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente.
Las Compulsiones
Son las conductas que la persona realiza como respuesta al deseo de prevenir y reducir el malestar y/o ansiedad que producen las obsesiones, las cuales se van volviendo repetitivas, ilógicas y le exigen tiempo, además de que solo bajan la ansiedad momentáneamente. Las compulsiones varían de acuerdo al tipo de obsesión que tiene la persona (limpieza, orden, religión, gérmenes, sexual…) Hay quienes por sus ideas se tienen que lavar las manos o limpiar repetitivamente, hay quienes tienen que revisar todo lo que hacen varias veces, hay quienes tienen que repetir actividades o palabras, hay quienes tienen que rezar o contar cosas o hacen listas en exceso. Las compulsiones no generan placer, solo alivian la ansiedad y el malestar provocado por las obsesiones.
Las obsesiones y compulsiones provocan un malestar clínico significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más de una hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.
¿Qué diferencias hay entre manías y Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)?
En líneas generales, podemos decir que los criterios diferenciales que existe entre las manías y el TOC son: el grado de sufrimiento y ansiedad, el grado de interferencia en nuestro día a día como consecuencia de la frecuencia de las repeticiones, la capacidad para poder parar.
Las manías no generan tango grado de sufrimiento como sucede en el TOC, es decir, si una manía no se cumple o no la llevamos a cabo puede generarnos ansiedad y malestar, pero el nivel estará por debajo de 5 (si puntuáramos de 0 a 10), no nos incapacita para seguir con el día a día. De hecho, podremos cambiar nuestra atención fácilmente a otra cosa, sin dificultad, sin sentir una necesidad irrefrenable de realizar nuestra manía. Por el contrario, en el TOC, el grado de ansiedad, malestar y sufrimiento está por encima del 5, más bien rozando el 9 y el 10. En el TOC lo que acarrea sufrimiento no es la compulsión en sí, si no la obsesión, por tanto, si no se lleva a cabo la compulsión para neutralizar las obsesiones, el grado de ansiedad y mal estar será muy elevado (llegando incluso al pánico). Como consecuencia, nos será prácticamente imposible centrar nuestra atención en otras cosas, ya que no podremos salir de nuestra mente hasta que la compulsión no haya sido realizada.
Nuestras manías no interfieren en nuestro a día a día, no nos paralizan, se quedan en el ámbito personal. De hecho, al formar parte de nuestro repertorio de conductas a modo hábitos fluyen con total normalidad en ocasiones casi sin darnos cuenta, no consumen mucho tiempo. Las manías no son repeticiones de una determinada conducta, no sentimos la necesidad de repetirlas una y otra vez, sino que simplemente se realiza una vez (o no) y podemos pasar a otra cosa.
En el TOC los rituales (compulsiones) pueden llevar incluso horas, haciendo que lleguemos tarde al trabajo, o que perdamos un tren o nos perdamos la sesión de cine que habíamos reservado con antelación. Los rituales en el TOC condicionan las actividades que tenemos que hacer durante el día, al tratarse en muchas ocasiones de numerosas repeticiones estereotipadas como encender y apagar la luz 15 veces, lavarnos las manos con un jabón nuevo cada vez que tocamos un objeto, volver a comprobar una y otra vez si la llave del gas está cerrada… consumen mucho tiempo de nuestro día a día, deteriorando así nuestro circulo laboral, social y familiar.
Por último, cuando tenemos manías a pesar de que en un principio podamos sentirá algo de ansiedad si se evitan o no cumplimos, pasado un tiempo corto esa ansiedad va desapareciendo rápidamente. Incluso podemos llegar a cortar en mitad del proceso de actuación una manía y pasar a otra acción diferente sin mayores complicaciones. En el TOC, sencillamente se hace de una dificultad extrema poder tanto evitar la compulsión como frenarla en mitad del proceso. Si la persona por algún casual consigue frenarla en mitad del proceso lo más seguro es que vuelva a empezar el ritual desde el principio, pararía lo mismo si se pierde contando, o si cree que no lo ha hecho como debía.
Finalmente, todos tenemos manías, pero no todos padecemos TOC. ¿Y vosotros, que manías tenéis? No dudéis en compartir vuestra experiencia con nosotros en la parte de comentarios.
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