¿Cómo puede ayudarme una psicóloga infantil?
La psicología infantil es una rama de la psicología que dedica a entender los procesos del desarrollo evolutivo de los niños y de las niñas y ayuda a identificar situaciones o conductas problemáticas e intentar una solución.
La psicóloga infantil primero habla con las personas adultas implicadas en la educación del niño o niña y/o con aquellas que entienden que el pequeño está pasando por un problema. Estas personas pueden ser padres, madres, profesorado o familiares.
El objetivo es conocer el motivo de consulta que les trae a la terapia, a la psicóloga infantil, como es mi caso. Seguidamente se hacen sesiones, con el niño o la niña, de valoración de la problemática – en estas sesiones podemos darnos cuenta de problemáticas asociadas o inclusive valorar que el niño/niña no tiene cualquier problema y que lo que le ocurre es fruto del desarrollo evolutivo.
Así siendo, la primera ayuda que una psicóloga, un psicólogo infantil puede aportar es la de indicar si hay o no algo que se necesita resolver o si es solamente algo propio del desarrollo del niño, de la niña y no hay que preocuparse más que eso.
En los casos en que no hay problemática asociada a la conducta o ninguna situación complicada, la segunda ayuda que una psicóloga infantil puede dar es la de psicoeducación – explicar a padres, madres y educadores lo que está ocurriendo, ayudarles a normalizar y dar pautas de como sería más útil actuar de manera a ayudar el pequeño.
En caso de que haya problemas en la conducta o en alguna situación vivida o que está viviendo el niño o la niña, la psicóloga infantil será igualmente de gran utilidad, ya que su preparación profesional va a facilitar que el pequeño pueda asimilar nuevas etapas de la vida o le va ayudar a manejar sus emociones de manera a sentirse mejor y no actuar con introversión, agresividad, huída, tics o mentiras, entre otras posibilidades de reacciones…
En la terapia infantil la colaboración de las personas adultas que rodean el niño o niña es fundamental!!! Ellas van a ser las co terapeutas de la psicóloga infantil, que les van indicando de la evolución y reacciones del niño o niña en el transcurso de la terapia.
Hablar con los colegios, reunirse con los familiares, es condición sine qua non para una buena intervención terapéutica.
Una buena psicóloga infantil informa los padres, madres y educadores, hace sugerencias de mejoría, explica con un lenguaje sencillo lo que le está pasando al pequeño y les hace el encuadre bio-psico-socio-cultural necesario para el buen entendimiento de lo que está ocurriendo o ha ocurrido.
Una buena psicóloga infantil ayuda a pequeños y grandes, consigue crear relaciones de empatía con ambos y por encima de todo, ¡no juzga! Entiende que la gente está donde está por algún motivo y que el objetivo es ayudar no problematizar.
Una buena psicóloga infantil va a intentar interferir lo menos posible en el sistema, solamente se focalizará en las dinámicas problemáticas para transformarlas en algo agradable para todo el mundo. No va a dar lecciones ni pasar atestados de incompetencia porque no es eso que está pensando – sabe que siempre hacemos lo mejor que sabemos y podemos y desde ahí trabaja, desde la sabiduría de las personas adultas que rodean al niño o niña.
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