Si estás leyendo este texto porque te gustaría saber cómo ayudar a un ser querido que padece un trastorno obsesivo compulsivo, es decir, un toc, quiero darte las gracias. Tu voluntad de favorecer en el proceso que vive tu ser querido, puede ayudar más de lo que imaginas. A nosotros, los psicólogos que nos encargamos de llevar el caso, nos facilita enormemente la intervención que haya personas en el entorno del sujeto que estén dispuestos a colaborar, así que antes de proceder, gracias de nuevo. Dicho ésto, ¿cómo ayudar a alguien con TOC?

Somos plenamente conscientes de lo difícil que puede ser ayudar a alguien que padece un trastorno obsesivo compulsivo. Esto es así, porque las personas que están alrededor del que padece no tienen por qué saber nada acerca de este trastorno, o muy poco, o simplemente que el conocer no nos permita tener las herramientas adecuadas para saber cómo ayudar.

Por eso mismo, si tu familiar está en tratamiento y tú quieres favorecer, las reuniones con el psicólogo encargado del caso suelen ser una gran herramienta para el familiar/allegado. En Amadag, solemos reunirnos (siempre que seamos conscientes de la voluntad de ayudar) con los familiares o allegados más cercanos para que puedan ayudarnos en el tratamiento, es lo que se suele llamar, tener un coterapeuta. Alguien que sea nuestros ojos cuando nosotros no estamos y que facilite que se cumplan los acuerdos que se han realizado en terapia.

¿Cómo ayudar a alguien con TOC?

El trastorno obsesivo compulsivo, suele ser un trastorno muy frustrante, no solo para la persona que lo sufre sino para las personas que se encuentran en el entorno más íntimo de la persona, que acaban desesperándose, no entendiendo porque su allegado se comporta de tal modo.

Las personas con toc sufren obsesiones, que podemos definir como pensamientos, imágenes o impulsos que se dan de manera recurrente y perseverante sin que exista voluntad, generalmente de carácter desagradable.

Por otro lado, existen las compulsiones, que son acciones o rituales que la persona con toc lleva a cabo para eliminar el malestar de sus obsesiones. Estas últimas son las responsables de que las obsesiones cada vez tengan más fuerza.

¿Qué supone esto? Pues que podamos ver a nuestro allegado como bien describe el propio trastorno, continuamente obsesionado, llevando a cabo actos que aparentemente no tienen demasiado sentido y que pueden dejarte absolutamente descolocado. Por eso es tan importante conocer esta serie de pautas.

*La mayoría de tips que presentamos a continuación, están enfocados para seres queridos que acompañan a personas que están en tratamiento psicológico. Si tu ser querido no está tratando su problemática, lo mejor que puedes hacer por él es apoyar que la persona se trate, pero sin ejercer presión, es decir, alentar al tratamiento sin presionar. Ayuda a detectar ventajas y desventajas del cambio que puede suponer comenzar ir a terapia, informa a tu ser querido que el TOC es muy tratable, y que sus síntomas y angustia pueden disminuir en gran medida.

Ayudar a alguien con TOC (que está en tratamiento)


Modifica expectativas: No vas a solucionar el problema

Sentimos darte esta noticia, porque sabemos que tras la buena voluntad de muchas personas existe el deseo irrefutable de acabar dando con la “tecla mágica” que haga despertar a nuestro ser querido de su pesadilla, pero esto no es así.

Que puedas favorecer, no significa que puedas salvar y tener claro esto puede ayudarte a eliminar frustración y unos cuantos malos ratos. El trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno complejo, que requiere mucho tiempo, dedicación y especialización. El familiar puede llegar hasta un cierto punto, pero no va a poder “salvar” a su ser querido. Ni siquiera el psicólogo podrá. Esto es un trabajo en equipo, donde cada una de las partes es importante (la que más del paciente). Asumamos que no tenemos fórmulas mágicas y que vamos a tener que armarnos de paciencia. Como suelo decirles a mis pacientes: ¡Las obsesiones son muy pesadas!

Brinda apoyo emocional

No. La persona no puede dejar de pensar en su obsesión, por mucho que quiera. Los: “deja de pensarlo” no tienen demasiada cabida aquí, simplemente porque puedes creernos, si tu familiar pudiera dejar de pensarlo, ya lo habría hecho hace tiempo. Es posible que no tengas ningún tipo de educación ni conocimiento en el ámbito de la salud mental, pero eso no exime de poder brindar apoyo y escucha. Pídele a tu familiar que te narre lo que vive y trata de no emitir demasiados juicios, si dices o haces cosas, relacionadas con el toc que le hieran o le molesten, pídele que te lo haga saber, es un tema muy complejo así que una buena comunicación va a ser fundamental.

Los juicios y críticas constantes de su problemática pueden conllevar que la persona acabe ocultando su trastorno, lo que dificultará el tratamiento. Sabemos que es muy difícil no opinar negativamente, cuando vemos que alguien que queremos se está haciendo daño, pero recuerda que tu familiar se siente totalmente dominado por sus obsesiones y que es un camino difícil de reconducir para él. Esto no significa que tengas que validar sus comportamientos.

Apoyar a alguien con TOC no es ayudar a compulsionar

Es fundamental, que el familiar no confunda dar apoyo con facilitar el comportamiento compulsivo, recuerda lo que inicialmente hemos mencionado, estos comportamientos son los responsables del mantenimiento de las obsesiones. Aprobar las compulsiones nunca es buena idea, pero tampoco tu función es ser un castigador constante de éstas. El apoyo no significa aceptar las compulsiones de la persona afectada, sino hablar con ella acerca de sus miedos y ser comprensivo, aun cuando creas que lo que hace es extraño.

En ocasiones la persona con toc, utiliza a su familiar para compulsionar.

Pongamos un ejemplo: Paciente con Trastorno obsesivo compulsivo por enfermedad.
Paciente: “Entonces Manolo ¿Tú crees que no tengo un cáncer? “
Manolo: “Estoy seguro de que estás bien”.
Así todos los días… o casi todos.

Ejemplo: Paciente con Toc impulsivo
Paciente: “Entonces Paco… ¿Crees que no voy a suicidarme?”
Paco: No vas a suicidarte, puedes estar tranquila…
Así todos los días, o casi todos…

Parecen respuestas de lo más comunes ¿Verdad? Pues, aunque no lo creamos, la persona con toc está compulsionando a través de estas preguntas. Que el familiar conozca esta serie de comportamientos va a ser de inmensa ayuda en el tratamiento, es lo que inicialmente mencionábamos como cooterapeuta.

Reconoce las mejoras

Reconocer los logros es una parte fundamental del tratamiento. Recuerda que los progresos son muy complicados y están llenos de esfuerzo. Estimular los logros, es una herramienta poderosa que estimula a tu ser querido a seguir intentándolo.

Ejemplo: “He notado que llevas toda la semana sin preguntarme a cerca de una posible enfermedad que padezcas ¡Enhorabuena, sé que está siendo complicado para ti!”. Es decir, felicitamos y reconocemos la dificultad del proceso.

Elabora un plan de acción junto al psicólogo

Como el ejemplo de Paco y Manolo, es posible que hayas colaborado en el toc de tu familiar sin tu saberlo ¡Normal, casi siempre pasa! Por eso es posible que si ahora quieres dejar de hacerlo tu familiar pueda enfadarse contigo, porque considere que no le estás brindando ayuda, aunque lo esté pasando mal. Este paso, es delicado y generalmente conviene que intervenga el psicólogo encargado del caso para que marque acuerdos. Antes de tomar una decisión por tu cuenta, que pueda conllevar problemas familiares o rechazo intenso por parte del familiar, consénsuelo con el psicólogo y la persona que se encuentra en tratamiento.

Esperamos que estos pequeños consejos puedan servirte de guía, pero recuerda que solo son una pequeña orientación al problema y que la comunicación con el terapeuta encargado del caso va a ser fundamental para esclarecer un buen método de actuación.

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