6 Claves para la amaxofobia que no debes olvidar.

Si no aplicamos algunas claves para la amaxofobia, la respuesta más común ante la idea de coger el coche (o de las situaciones temidas relacionadas con la conducción, que pueden variar en cada caso) es la evitación, ya que suele ir seguida de una sensación placentera, de alivio inmediato, al ver que se aleja el estímulo temido. Sin embargo, es precisamente esta evitación la que puede favorecer el mantenimiento y la intensificación de una fobia en el tiempo.

A la hora de decidir enfrentarnos a un gran miedo, en este caso en el miedo a conducir, debemos tener en cuenta una serie de claves para la amaxofobia:

1. Comprender el mecanismo fisiológico y emocional de la ansiedad, y de los factores personales que hayan podido actuar como disparadores o mantenedores del problema.

2. Aprender a identificar, regular y modificar pensamientos anticipatorios y negativos automáticos. Las fobias suelen ir de la mano de determinados tipos de pensamientos como son la adivinación catastrófica (proyectar nuestro miedo en posibles, pero improbables, eventos futuros desagradables) o una excesiva generalización (relacionar y extender el temor a situaciones semejantes).

3. Conocer y practicar técnicas de relajación; como son la respiración abdominal o la conciencia plena (también conocida como Mindfulness), que nos ayudarán a experimentar las situaciones desde una perspectiva diferente.

4. Visualizar e imaginar las situaciones temidas, haciendo uso de las técnicas del punto anterior ya entrenadas. Muchas personas son capaces de saltarse este paso, lo cual es igualmente válido que decidir realizarlo.

5. Exponerse gradualmente a dichas situaciones, atendiendo al nivel de ansiedad y malestar que generan, y recordando que las sensaciones de ansiedad o pánico son una respuesta del organismo ante el estrés, que aunque resultan desagradables, no son peligrosas. El camino puede ser más o menos largo, pero cada vez que se supera un obstáculo aumenta la probabilidad de superar el siguiente.

6. Premiar los logros. Es primordial ser respetuosos y pacientes con nosotros mismos y comenzar a atender a los logros, aceptando los fallos como parte del aprendizaje.

Para llevar a cabo estos puntos es importante comenzar a ser conscientes de nuestra responsabilidad y capacidad para hacernos cargo de nuestras emociones y pensamientos, y embarcarnos en un proceso personal de autoconocimiento y autosuperación, en el que no existen tiempos o ritmos establecidos, trabajando conjuntamente con un profesional que será a la vez acompañante y apoyo.

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