Cuando hablamos de feminismo las primeras palabras que nos vienen a la mente son igualdad y género.

De cara a un mejor entendimiento del movimiento feminista es importante entender a que se refieren estos dos terminologías.

Primeramente tenemos que hablar del sistema Sexo-Género. El género surge a partir de la idea de que lo “femenino” y lo “masculino” no son hechos naturales o biológicos, sino construcciones culturales y las características biológicas que traemos de nacimiento que tienen que ver con la forma de los órganos sexuales la que hace que pertenezcamos a un sexo u otro .

Se llama género a las características que aprendemos a través de la familia, la escuela, las religiones, los medios de comunicación etc., y que nos definen como hombres y mujeres, según el sexo con que nazcamos. Este tipo de definición es también conocida por Sistema binario sexo-género, porque a parte de atribuir a un sexo un género especifico no contempla la intersexualidad.

Por igualdad se entiende el derecho de todo el mundo a ser tratado con el mismo respeto y consideración, sea en términos de ejercicio del poder, de no ser considerado ni por debajo ni por encima del otro o con la posibilidad de emitir una voz que sea escuchada y considerada como portadora de significado y credibilidad.

Destacar que la diferencia no tiene nada que con la desigualdad. Los seres humanos somos diferentes de muchas maneras: tenemos características físicas distintas, formas de pensar y sentir diferentes y circunstancias externas diversas, como por ejemplo: cultura, ingresos, patrimonio, recursos, libertades, derechos, calidad de vida, etc. por lo tanto lo contrario de la igualdad no es la diferencia, sino la desigualdad, y muchas veces hemos contrapuesto Igualdad y Diferencia, cuando en realidad no es posible conseguir una verdadera igualdad sin diferencia.

La igualdad admite diferencias, y no admite desigualdades, porque la desigualdad supone discriminación y privilegio; y la diferencia implica diversidad dentro de la misma especie sin discriminación o privilegio de algún tipo.

Estos dos conceptos van a formar lo que hoy conocemos por Feminismo, que lo podríamos definir como el movimiento social y político parte la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación y que lucha por la igualdad de derechos y oportunidades entre personas sin privilegios de raza, clases, orientación sexual, sexo o género.

El feminismo no pretende elevar a la mujer a la categoría del hombre como ser modélico, sino luchar por una sociedad donde haya equidad entre su población. El machismo no lucha por esta equidad y sostiene que el hombre es por naturaleza superior a la mujer.

 

 

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