¿Sientes que estas atrapado por tus síntomas de ansiedad?. ¿Has establecido una rutina de lugares y personas seguras, y te cuesta separarte de ellos?. ¿Condiciona la ansiedad gran parte de tu vida?. Es posible que estemos hablando de: Agorafobia.

AGORAFOBIA

Para entender que significa agorafobia, necesitamos dos palabras. Agora + Fobia: Agora viene del griego Ágora que significa Plaza Pública, lugar de reunión o discusión; y Fobia viene del griego Phóbos que significa temor, miedo mórbido sobretodo por su carácter obsesivo. Y nada mejor que juntar estas dos palabras y crear una sola para definir lo que hoy conocemos por Agorafobia, que según la DSM IV-TR es la “ansiedad por se encontrar en lugares o situaciones en los cuales la fuga pueda ser difícil (o embarazosa) o en los cuales pueda no tener ayuda disponible en caso de tener un ataque de pánico inesperado o situacionalmiente predispuesto o situaciones semejantes al pánico. Las situaciones más comunes incluyen estar solo en casa; estar en una multitud o esperar en una fila; cruzar un puente y viajar en coche, autobús, tren o avión.”

TRATAMIENTO DE LA AGORAFOBIA

En AMADAG (Asociación Madrileña de Agorafobia) tenemos como objetivo dinamizar terapias de grupo donde hay la posibilidad no sólo de conocer a personas con el mismo trastorno en diferentes niveles de evolución y con diferentes modos de afrontar sus miedos, si no también tomar conciencia de lo que realmente le pasa a nivel interno y encontrar herramientas para afrontar el problema hasta la disminución/extinción de lo mismo.

Según nuestro punto de vista la intervención más eficaz tiene como base la perspectiva cognitivo-conductual, donde a través de técnicas especificas se trabajan los miedos que la agorafobia conlleva, bien como herramientas para prevenir/ extinguir los ataques de pánico cuando es el caso. Sin embargo, nos damos cuenta que este planteamiento debe ser complementado con otras corrientes mas psicodinámicas, que permitan trabajar con mas profundidad, la actitud de la persona hacia el trastorno, siendo este un punto clave en la recuperación de la persona.

LA TERAPIA ON-LINE EN LA AGORAFOBIA

Somos un centro de referencia en el tratamiento de la Agorafobia y pánico. Poseemos una gran experiencia en el manejo de ambos trastornos, y hemos diseñado una plataforma On-line de tratamiento respondiendo a las peticiones que nos hacen personas de otros puntos de España y del mundo.

La terapia on-line también suele ser denominada ciber-terapia, e-terapia, consulta online o terapia virtual, entre otros términos, y hace referencia a todos aquellos servicios psicoterapéuticos, como asesoramiento y apoyo, que brindan los profesionales de la salud mental a personas de cualquier parte del mundo que estén interesadas en ellos; llevándose a cabo a través de las diversas modalidades comunicativas que posibilita Internet, ya sean chats especializados, foros, correo electrónico o videoconferencias entre terapeuta y paciente.

¿QUE FACTORES PREDISPONEN A PADECER AGORAFOBIA?

Entran en juego un montón de complejos factores para poder responder a esta pregunta, y de hecho no se puede dar una respuesta precisa, pero si podemos saber que determinadas personas con determinadas  circunstancias  y características tienen más tendencia a desarrollar un comportamiento agorafóbico que otras:

  • En primer lugar, quienes padecen agorafobia suelen ser personas que viven como muy vergonzoso el hecho de tener algún problema de ansiedad u otro tipo de trastorno psicológico. Se sabe que las personas que viven con especial vergüenza este hecho tienen mayor probabilidad para desarrollar agorafobia.
  • Personas que tienen tendencia a realizar procesos de atribución errónea. Esto es, personas que tienden a atribuir la activación que sienten a las circunstancias ambientales que los producen. Por ejemplo si tienes una pelea y estas enfadado, evitas las peleas, porque no quieres sentir esa activación, en lugar de centrarte en saber manejar dichas situaciones para que no te afecten tanto.
  • Suelen ser individuos con un locus de control externo. Con esto nos referimos a personas que tienen la sensación de que no pueden hacer nada para reducir sus sensaciones. Si uno cree que tiene algo que hacer para manejar la ansiedad, es menos frecuente que termine desarrollando una agorafobia. Ya que esta es vivida mas como una maldición que como un problema a resolver.
  • A veces hablamos de personas con agorafobia tienen una mayor vulnerabilidad genética, ya que tienen una percepción más fina de sus propias sensaciones internas. Es más frecuente que mantengan una situación de hipervigilancia continua, a la caza y captura de las sensaciones que no consideran normales. Por poner un ejemplo hay coches apenas los rozas y suena la alarma, y hay otros que no suena aunque pase un tanque por encima.
  • Personas con miedo a las sensaciones nuevas, y que prefieren lo conocido a lo desconocido. Es decir, con una cierta necesidad de mantener el control y con especial miedo a perderlo.
  • Personas que han tenido experiencias traumáticas directas o han sido testigos de algún suceso dramático. Por ejemplo encuentro con relativa frecuencia, entre mis pacientes, la experiencia del atragantamiento, o haber visto atragantarse a alguien, y es frecuente que esos mismos pacientes hablen del miedo a no poder tragar o no poder respirar.
  • Es más frecuente que las personas con agorafobia sean más introvertidas que extravertidas en sus relaciones sociales.
  • Aparecen con mucha frecuencia menciones de que al menos uno de los dos progenitores era percibido como sobreprotector y/o falto de cariño.

Escucha nuestro Podcast sobre Agorafobia, donde explicamos lo más importante.

DATOS Y ESTADÍSTICAS SIGNIFICATIVAS
  • La edad media de comienzo en 1987 era de 28 años, mientras que 18 años después (Kessler, Berglund et al, 2005) establece la edad media de comienzo en los 24 años. En mi opinión esto refleja que cada vez se detecta antes y mejor, no que la sociedad marche al desastre. A partir de los 60 años disminuye enormemente el porcentaje de personas que padecen agorafobia.
  • En la prevalencia global (Nos referimos a la posibilidad de padecer el trastorno en algún momento de la vida, según la USA National Comorbility Replication, 2005), nos encontramos los siguientes datos: Agorafobia con o sin historia de trastorno de pánico 3´5 %.Trastorno de pánico con agorafobia 4´7%. Agorafobia sin historia de trastorno de pánico 1´4 %.
  • Las personas con agorafobia constituyen el 60% de las consultas profesionales por fobia.
  • La agorafobia tiene el doble de probabilidades de parecer entre personas con bajo nivel educativo y económico. Se da más en personas viudas, o separadas que en casadas, y hay indicios de que es más frecuente en zonas urbanas que en rurales.
  • Más de las dos terceras partes son mujeres. Para responder a este hecho se han elaborado varias hipótesis. Para algunos investigadores prevalecen las causas culturales. La mujer tiene mayor predisposición a admitir sus miedos, y socialmente esta mejor vista la evitación de la mujer que la del hombre. Los estereotipos sexuales tendrían mucho que ver en estos casos. Para otros investigadores la diferencia estaría más en factores biológicos y hormonales. Según estos estudios las mujeres tendrían más predisposición a sentir ansiedad que los hombres, ya que evolutivamente sería bueno para la supervivencia de la especie, que las mujeres estén más atentas a los posibles peligros.
  • Para algunos la diferencia entre ambos sexos puede ser más enmascarada que real. Los hombres utilizan el alcohol con más frecuencia que las mujeres, y lo utilizan como muleta para enfrentarse a las situaciones temidas. Así algunas personas pueden camuflar su problema bajo el consumo de sustancias legales o ilegales. Es importante preguntarse cuantas personas enmascaran su agorafobia con el uso de fármacos tranquilizantes.
  • Antoni Bulbena y su equipo han presentado desde hace varios años evidencias de correlación entre el síndrome de hiperlaxitud articular y la ocurrencia de crisis de pánico entre varios individuos. Concretamente, este grupo describió la asociación entre ansiedad con una mayor flexibilidad de las fibras colágenas, una característica principal del que actualmente se conoce como síndrome de hiperlaxitud articular (SHA). Esta asociación clínica se concretó posteriormente con el hallazgo de una unión genética entre ambos fenómenos que provocó un gran impacto Esto nos abre puertas para entender mejor el pánico y la agorafobia, ayudándonos a entender otras facetas del mismo. También ha ocurrido con otros trastornos como el prolapso de la válvula mitral.

CUANDO LA AGORAFOBIA ES UN ESTILO DE VIDA

“Súbitamente sentí una oleada de miedo sin que hubiera razón alguna. El corazón me latía apresuradamente, me faltaba el aire, sentía que no podía respirar, el corazón latía tan fuerte que parecía que iba a salirse por mi boca. Me dolía el pecho, tenía mareos, ganas de vomitar, no podía parar de temblar. Sentía que me moría. Era como una agonía mortal que nunca terminaba.“

La agorafobia se convierte, más que un trastorno, en un estilo de vida en multitud de casos. El agorafobico se adapta a su miedo, convirtiéndose este, en el centro de gravedad, alrededor del cual gira su mundo. La persona y el pánico se hermanan en un viaje circular, del cual parece cada vez más difícil salir.

En AMADAG (Asociación Madrileña de Agorafobia) tenemos como objetivo dinamizar terapias de grupo donde hay la posibilidad no sólo de conocer a personas con el mismo trastorno en diferentes niveles de evolución y con diferentes modos de afrontar sus miedos, si no también tomar conciencia de lo que realmente le pasa a nivel interno y encontrar herramientas para afrontar el problema hasta la disminución/extinción de lo mismo.

Antiguamente, en la edad media. Los que eran perseguidos por la justicia podían refugiarse en las iglesias para evitar ser capturados. De esta forma “se acogían a sagrado”. Los proscritos podían moverse a sus anchas por el interior de la iglesia porque allí tenían una seguridad. Este estado de seguridad se perdía si el individuo salía de ese recinto.

El agorafóbico también se acoge a sagrado. Para él existen ciertos lugares o determinadas personas que permiten que su ansiedad disminuya rápidamente o incluso que desaparezca.

Suele empezar con una crisis de angustia o ataque de pánico ante una determinada situación (el metro, el coche, en plena calle, en el trabajo…).

Posteriormente, para evitar que esa crisis se repita, el agorafóbico deja de frecuentar el lugar donde se desarrolló la primera crisis. Porque existe un miedo a que esa situación se vuelva a repetir. Se desarrolla una ansiedad ante la posibilidad de tener otro ataque. Con el tiempo es posible que la persona comience a generalizar su miedo a otras situaciones (se va acogiendo cada vez mas a sagrado) hasta que su vida va tornándose cada vez mas limitada.

Por lo tanto la agorafobia es un conjunto de fobias, un conjunto de miedos que se desencadenan cuando la persona no se halla en ese lugar seguro. La persona sabe que su miedo es irracional, pero en el fondo no se termina de creer que no le ocurrirá nada fuera de ese lugar seguro, por muchas veces que intenten repetírselo. Explicar la teoría es muy fácil, otra cosa es llevarlo a la práctica. Pero hay que tener en cuenta que los procesos de las personas son diferentes, y que cada uno tiene su propio ritmo.

AGORAFOBIA EN LA INFANCIA

No se es agorafóbico, se tiene agorafobia. La agorafobia no está presente las 24hs del día con una persona. Es muy importante subrayar este matiz, hay momentos agorafobicos, hay momentos en que el miedo es tan grande que impide actuar pero hay otros momentos de menos tensión donde la persona se siente hábil (adultos, niños o adolescentes).

Es el miedo al miedo, es el miedo a la incertidumbre de saber cuidarse, dudar de las capacidades para solucionar las cosas de la vida. Siendo así, es fácil imaginar que es sencillo que ocurra en etapas más tempranas del desarrollo humano como son la infancia y la adolescencia.

El desencadenante suele ser la percepción de que no controlan sus vidas. Situaciones como la muerte de un ser querido, cambio de ciudad y/o colegio o ruptura de relaciones pueden ser la gota que rebasa el vaso de algo que ya estaba latente y originar un miedo más fuerte al mundo. A partir del momento en que se despierta la percepción de que en la vida no se puede controlar nada y que no siempre las cosas se cumplen como a ellos les gustaría, se puede generar el síndrome de Agorafobia. La frustración y el miedo de que las cosas no sean como ellos quieren. El miedo a que las cosas vayan mal si no se hacen a su manera. El miedo a probar cosas nuevas. El miedo a salir de la rutina. El miedo a fallar. La poco auto-confianza en uno mismo. Todo esto es caldo de cultivo para la aparición de la agorafobia.

En los niños y adolescentes la agorafobia se desarrolla muy lentamente y normalmente solo es percibida por los adultos en fases más avanzadas, identificando las señales como algo típico/normativo de la etapa por la cual está pasando.

Síntomas:

  • Miedo a probar cosas nuevas.
  • Dependencia de los padres.
  • Inseguridades en las relaciones con sus pares.
  • Miedo a estar solo.
  • Miedo a tener un ataque de pánico en locales públicos, como por ejemplo un centro comercial, o delante de personas que no conoce.
  • Gran sentido del ridículo.
  • Evita viajar.

Medicación y agorafobia.

Aproximadamente dos tercios de las personas que vienen a AMADAG vienen ya con una medicación prescrita, y hemos ido descubriendo que la relación que tiene una persona con la medicación es clave para entender de forma correcta este trastorno. En los grupos nunca dejamos que hablen de medicamentos concretos, ya que corremos el riesgo de que eso se convierta en una botica de la abuela, aunque si transigimos que se hable de medicación en un sentido general.

No estamos en contra de la medicación porque visto, no tendría sentido prescindir de los beneficios de una medicación bien prescrita, ya que hemos descubierto muchos casos en los que esta ha llegado a ser un impulso muy beneficioso, y ha ayudado de forma muy notable a la recuperación del paciente. Sin embargo, la medicación puede servir para únicamente mantener el Status Quo, añadiendo una carga más a la lista de dificultades cotidianas, e incluso dificultando el progreso en el tratamiento.

Las principales opciones farmacológicas actuales en el trastorno de agorafobia son:

 

Ansiolíticos:

La primera gran familia de medicamentos que se usan en el tratamiento de los trastornos de pánico y agorafobia son los ansiolíticos.

La gran ventaja de los ansiolíticos en la agorafobia es su eficacia casi inmediata para cortar la crisis de ansiedad, y cumple su papel bastante bien, su desventaja en cambio viene dada por tres factores:

  • Posible aparición de efectos secundarios. Somnolencia y la incompatibilidad con trabajos que requieran mucha concentración. También hay que tener precaución con la conducción.
  • Se trata de una medicación altamente adictiva. Si se retira de forma brusca aparecerá un síndrome de abstinencia.
  • Desarrollo de tolerancia. Es decir, la necesidad de consumir dosis cada vez mayores para conseguir el mismo efecto.
  • Otra gran desventaja, por paradójico que pueda parecer, es que funcionan, y precisamente por ello olvidamos encontrar una manera de manejar la ansiedad, y optamos por aliviarnos de ella.

Antidepresivos: 

Los antidepresivos son el tratamiento de elección en el tratamiento de la agorafobia.

Existen tres grandes grupos de antidepresivos que se suelen utilizar en el tratamiento de algunos trastornos de ansiedad: los inhibidores de la receptación de la serotonina (ISRS), los inhibidores de la receptación de la serotonina y norepirefrina (ISRSN) y los antidepresivos triciclicos.

¿Por qué un antidepresivo, si estoy ansioso y no deprimido?. Los antidepresivos actúan también para controlar la ansiedad, y no solo el estado de ánimo. También podría ocurrir que una persona desarrollase una depresión a partir de la sensación de estar limitada, y en este caso los antidepresivos, también serian útiles.

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