Las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada mantienen una ansiedad constante a lo largo del día, aunque no pueden determinar con exactitud la causa real de su ansiedad. Quienes sufren de este trastorno suelen mantener una preocupación excesiva (un estado persistente, difícil de controlar, que interfiere significativamente con su vida y las personas que la rodean), y además manifiestan algunos de los siguientes síntomas:
Las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada viven en un estado de tensión y alerta permanentes. Este estado de amenaza constante aparece porque perciben el mundo como un lugar amenazante y difícil de controlar. Procesan la realidad de forma distorsionada, sobre estimando la posibilidad de de sucedan hechos negativos, aplicando un filtro catastrófico al entorno que les rodea.
• En España, la tasa de población adulta afectada por algún tipo de trastorno de la ansiedad alcanza el 20% (casi 2 de cada 10 españoles).
• El número de casos de ansiedad en nuestro país había aumentado en los últimos años en paralelo a los casos de depresión, enfermedad que ya afecta entre un 10 y un 15% de la población.
• El TAG aparece en algunos estudios hasta en el 7,9% de la población.
• Las mujeres tienen más riesgo que los hombres de padecer un trastorno de ansiedad y la prevalencia de la mayoría de los trastornos de ansiedad en el caso de las mujeres duplica a la de los hombres, excepto en el caso de la fobia social, en la que las diferencias fueron menores.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS MÁS HABITUALES?
¿Sabías que experimentar una sensación de irrealidad o sentirte como en una película, como viéndote desde fuera, es también un signo característico de la ansiedad? ¿Y sentir síntomas digestivos incómodos, como gases o urgencia urinaria? ¿Y realizar movimientos torpes?
Preocupaciones excesivas, rumiaciones,
pensamientos, ideas o imágenes negativas y catastrofistas.
Sensación de irrealidad y de extrañeza con uno mismo. La desrealización alude a la sensación de irrealidad y de extrañeza con el mundo
El corazón late más rápido de lo normal de forma abrupta. También puedes sentir un dolor punzante en el corazón o “saltos” del corazón.
Cuanto más me asusto más deprisa respiro y cuanto más oxigeno cojo más sensación tengo de ahogo.
Náuseas, nudo en el estómago, vómitos, molestias digestivas (gases, ardor)..
Molestia o dolor de cabeza producido por la tensión muscular excesiva y en toda la zona de la cabeza, de forma difusa, regular y constante.
Urticarias, granos picores… Tu piel puede estar más pálida, con menos luminosidad, más apagada. También puedes sentir hormigueo en las extremidades.
Periodo discreto de intenso miedo, aprensión, terror o malestar que va acompañado frecuentemente de una sensación de peligro o catástrofe inminente y de un impulso a escapar.
EL PRIMER PASO: TEST ORIENTATIVO
Para resolver de forma provisional tus dudas, hemos elaborado este pequeño test a modo orientativo con las preguntas clave que debes hacerte a ti mismo/a. Coge papel y lápiz y… ¡empecemos!
El tratamiento de la ansiedad puede comprender diferentes abordajes. Establecemos una base cognitivo-conductual e integramos aportaciones de otras corrientes como el Mindfullnes, la terapia de aceptación y compromiso, la terapia Gestalt y el psicoanálisis.