Por paradójico que parezca, los ataques de ansiedad son resultado del miedo. A veces los sucesos estresantes provocan determinadas reacciones, activándose determinadas respuestas, propias de la ansiedad. Como resultado de dicha activación, aparece esa respuesta del estrés, con sus correspondientes síntomas. Si ocurre que interpretamos esos síntomas de forma errónea, y pensamos que algo terrible nos está ocurriendo, en lugar de codificar lo que nos pasa como una respuesta normal de nuestro cuerpo frente al estrés, podríamos entrar en pánico. La angustia que sentimos ante esa misma situación hace que nuestras sensaciones se incrementen, se hagan más intensas. De nuevo las reinterpretamos y nos centramos en esas sensaciones, desencadenándose entonces pensamientos catastrofistas en los que la persona cree estar en peligro, formándose una espiral, una pescadilla que se muerde la cola. La espiral termina cuando la persona cree realmente que la situación está bajo control, o bien cuando el objeto de pánico desaparece.
Descubre más sobre los ataques de ansiedad en este vídeo:
Los mecanismos de defensa forman parte de nuestra vida cotidiana, aunque no nos percatemos de…
Mientras en occidente se emplea el método socrático para buscar la verdad última de las…
La presente guía fundamental sobre la ansiedad generalizada ofrece información general sobre la naturaleza, síntomas,…
Vivimos en un mundo en constante proceso de urbanización, eso implica grandes cuidades, construcción sin…
Seguro que en más de una ocasión a lo largo del día le habéis dado…