Categories: Terapias y ansiedad

El psiquiatra responde: fobia social y medicación

Fobia social y medicación.

De nuevo Flavio Gutierrez, psiquiatra, responde a una nueva tanda de preguntas. En este caso hemos escogido las relacionadas con la fobia social y medicación.

  • ¿Cómo se trata la Fobia Social a nivel Farmacológico? ¿Qué tipo de medicaciones se emplea en este caso? (Ans, Beta, ISRS, anti obsesivos)

La fobia social y medicación convergen desde dos perspectivas: el tratamiento para la exposición inmediata y el tratamiento para atenuar la sintomatología asociada al trastorno. Para la primera, ansiolíticos de vida media ultrarrápida o betabloqueantes son el tratamiento indicado (con exposición quiero decir el momento en el cual se manifiesta la fobia). Para la sintomatología asociada al trastorno: Es cierto que la depresión y la ansiedad son trastornos comórbidos que aparecen ante la frustración que vive el paciente por lo incapacitante que es su padecimiento. Antidepresivos y ansiolíticos (corto periodo de tiempo y de vida media larga) son la solución farmacológica.

  • ¿Por qué se elige la Fluoxetina sobre otro tipo de medicaciones?

En la actualidad el amplio abanico de fármacos antidepresivos ofrece muchas posibilidades terapeúticas. Es cierto, si asociamos fobia social y medicación, que la Fluoxetina es el primer antidepresivo de las era ISRS que sacaron al mercado. Es por ello que el profesional tanto a nivel clínico como investigación ha usado este tratamiento en muchas más ocasiones. Esta experiencia asociada a la seguridad del fármaco (pocos efectos metebólicos, buena retirada, no tolerancia…) hacen de éste un tratamiento de primera elección.

  • ¿Qué otros cuadros asociados a la fobia Social puedes encontrarte en consulta?

La fobia social es un cuadro incapacitante que limita a la persona progresivamente debido a ese miedo irracional a la exposición social. Es cierto que la persona se da cuenta de ello y vivencia el trastorno con rabia y desesperanza al ver el grado de anulación que puede sufrir sin poder hacer nada al respecto. Es por ello que, en muchas ocasiones, los trastornos depresivos aparecen en escena. La persona se desespera, no encuentra solución, anímicamente lo pasa mal y progresivamente se adentra en una espiral que en algunas ocasiones puede desencadenar en un cuadro depresivo reactivo a la frustración generada por la fobia social. En otro rango de problemas asociados encontramos la ansiedad anticipatoria y como estado que aparece al estar sumido siempre al pensamiento futuro temerario de exposiciones sociales. En este mismo nivel encontramos los trastornos del sueño que gravitan sobre la fobia social cuando la exposición es inminente.

  • ¿A nivel de personalidad…Tienen algunas características en común las personas con Fobia Social?

No se nace con fobia social. El miedo a pasar vergüenza es algo intrínseco que se presenta en todos nosotros. El que se desarrolle con más o menos intensidad es lo que determina en muchos casos que pueda aparecer la fobia social. Si que es cierto que en muchas ocasiones encontramos personalidades previas intrusivas, sensibles y con altas capacidades para captar todo lo que sucede a su alrededor. Podemos ver también antecedentes de rechazo social en la infancia (factor de riesgo importante). La timidez es el ingrediente perfecto en algunos casos para poder desarrollar una fobia social. En este caso debemos tener en cuenta que una persona tímida puede desarrollar una fobia social pero no siempre la fobia social se da en personas tímidas (puedes padecer fobia social específica a las presentaciones en público y ser una persona de éxito en las relaciones personales de tú a tú por ejemplo).

  • ¿Observas si algunas de las personas con ansiedad social tienden a abusar de algunas sustancias para paliar la ansiedad?

Es un consulta frecuente fuera del ámbito de fobia social y medicación específica. Encuentras alivio en el ansiolítico y descubres que el mismo te ayuda a solventar situaciones que te generan miedo . Acostumbras a tu SNC a esa sustancia y la relacionas directamente con el beneficio que te ayuda en la exposición . Si no se controla por un profesional , esta situación narrada en muchas ocasiones es el caldo de cultivo previo para desarrollar un abuso de benzodiacepinas, uno de los inconvenientes de asociar fobia social y medicación.

El betabloqueante actúa a nivel del sistema cardiovascular. Eso significa que ante una exposición el betabloqueante controla la taquicardia que se puede generar por el miedo ante dicha situación. En este caso sólo ese efecto cardiológico ayuda a no concatenar un estado de inquietud que lleve a una franca ansiedad. Por así decirlo el betabloqueante tiene un efecto cardiológico que influye de forma indirecta sobre la ansiedad. En el caso del ansiolítico el efecto es a nivel del sistema nervioso central. La persona se relaja y de forma indirecta con ello se evita que el corazón se acelere. Hablamos de dos tratamientos con mecanismo de acción distintos que actúan a distintos niveles y que de forma directa e indirecta logran evitar un cuadro ansioso en el momento de la exposición.

  • Se que tengo un carácter evitativo: timidez, me siento inferior a los demás, soy ingenuo, me cuestan las relaciones sociales y me siento incómodo donde hay que relacionarse, además, padezco de depresiones y ansiedades. ¿Tienen que ver las depresiones con mi carácter?

La personalidad de la persona se desarrolla con el tiempo. Es cierto que hay ciertas personalidades con predisposición melancólica. Eso no quiere decir que sean depresivas si no que su forma de manejar su vida se hace en base a un filtro que te puede llevar con mayor facilidad a ser tímido, distante, intrusivo sin por ello estar deprimido. El problema es cuando convivir con estas características se convierten en algo problemático para la persona. Es en ese momento cuando puede aparecer la fobia social.

  • ¿Llevo tomando ISRS por fobia social y llevo un año, puede el tratamiento prolongarse en el tiempo? ¿Cabe la posibilidad de que un fóbico social necesite un ISRS de por vida?.

En algunas ocasiones el ISRS se convierte en un compañero de viaje de larga duración. Es cierto que hay casos en los que debido a la gravedad de los síntomas asociados (ansiedad o depresión ) la persona encuentra en el antidepresivo el colchón o la seguridad necesaria para evitar que afloren esos síntomas y con ellos la fobia social. Un ISRS a dosis bajas se puede convertir en un gran aliado para combatir la fobia social.

El trastorno de personalidad se forja en base a una progresiva anulación psicológica de la persona que determina una personalidad EVITATIVA. Como decía antes una fobia social la puede tener una persona que es muy asertiva en muchos aspectos de su vida.

La personalidad EVITATIVA duda de todo y en todos los contextos , supedita su forma de ser y pensar y los convierte en meras comparsas de lo que sucede en su entorno. Se convierte en una sombra de lo que puede llegar a ser . La persona al ser consciente de esto genera una ansiedad generalizada que intensifica su sintomatología. Digamos que el EVITATIVO se difumina en todo su ser hasta el punto de no ser capaz de enfrentar ninguna situación de su vida. Esto no ocurre con la fobia social como decía. Es cierto que una persona con T.P.E puede tener fobia social , pero no por tener fobia social vas a padecer un TPE.

Puedes obtener más información sobre la fobia social en nuestro podcast “La teoría de la mente”.

Rubén Casado Hidalga

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  • Buenas tardes, he visto sus respuestas en internet y me he atrevido a hacerle esta pregunta ¿Que me pasa?¿Por qué me siento así?
    Me explico: Tengo 47 años estoy felizmente casado y con dos hijas que son el centro de mi vida: Ana de 16 y Azahara de 26.
    Desde pequeño he sido un chico muy tímido y bastante vergonzoso; cuando empece en el Colegio con seis años (Párvulos) lo pasaba muy mal cuando se iba mi madre y me dejaba solo (Recuerdo que incluso me hacía pis encima cuando me asustaba por cualquier cosa)
    Desde los ocho o nueve años comencé a trabajar en el campo con las vacas con mi padre ayudándole en lo que podía; hasta sexto de EGB, más o menos lo lleve bien porque estuve con el mismo grupo de alumnos todos esos años, pero al llegar a séptimo y octavo y tener que convivir con alumnos mayores empece a sentirme mal: Me sentía inferior y con miedo. Cuando jugaba con los mayores sentía miedo a quedar en ridículo por ser más débil o más tímido.
    Cuando comencé el Instituto fue un tormento, pero a duras penas saque el primer año; pero me sentía mal, muy mal, con miedos, vergüenzas...Tan es así, que al año siguiente, buscando encontrarme mejor, me cambié a otro Instituto para lo que tuve que irme a vivir con una tía. A los dos meses, me vine para casa y abandone los estudios y con gran disgusto para mis padres seguí trabajando en el campo. No obstante, lo que a mí de verdad me gustaba y me gusta era estudiar, aprender; pero no podía estar en los colegios, me ahogaba, asfixiaba, estaba atemorizado,fuera de mi casa de mis padres, de mis hermanos, con extraños.
    Con 14 años me fui a trabajar a una gasolinera fuera de casa y me quedaba nuevamente con mi tía; fue un martirio, contaba los días, horas, minutos y segundos que me quedaban para poder volver a casa. Nuevamente,buscando otra vez sentirme mejor, busque la excusa de irme voluntario al servicio militar. Allí pase de los peores momentos de mi vida: Me sentía encerrado, lloraba, me ahogaba. Termine el servicio militar y comencé a trabajar en otra gasolinera (Ésta muy cerca de mi casa y mi familia), en la que he estado durante 22 años, y aunque lo pase mal durante mucho tiempo,había momentos en los que me encontraba realmente tranquilo.
    Estando en la gasolinera me case, tuve a mis hijas, y empece a estudiar la carrera de Derecho. La termine en 5 años con buenas notas. Una vez termine la carrera hice el Master de ejercicio de la Abogacía, y después empece a preparar oposiciones para Secretario de la Administración Local. Aunque no conseguí plaza definitiva, si saque una interinidad en un pueblo y decidí dejar la gasolinera y empezar a trabajar como Secretario. Fue un auténtico infierno los primeros meses: No dormía, temblores, miedos a los políticos, a hablar en los Plenos y en público, sudores. Acudí al Psiquiatra y me puso un tratamiento. Cuando más o menos me iba adaptando, tuve que dejar la plaza. Después saque otra interinidad en otro pueblo, y la historia se repitió: Angustia, temores. Aquí he estado tres años, y cuando empezaba a encontrarme un poco más tranquilo, también tuve que dejar el puesto. No obstante, tanto los políticos como los compañeros me hicieron una despedida muy emotiva agradeciendo mi labor.
    Después de esto, aprobé una interinidad por seis meses en el Servicio Jurídico de mi Comunidad Autónoma.Los primeros días mal, pero luego me fui encontrando un poco mejor. Sin embargo,siempre me ha obsesionado el quedarme sin trabajo y no poder atender las necesidades de mi familia, y continué presentándome a concursos de Secretario. En septiembre gané uno y me fui a trabajar a 400 kms. de mi casa y solo (Mi mujer trabaja y mis hijas no querían dejar el pueblo).
    Durante todo el tiempo me ha atemorizado la idea de tener que salir a trabajar fuera, verme solo sin mi familia en un sitio extraño. Y esa situación se acabó produciendo.
    Aunque los primeros días parece que no me encontraba mal del todo, y además voy a casa todos los fines de semana, diversos problemas en el trabajo unidos al hecho de estar solo, me fueron agobiando cada vez más.
    Hace unos días, tras una discusión de trabajo con un político, no aguanté más y tuve que salir corriendo para mi casa e ir a mi médico para que me diera la baja. No veía otra salida, sólo quería estar en mi casa con mi gente, no podía controlar la situación, me veía atenazado no podía realizar mi trabajo.
    Ahora se que tendré que volver allí y me puede la angustia. El puesto de trabajo es de Secretario Categoría Superior, un buen puesto y con un buen sueldo, pero eso a mi cuando me entra la angustia me da igual, yo solo quiero dejarlo todo y volver a casa.
    Eso mismo me paso hace dos veranos cuando, para celebrar nuestras bodas de plata, fui con mi mujer a la Ribera Maya en México; cuando llegue al aeropuerto de México me entró la angustia. Dios Mio buscaba excusas para volver a casa y le amargue las vacaciones a mi mujer.
    No soy una persona que tenga problemas de relación con nadie, al contrario, a la gente le gusta estar conmigo, dicen que soy una persona educada, tolerante y amable con la que es un placer hablar y pasar un rato; me gusta salir con mi mujer y mis hijas, el cine, el fútbol... Si es verdad que cada vez me siento menos a gusto fuera de mi circulo familiar, solo deseo estar tranquilo y relajado en mi casa.
    Cualquier persona estaría agradecida a la vida de tener este trabajo, de poder hacer ese viaje, y yo lo estoy, pero ¿Por qué me siento así?
    Muchas gracias.

  • Gracias, gracias, por escribirme soy persona mayor(60 años) y sufro de timidez, aunque todos me dicen que no lo parezco. Tengo dificultad para integrarme social mente,creo que tengo fobia social, esto me lleva a marginarme, soportar la soledad y bajar algo mi autoestima.

    Lamento, vivo en Gerona y ustedes están en Madrid, pero necesito ayuda y quisiera conformar un grupo con las misma necesidad de compartir que tengo yo, (preferible personas mayores).

    Gracias por atenderme, quedo pendiente de sus sugerencias y ayuda

  • Gracias, gracias, por escribirme soy persona mayor(60 años) y sufro de timidez, aunque todos me dicen que no lo parezco. Tengo dificultad para integrarme social mente,creo que tengo fobia social, esto me lleva a marginarme, soportar la soledad y bajar algo mi autoestima.
    Lamento, vivo en Gerona y ustedes están en Madrid, pero necesito ayuda y quisiera conformar un grupo con las misma necesidad de compartir que tengo yo, (preferible personas mayores).
    Gracias por atenderme, quedo pendiente de sus sugerencias y ayuda

  • Tengo 62 años de edad, desde que tengo conocimiento he tenido Temor a las
    multitudes, a los espacios cerrados, entrar a cualquier templo religioso, opinar sobre algo, pánico escénico, estar en un parque o una calle por mucho tiempo, temor a que me entrevisten en la calle, miedo a la realidad. Para comprender, esta es la historia de mi vida: Nací en una ciudad grande en un hospital nacional, a la hora de haber nacido murió mi madre biológica, y al día siguiente la enterraron; yo quedé en el hospital mientras me encontraban una familia que se hiciera cargo; ya que la propia familia no quiso hacerlo -según me contó mi abuelo materno 6 años después-; por lo que se hizo cargo mi madre de crianza ana julia ( ya fallecida ) de cargar conmigo, ya que eran amigas con la finada; así fue que mis primeros 3 años los pasé en una casona ubicada en las faldas del volcán de la ciudad donde nací; prácticamente esos 3 años fueron relativamente buenos, mi madre de crianza tuvo que renunciar a su trabajo de enfermera en el hospital nacional para cuidarme. Es así que llegamos a la ciudad a vivir en una casa con 14 gradas y un terreno amplio, casi a las orillas del centro de la ciudad; así me fui dando cuenta que mi mamá y mi papá no lo eran, de 5 años de edad me di cuenta, se encargó de hacerlo una vecina; me causó un gran impacto a mi, mi madre
    de crianza lloraba; pero el mal ya estaba hecho. Aparte de que comprendí a esa edad porque mis tíos y tías, mis propios hermanos, primos y primas, siempre que me veían me decían palabras de odio, hasta me escupían y tiraban piedras, siempre andaba corriendo, y mi madre me decía ni les hagas caso; vale decir que mi padre biológico se quedó con la herencia que mi abuelo me dejó para mi manutención, gastándoselo con las mujeres y fanfarroneando de todo; nunca me quiso, cuando fui a la escuela me orinaba del miedo, y los compañeros me pegaban al igual que mi hermano de crianza; este falleció ahogado cuando tenía 18 años, fue duro para mi madre. Mi padre de crianza era borracho, pero siempre fue responsable con la casa; no era violento y recuerdo que me daba bocados de comida en la boca; a medida iba creciendo una vez, siendo de 8 años de edad, vi como dos hombres se peleaban con machetes hasta que uno de ellos logró encajarle un machetazo al contrincante y lo mató, el asesino se me quedo viendo con aquellos ojos rojos, pensé que me iba a matar, pero se fue corriendo; luego llegó la guardia nacional y alguien dijo que yo había visto, pero como era menor llamaron a mi padre y este me propinó una paliza buena con un lazo mojado y luego pasé hincado sobre maíz todo el día. No pude dormir por una semana completa, por los hechos sucedidos, y un adolescente siempre que me veía me decía que me iban a llevar preso; lógicamente eso me afecto siempre porque desde ese día le tuve gran temor a la policia, y cuando los veía me escondía. Cuando cumplí 13 años decidieron meterme en un seminario salesiano; eso fue lo peor que me pasó, sentirme abandonado con personas desconocidas; ahí vi las cosas más raras, y deje de creer en los curas y su iglesia; me expulsaron porque no encajaba en ese club. Así fue que pasé de colegio en colegio, siempre me expulsaban, era un pésimo estudiante, ninguna chica me hacía caso, y yo que tenía pavor hablarles, ni que digamos de ir a las fiestas; y entonces empecé a ingerir licor y a fumar para estar dentro de la cherada; lo hice por casi 30 años; llegue a tocar fondo, pero me levanté y lo dejé definitivamente. Me gradué de bachiller a pirar penas, y en la universidad no pasé ni una materia, dejando de estudiar; y empecé a trabajar en empleos sin ninguna responsabilidad, tales como, paliar arena y tierra en camiones, abriendo calles para pavimentar, pintando casas, etc. Porque me daba mucho temor llegar a ser jefe o tener un grado de responsabilidad, me temblaba el cuerpo, y sudaba profusamente de los nervios; nunca emití una opinión ni participé en eventos sociales; tuve buenos trabajos con buena remuneración económica; pero sin poder de decisión. Cuando tenia 20 años de edad tome la determinación de suicidarme; tomándome 60 pastillas de valium 10 mg, de sandox con una botella de wiskey JB entera, no logré el objetivo, solo pasé una semana todo dundo, y luego me diagnosticaron delirio de persecución; no dormía, ni podía estar sentado, acostado, o de pie; solo caminando; me bajaba de los buses porque pensaba que me buscaban; esos dos años fue duro para mi, casi ni dormía, me metía a los cines y me quemaba con la brasa del cigarro en mi piel y no sentía, ahora tengo esas cicatrices; no puedo estar en reuniones o entrevistas porque me da pánico; tampoco voy a iglesias, me causan náuseas; ya que tanto curas como pastores evangélicos los vi hacer muchas cosas crueles con niñas y niños; y además creo que Jesús de nazareth no creo ninguna iglesia; no me gusta la religiosidad, además me dan náuseas y asco esa gente, brincando como locos; cuando no es así. Todo en esta vida esta cuadriculado, hasta la más mínima cosa. Siempre me quise quitar este mal, pero nadie me dio solución a ello; fui donde un psiquiatra y este me dijo que le echara ganas, yo le pedía medicamento, pero él insistía que tenía que curarme yo mismo; cuando acudí a el porque me sentía desesperado. Ahora con mi edad siempre siento ganas de suicidarme, pero ahora quisiera tirarme de un puente alto o de un edificio; lucho con eso para que no pase, pero la idea está ahí en mi mente, y todo porque no puedo desarrollarme como una persona normal; opinando, discutiendo, etc. Tengo mucho temor hasta de salir de la casa. Ahora estoy jubilado, y lo hice porque ya no aguantaba trabajar, me estaban mandando a capacitaciones y eso no cuadra conmigo. Siempre me vigilo porque también pienso en causarle daño a las personas que me rodean, de matarlos, y eso no me gusta, lucho internamente mucho. Por eso me viene la idea del suicidio. A pesar que en mi último trabajo (Notificador) deje muchas cosas buenas, me documenté mucho sobre las leyes de mi país, también Doctrina y jurisprudencia, la cual aplique a diferentes ramas de las leyes: penales, civiles, familia, comercio, laboral, violencia intrafamiliar, etc. Y los aplique a los diferentes delitos, dejando muchos formatos para que no les cueste en el juzgado. En dicho lugar dos personas me hicieron la vida imposible, pero eso es lo de menos. Cabe destacar que esos formatos fueron usados en diferentes juzgados del país, y nadie sabe quien los hizo. Solo yo. De eso me siento satisfecho; también de haber cuidado a mi esposa por 4 años y medio, ya que le diagnosticaron cancer IV grado linfoma no hodkin, hasta que falleció, nunca la abandoné, la cuidé, la mimé, la hice reír, y le hice la vida menos miserable en su enfermedad; cuando falleció me sentí satisfecho de haberle servido; ella fue una mujer muy noble y abnegada con sus hijos, nunca se quejó de nada; yo la abrazaba y le decía; te amo mucho amor; y ella me decía yo también; y vos con tu mal. Si pero le eche ganas, con ella anduve en ascensores, en edificios, esperé toda su quimioterapia, la bañaba, le hacía su comida; me sentía útil para ella; y mi fobia ahí estaba pero lograba encasillarla momentáneamente. Espero que si hay cielo ella ahí esté y goze de esa liberación de este cuerpo pesado. Hay más que contar pero no me quiero extender mucho. Ah si hay una cosa que me pasó en mi niñez donde me crié; de 7 años abusaban de mi sexualmente, una mujer de 20 años me desnudaba y me subía encima de
    Ella casi todos los días; cuando mis padres no estaban y me chupaba el pene, lógico se me paraba y ella se abría y me subía, a mi me daba asco eso, pero ella gemía mucho; también mi hermano de crianza me violaba casi todos los días, si no me dejaba me pegaba. Pero eso lo superé, lo de las
    Mujeres si me
    Daban repulsión y asco. Lo otro solo pasó y nada más; como una mascarada fantasmagórica; nunca tuve tendencias homosexuales.

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Rubén Casado Hidalga

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