Terapias y ansiedad

Cómo graduar tu exposición

Son muchas las personas que tienen miedo o fobia a un estímulo, situación o sensación, limitando en algunos casos su vida de manera significativa. La exposición a cualquiera de ellos le produce elevados niveles de ansiedad y malestar difíciles de sobrellevar, utilizando además como mecanismo de afrontamiento, la evitación en la mayoría de los casos. Esta evitación, que resulta aliviadora en un primer momento, a largo plazo lo que conseguimos es que nuestro miedo, malestar y problema en este tipo de situaciones aumente. ¿Cómo podemos graduar la exposición?

La exposición terapeútica

La exposición a los estímulos o situaciones temidas es una de las técnicas más utilizadas en la terapia cognitivo conductual para la superación de los miedos o fobias. Muchas veces las personas sienten temor al escuchar esta técnica, ya que no quieren ningún tipo de contacto con lo temido.

A través de una exposición terapéutica trabajamos en modificar la sensibilidad a los estímulos que le producen angustia o temor, mediante un contacto sistemático y seguro. Se busca que la persona permanezca en esa situación temida, tolerando la angustia o ansiedad que le genera sin que huya o evite, hasta que la ansiedad poco a poco vaya disminuyendo.

Ésta es aplicada dentro de un marco y proceso terapéutico, acordando los pasos con el paciente, a la vez que adquiere estrategias y recursos para que poco a poco pueda ir haciendo frente y gestionando su respuesta de ansiedad. La finalidad es que pueda comprobar que aquello que teme, o las consecuencias que ha anticipado, no llegan a suceder o no tienen un carácter tan catastrófico como creía.

Para que la técnica sea eficaz y sea una garantía de éxito se debe generar un plan de exposición donde:

  • Se describa de forma clara y concisa cuáles son las situaciones problemáticas. Es decir, aquellas situaciones o estímulos que se temen descritos con la mayor claridad y realidad posible.
  • Las exposiciones se realizan de forma controlada y con el apoyo de técnicas cognitivas que permiten gestionar la ansiedad durante la exposición.
  • Las exposiciones se realizan siempre de forma gradual.
  • El contacto o ayuda de un familiar o amigo es posible que sea necesario en las primeras veces de exposición e ir desvaneciendo esta ayuda a medida que se consigue confianza.
  • La duración de las exposiciones será de 15-20min, lo ideal es que se permanezca en ellas hasta la reducción casi total de la ansiedad o, como mínimo, la ansiedad deberá haber bajado a un 50%.

Una vez que hemos explicado qué son y pará que pueden ser útiles el manejo de las exposiciones en un proceso terapéutico, y cuáles son los aspectos necesarios para asegurar su eficacia…

¿Cómo graduar tu exposición?

1. Suele ser recomendable aprender estrategias de afrontamiento de la ansiedad previamente a la exposición, como pueden ser: la modificación de pensamientos ansiógenos, técnicas de respiración, autoinstrucciones, etc. Con esta preparación previa el paciente se siente más seguro para controlar la situación temida y el manejo de su ansiedad.

2. Elegiremos el tipo de exposición: cuatro grandes formas de exposición a utilizar según el nivel de habituación que haya frente al estímulo o situación temida: la inundación (exponernos directamente a aquello que nos da miedo) y la exposición gradual (exponernos poco a poco, de forma progresiva). Además, éstas pueden ser en vivo (exponernos a situaciones temidas en la vida real) o en imaginación (imaginar que nos estamos enfrentando a esas situaciones). Es recomendable hacer las exposiciones de manera progresiva, esto es, la exposición a través de imaginación para después pasar a la exposición gradual en vivo.

3. Elaborar una jerarquía de exposición: donde incluyamos todas las situaciones externas o internas relacionadas con el problema, ordenadas de menor a mayor nivel de ansiedad que nos produzca. Empezando por situaciones que son más fáciles de superar, para luego ir superando situaciones que nos generan más ansiedad.

4. Ajustar expectativas y reforzar: es normal que durante las exposiciones sienta malestar, estamos exponiéndonos a algo que nos provoca miedo, por tanto, estamos ante un proceso que requiere esfuerzo, por lo que el sólo hecho de conseguir hacerlo y enfrentarse a ello tiene que ser admitido y reforzado para conseguir consolidar cada pequeño paso en la habituación de estímulos.

5. Exposición gradual: comenzaríamos a exponer con el primer ítem de la jerarquía, esto es, el que menor ansiedad produzca, manteniéndose en la situación sin evitar o escapar de ella, sin hacer conductas de seguridad, hasta que nos habituemos y la ansiedad se reduzca significativamente. Es decir, hasta que la persona pueda comprobar que aquello horroroso y catastrófico que anticipaba que iba a ocurrir con total seguridad no ocurre y, por tanto, deje de sentir el deseo de escapar, entendiendo que es completamente innecesario, y esa situación deje de generar ansiedad. En este momento, tras diferentes ensayos de autoexposición masiva, podremos exponernos al siguiente ítem en la jerarquía. Y así sucesivamente, hasta alcanzar la última situación ansiógena.

Rosa Benito

View Comments

Share
Published by
Rosa Benito

Recent Posts

Preguntas sobre ansiedad

En nuestras redes sociales, en el podcast La teoría de la mente, en las consultas...…

6 días ago

Racionalización: la justificación de nuestras ansiedades

Los mecanismos de defensa forman parte de nuestra vida cotidiana, aunque no nos percatemos de…

4 semanas ago

Rumiación y cultura: una mirada a la ansiedad repetitiva desde distintas perspectivas

Mientras en occidente se emplea el método socrático para buscar la verdad última de las…

4 semanas ago

Guía fundamental sobre la ansiedad generalizada

La presente guía fundamental sobre la ansiedad generalizada ofrece información general sobre la naturaleza, síntomas,…

2 meses ago

Ansiedad y salud mental en entornos urbanos

Vivimos en un mundo en constante proceso de urbanización, eso implica grandes cuidades, construcción sin…

2 meses ago