Thomas Harris
Tenemos dificultades sobre cómo gestionar la culpa. Es considerada una de las emociones negativas que experimenta el ser humano a lo largo de su vida en numerosas ocasiones. A nadie le gusta experimentar esta emoción ya que nos hace sentirnos mal, pero es necesaria para la correcta adaptación a nuestro entorno. Aclarar que aunque se englobe dentro de las emociones negativas, todas las emociones tienen una función adaptativa, es decir una función positiva.
Esta emoción surge de la creencia o sensación de haber infringido las normas éticas personales o sociales hacia los demás (por lo cual otra persona sale perjudicada) o hacia uno mismo. Podemos encontramos ante una culpa causa-efecto, hicimos algo que pensamos que no debíamos haber hecho, o a la inversa, no hicimos algo que creíamos debía haberse hecho y ahora nos sentimos mal.
Para aprender como gestionar la culpa debemos entender que está consta de tres elementos principales:
El sentimiento de culpa puede desembocar con facilidad en tristeza, vergüenza, autocompasión, provocando un cúmulo de emociones que nos hacen sentirnos mal y que además se retroalimentan entre sí dificultando su identificación y por consiguiente su superación.
En ocasiones, el sentimiento de culpa puede llegar a ser tan fuerte que puede manifestarse de manera notoria a través de las siguientes señales:
La culpa puede ir en dos direcciones:
Lo primero de todo aprender de ella ¿Qué quiere decir esto?, que una función adaptativa de la culpa es el aprendizaje. Es una emoción reguladora y que insta a la reparación y a la evitación de daños futuros. Tenemos que tomarnos nuestro tiempo y reflexionar acerca de lo que ha provocado este sentimiento analizando la situación, esto nos ayudará a entender mejor nuestras vulnerabilidades.
1. El primer paso es ver que es lo que nos está pasando, por qué nos sentimos así, que ha ocurrido para que la culpa se instaure en mis pensamientos y mi conducta. Una vez que lo hemos identificado debemos de ser capaces de valorar de una forma objetiva si realmente hemos cometido un daño por el cual la culpa sea entendible, o es que mi percepción del mismo no es tan real como yo pensaba.
2. Expresa verbalmente, a las personas perjudicadas o implicas (si las hubiese) tu malestar y arrepentimiento asociado al mismo. Hacerles saber cómo te sientes ante lo acontecido es la mejor manera de practicar la comunicación asertiva.
3. Pedir perdón, esto implica reconocer el sentimiento de culpa y poder darle una salida emocional saludable evitando así que el malestar generado por este sentimiento se quede enraizado en nuestro interior. Esto es válido también para la culpa intrínseca, ya que perdonarnos a nosotros mismos y aceptar el error nos encamina a sentirnos mejor.
4. Mostrar nuestra intención de reparar el daño, si éste ha sido un daño objetivo. Las palabras si las acompañamos de una acción en concordancia con las mismas, son el camino correcto hacia el equilibrio emocional.
5. Por último llevar a cabo las acciones reparadoras del daño generado (también hacia uno mismo).
Obviamente, todos cometemos errores de los cuales no estamos particularmente orgullosos pero mirar al pasado constantemente recriminándose por los mismos supone un gasto de energía innecesario que no nos reporta nada positivo. El sentimiento de culpa simplemente nos encierra en un círculo masoquista que se hace cada vez más estrecho. ¡Rompamos con ese círculo! Es importante aprender de las experiencias previas con la finalidad de evitar situaciones que detonen el sentimiento de culpa ya vivida. Por lo cual se deben identificar, de manera previa a la toma de decisiones y acciones, aquellas situaciones que ya hayas experimentado. Una manera de evitar futuras culpas, es el trabajo voluntario o altruista.
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Estupendo artículo. Me ha gustado mucho. Gracias . Y enhorabuena ¡
Una buena clave para nuestras vidas. ¡Y pensar cuánto tiempo hemos pasado pensado que sentirnos culpables no sirve de nada!. Gracias por el post
Gracias, he refrescado nuevamente el concepto y función de la culpabilidad. Se libera tensión
gracias por compartir esta valiosa información, a veces cosas sencillas, evitar un comportamiento, nos agobian demasiado. en otros mmntos debemos caer en la cuenta que es mejor luchar por un mejor presente que dejarnos deprimir por cosas que ya no podemos cambiar. gracias, felicidades, bendiciones a todos