¿Has pensado alguna vez que para empezar a hacer algo, primero tienes que sentirte motivada/o? ¿Cómo aumentar mi motivación? A veces nos proponemos proyectos que se quedan en el tintero porque ni los empezamos, otras nos quedamos a medias, y en ocasiones pasa que ni si quiera nos hemos parado a pensar en lo que nos motiva. Hoy hablamos de uno de los constructos más fundamentales que proporcionan el motor de nuestras conductas: la motivación. Conocerás que existen diferentes tipos de motivaciones para intentar descubrir qué es lo que te mueve a ti y cómo poder aumentar tu motivación. ¿Preparado/a?
La selección natural ha favorecido la existencia de ciertos motivos básicos íntimamente relacionados con la supervivencia (alimentarnos, reproducirnos, escapar y evitar ciertas situaciones o peligros…). Pero el complejo ser humano también ha desarrollado otra serie de motivos secundarios que responden a nuestras necesidades psicológicas para garantizarnos la sensación de integridad y crecimiento individual y colectivo.
Fue Murray en 1938 quien elaboró una lista de 20 necesidades asociadas cada una de ellas a un deseo, una emoción y una tendencia a la acción para intentar explicar lo que impulsa a una persona a hacer lo que hace. Una década después, Maslow en 1954 propuso su pirámide, jerarquizando la satisfacción de necesidades desde las fisiológicas y de seguridad, hasta las de autorrealización, pasando por las de pertenencia y estima.
Aunque en psicología aún no disponemos de una teoría única, ampliamente aceptada, que aporte claridad sobre cómo se estructuran y organizan los motivos humanos, lo cierto es que la motivación juega un papel clave para comprender la conducta humana.
La motivación es el proceso que inicia, guía y mantiene el comportamiento orientado a objetivos. Es el proceso por el que una persona se mueve a la acción, el proceso por el que colocamos la energía para maximizar la satisfacción de nuestras necesidades (o estados de tensión interna causados por las deficiencias que vamos identificando).
En una analogía, lo que hemos aprendido y vivido a lo largo de nuestra vida, nuestras creencias y formas de concebir el mundo, las relaciones con los demás y a nosotros mismos, serían como la gasolina con la que llenamos nuestro depósito interno, mientras que los motivos (las causas o razones que impulsan y dirigen nuestros actos) sería la fuerza con la que presionamos el acelerador para acercarnos a ciertas metas. De tal forma que gasolina y aceleración mantendrán una relación mutua y en constante cambio de intensidad y tipo a lo largo de nuestra vida.
Lo que nos motiva afecta a:
El grado de motivación que desarrollaremos ante ciertas metas dependerá de la importancia que cada uno/a le dé a lo que puede recibir si las consigue; esto determinará la fuerza del para qué hacemos lo que hacemos. Así que convivirán a la vez diferentes intensidades y fuentes de motivación en la misma persona:
Como verás, estas fuentes de motivación no tienen por qué ser excluyentes, a veces podemos hacer deporte buscando satisfacer tanto aspectos internos como externos; al igual que podemos montarnos en el tren para ir a visitar a una gran amiga a otra ciudad, aunque sintamos miedo, porque deseamos verla y además no deseamos que se enfríe el contacto con ella. En cambio, a veces nos encontraremos con fuentes de motivación que sí que nos parezcan excluyentes unas de otras, por ejemplo, puedes pensar que disfrutarías liderando un equipo de personas en tu trabajo, pero evitas hacerlo porque sientes miedo a equivocarte o ser criticado por las decisiones que tomes.
Si te estás proponiendo aumentar tus niveles de motivación y no sabes cómo, la primera de las claves es tener en cuenta lo que acabamos de explicar: te invitamos a que dediques un tiempo a pensar y a identificar cuáles crees que son a día de hoy tus fuentes de motivación extrínsecas e intrínsecas en relación con las tareas que normalmente llevas a cabo. ¿Qué recompensas externas suelo buscar y para qué? ¿De qué maneras me siento realizado/a o que alcanzo cierto nivel de satisfacción conmigo mismo/a?
Otra cuestión que se hace necesaria es identificar qué es lo que nos gusta, qué nos resulta atractivo, con qué disfrutamos o, simplemente, sentimos que hemos vivido un rato entretenidos, como si hubiésemos estado más despiertos. Esta información habla de nosotros y de lo que nos motiva a conseguir placer o sensación de bienestar. De otra parte, será importante que podamos darnos cuenta de lo que normalmente evitamos o solemos rechazar, directa o indirectamente, ya que esto nos aportará información de otro tipo de motor motivacional nuestro; porque quedarnos parados, no hablar, no decidir… no deja de ser una forma de respuesta con consecuencias de otro tipo.
Si te cuesta hacer estas reflexiones porque te resulten cuestiones muy abiertas, quizás te ayude a acotarlas por puntos. Existe una teoría que explica la presencia de cinco sistemas motivacionales que orquestan los actos de cada individuo, cada uno de ellos basado en una necesidad innata reconocible y en un patrón asociado de respuesta:
De tal forma que, quizás te sea más sencillo primero identificar si hay algunos sistemas a los que suelas dedicar más esfuerzos que a otros, si hay alguno más importante que otro para ti; es decir, tratar de investigar qué me motiva. Por ejemplo:
En un segundo paso, pregúntate qué tipo de recompensas externas e internas buscas en cada apartado de necesidades. Encontrar el sentido de ponerse en marcha, primero pasa por indagar en el ¿para qué?
Haciendo estas reflexiones, ¿has podido observar si hay algún sistema de necesidades al que no le prestas demasiada atención? Y algo importante: ¿Qué coste crees que conlleva para ti ese déficit?
Tercer paso: ¿Cómo hacerlo? Aquí es donde las personas exigentes o perfeccionistas pueden caer más fácilmente en la postergación de metas y por tanto, involuntariamente dinamitar su motivación. Para conocer en qué punto estás contigo mismo, pregúntate ¿qué sueles hacer o dejar de hacer para llegar a ellas? ¿Crees que los comportamientos que hasta ahora llevas a cabo contigo, te acercan a cubrir las necesidades que identificaste? Un par de ayudas:
¿Te gustaría tener todo esto más presente y emprender la búsqueda de diferentes maneras para entrenar con tu motivación? Si has contestado afirmativamente, toma nota de una de las cosas más importantes a tener en cuenta con la que empezar a cambiar tus hábitos y así movilizar y fortalecer tu motivación: ¿Cuándo?
En nuestras redes sociales, en el podcast La teoría de la mente, en las consultas...…
Los mecanismos de defensa forman parte de nuestra vida cotidiana, aunque no nos percatemos de…
Mientras en occidente se emplea el método socrático para buscar la verdad última de las…
La presente guía fundamental sobre la ansiedad generalizada ofrece información general sobre la naturaleza, síntomas,…
Vivimos en un mundo en constante proceso de urbanización, eso implica grandes cuidades, construcción sin…