Internet también ha irrumpido con fuerza en el campo de la Psicología, de la mano de los psicólogos en línea. La terapia online es una alternativa eficaz que reporta numerosos beneficios y solventa algunos de los más importantes hándicaps de la terapia presencial.
No cabe duda alguna de que estamos en la era de la información. Somos, cada vez más, seres informatizados. La globalización, la aparición de Internet y el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC) han supuesto una verdadera revolución en el mundo actual, en todos los ámbitos. Y, como no podía ser menos, esta revolución tecnológica también ha llegado al ámbito psicológico.
Cada vez abundan más las intervenciones psicológicas online (videollamadas, realidad virtual, apps para dispositivos móviles, etc). Existe una gran variedad de alternativas. No obstante, esta proliferación tan rápida en ocasiones puede generar dudas o desconfianza hacia la psicoterapia en red. Por este motivo, en la entrada del blog de esta semana nos hemos propuesto intentar responder cada una de las preguntas o dudas más frecuentes en torno a la figura de los psicólogos en línea.
Los psicólogos en línea son, ni más ni menos, psicólogos “conectados” a la red que se han adaptado a las nuevas tecnologías: se sirven y utilizan recursos electrónicos y de Internet para ofrecer sus servicios psicológicos, al igual que lo harían de modo presencial. El único requisito es que exista una interacción entre psicólogo y paciente, que puede llevarse a cabo de diferentes formas.
Por tanto, la única diferencia radica en el modo o formato en ofrecer la terapia, no en el procedimiento, contenido o terapia en sí (que es la misma).
Por supuesto. Las intervenciones psicológicas online pueden ofrecerse a través de diferentes formatos o vías:
La terapia online suple importantes limitaciones de la terapia presencial:
Accesible: permite poder acceder a terapia a cualquier persona desde cualquier lugar del mundo (superación de barreras geográficas y temporales, sobre todo en zonas de difícil acceso o si se trata de personas con dificultades para desplazarse físicamente a la consulta, como en el caso de personas con movilidad reducida, expatriados o pacientes con agorafobia en los momentos iniciales) -siempre y cuando la persona cuente con un dispositivo electrónico y conexión segura y protegida a Internet- y amplía la disponibilidad y flexibilidad horaria. Asimismo, el paciente trabaja a su ritmo.
Anónima: facilita el anonimato, al poder realizar terapia desde el hogar del propio paciente, y la intimidad a la hora de poder sentirse más cómodo para expresar aspectos íntimos y personales con libertad.
Más económica: como el paciente puede realizar terapia con su psicólogo en línea desde su propia casa, reduce o evita las listas de espera y permite un importante ahorro de los costes de desplazamiento.
No obstante, también presentan inconvenientes, como las mayores tasas de abandono de la terapia, que en términos generales suelen ser menores en terapia presencial, la importancia mayor (más aún si cabe) de establecer una buena y adecuada alianza terapéutica o la dificultad de acceso a personas con baja familiaridad con las tecnologías.
Desde el surgimiento de la terapia aplicada a Internet o e-Health en el año 2000 (y su consolidación), numerosos psicólogos e investigadores han abierto importantes líneas de investigación para evaluar y comprobar la eficacia de la terapia online (generalmente en comparación con la terapia presencial o tradicional).
Los resultados obtenidos por diferentes grupos de investigación a nivel mundial (Barak, Andersson, Ritterband y colaboradores, miembros de la International Society for Research on Internet Interventions, entre otros) sustentan la misma idea general: en términos generales, la terapia online es eficaz, como la terapia presencial (o face-to-face) siempre y cuando se comparen la misma modalidad o formato de intervención en ambas condiciones (presencial y online), por lo que se puede utilizar como complemento a la terapia tradicional.
La terapia online se puede aplicar prácticamente a cualquier problema psicológico, pero esto no quiere decir que en todos los problemas sea igual de eficaz. En términos generales, se ha demostrado eficaz en casos de ansiedad, estrés y depresión, mientras que no se recomienda su uso, por contra, ante problemas psicológicos graves (como esquizofrenia, por ejemplo) y ante riesgo, ideación o tentativa suicida, condiciones en las que se recomienda asistir a terapia presencial.
En definitiva, los psicólogos en línea son psicólogos que utilizan el soporte electrónico e Internet para ofrecer servicios psicológicos. Se ha comprobado científicamente que, en términos generales, esta modalidad online es eficaz como la terapia presencial, a la par que permite solucionar algunas limitaciones de la terapia tradicional como, por ejemplo, las barreras geográficas, temporales y económicas. La elección de una modalidad u otra (o complementar ambas) dependerá, por tanto, de los intereses individuales de cada uno.
..Y tú, ¿te animas a conocer a un psicólogo en línea?
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