En la mitología griega Procusto o Procrustes, literalmente “estirador” fue hijo de Poseidón, encargado de regentar una posada en la región histórica de Ática. ¿En qué consiste el mito de Procusto?

Procusto se caracterizaba por un comportamiento amable, complaciente y afectuoso hacia todos los viajeros que llegaban a hospedarse, sin imaginar éstos lo que vendría después.

Una vez alojados, Procusto les ofrecía descanso en su lecho de hierro y mientras estos dormían, los amordazaba y los ataba en las cuatro esquinas de la cama para comprobar si sus medidas se ajustaban a las esquinas.
Si el viajero poseía una estatura mayor que la cama, le cortaba las extremidades (pies, brazos o cabeza) para conseguir que tuviera exactamente las mismas medidas que la cama, si por el contrario los viajeros eran más pequeños que las medidas del lecho, los torturaba estirándoles las piernas a martillazos hasta conseguir que tuvieran las medidas exactas.

Finalmente, Procusto murió a manos del héroe Teseo quien invirtió las reglas del juego, tumbándole en su lecho, amordazándole y atándolo, mientras lo torturaba para que sus medidas encajaran en la cama, acabando con su vida tras cortar sus extremidades. Matar a Procusto fue la última aventura de Teseo en su viaje desde Trecén hasta Atenas.

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El síndrome de Procusto

Procusto se ha convertido en un sinónimo de intolerancia a la diferencia, que ha sido y es utilizado, sobretodo, en el ámbito laboral para definir cuando alguien quiere que todo se ajuste a lo que dice o piensa.

Este síndrome se utiliza para referirse a aquellos individuos que al principio muestran su mejor cara, actitud y comportamiento, pero que luego pretenden someter y controlar a las demás personas bajo sus órdenes y pensamientos para alcanzar sus intereses y fines de igual modo que Procusto mataba a sus víctimas para ajustarlas al tamaño de su cama.

También, el Síndrome de Procusto es utilizado para hacer referencia a la incapacidad para validar las ideas de los otros, sobre todo si estas denotan más conocimiento que los nuestros y nuestro puesto es superior, también el miedo a ser superados por una persona con un puesto laboral inferior.

Características del Síndrome de Procusto

1-Intolerancia a las diferencias: El sujeto pretende que las personas se ajusten a como él o ella siente o piensa, coartando las ideas o iniciativa de los demás.

2-Miedo: Si alguien tiene éxito lo consideran como una amenaza al que hay que conseguir menguar para que no sobresalga.

3-Malestar emocional: La persona muestra malestar emocional cuando otras personas tienen razón y ellos no.

4-Inseguridad: Se sienten inseguros ante las personas que les va bien, por lo que se vuelve una misión el que el otro deje de tener éxito.

5-Complejos: Existe un nuevo objetivo en la persona, que consiste en intentar limitar las capacidades, creatividad e iniciativas de los otros para que no queden en evidencia sus propias limitaciones.

6-Complicidad: Suelen buscar la complicidad de otros, para que entre todos puedan boicotear a aquella persona que destaca más que ellos.

¿Cómo se trabaja éste síndrome?

El objetivo es conseguir que las personas consigan adquirir cierto grado de flexibilidad, (entendiéndolo cómo una mejor actitud al cambio) y una mejor autoestima. La flexibilidad aportaría mayor capacidad autocrítica que permitiría por ende aceptar sugerencias y alternativas por parte de los demás, cuestionarse las cosas y no conformarse con un solo punto de vista.

Por otro lado, una mejor autoestima, permitirá entender que la valía de uno mismo no depende de que los otros sean inferiores y que así la persona no necesite “alimentarse” a través del fracaso de los otros.

Una persona flexible es una persona que no solamente se adapta a los cambios, sino que los promueve.

No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer. El problema no es tener directivos y/o subordinados que sepan más que nosotros, el problema es no saber gestionar ese talento.

Steve Jobs

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