¿Que es la pirámide de Maslow?

La pirámide de Maslow viene a responder porque a veces nos sentimos perdidos sin saber qué objetivos o necesidades abordar, o, simplemente, no tenemos claro cuál es el paso siguiente al que nos deseamos encaminar. Hoy os presentamos una interesante teoría acerca de la naturaleza humana y nuestras necesidades.

El creador de la pirámide de Maslow  se llamaba Abraham Maslow, un psiquiatra y psicólogo estadounidense, hoy en día considerado entre los autores en el ámbito de la psicología más importantes del siglo pasado. Maslow es el fundador de una de las grandes corrientes denominada humanismo, cuya concepción del ser humano se fundamenta en filosofías como la de Sócrates, la fenomanología o el existencialismo. Dentro de la psicología humanista hay diversas teorías y autores pero, en común, se hace énfasis con que la naturaleza humana es algo único y, de forma muy resumida, postula:

  • Cada persona es un ser humano global que debe ser considerado como un todo en el que figuran y convergen: sentimientos, pensamientos, conductas, acciones.
  • Aunque somos en un contexto interpersonal en el que nos desarrollamos con los otros, es importante tener en cuenta la individualidad de cada ser humano dentro de esas relaciones sociales.
  • Cada uno es autónomo en la dirección de su desarrollo: libre y capaz de tomar sus propias decisiones, así como de asumir sus responsabilidades.
  • Lo que nos hace únicos y diferencia de los otros es la búsqueda de sentido de nuestra experiencia vital, en definitiva, la búsqueda de autorrealización.

En definitiva, esta corriente psicológica apuesta por la idea de que las personas tenemos un deseo innato para autorrealizarnos, para ser lo que queramos ser, y que contamos con la capacidad para perseguir nuestros objetivos si nos encontramos en un ambiente propicio.

“En cierto modo, cada persona es su propio proyecto”

La pirámide de Maslow se forma porque su autor estaba preocupado en aprender sobre qué hace a la gente más feliz y lo que se puede hacer para mejorar el desarrollo personal y la autorrealización; así que apostando por la libertad de decisión, la búsqueda de sentido, la experiencia inmediata y la personalidad como un proceso en desarrollo, Maslow crea una de sus teorías más conocidas a la que llamó la Pirámide de las necesidades o Jerarquía de las necesidades humanas.

Fue un teórico que dedicó años al estudio de las motivaciones humanas, planteándose que nuestras acciones nacen de la motivación dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, y observando el efecto que producía su consecución en las personas. Finalmente a través de sus experiencias afirmó que tenemos diversos tipos de necesidades, tanto físicas como psíquicas, y que pueden ser ordenadas según la importancia que tienen para nuestro bienestar.

Los diferentes objetivos que se persiguen en cada momento, dependen de qué meta se han conseguido y cuáles quedan por cumplir, siendo la motivación la clave del avance.

“La satisfacción de una necesidad crea otra”

Estableció una jerarquía común al ser humano, representada visualmente con una pirámide de Maslow que presenta las necesidades por conjuntos, concretamente la pirámide consta de cinco niveles. Las necesidades prioritarias se sitúan en la base, y a medida que las vamos satisfaciendo desarrollaremos interés por abordar las de niveles superiores que representan necesidades y deseos más complejos.

Consideras todas las necesidades instintivas, pero hace una distinción entre los cuatro primeros niveles a los que denominó necesidades “deficitarias” y la cúspide de la pirámide que corresponde a necesidades de “desarrollo del ser”. La diferencia básica es que las necesidades “deficitarias” se refieren a experimentar un déficit en algún ámbito y si no logramos cubrirlas podemos desarrollar sentimientos displacenteros, mientras que las necesidades de “desarrollo del ser” no tiene que ver con una carencia sino con el deseo de crecer como persona, de ser lo que podemos llegar a ser.

Dicha esta diferencia, veamos los cinco niveles de necesidades:

1. En la base de la pirámide  de Maslow se encuentran las «necesidades fisiológicas», que incluyen las necesidades de orden biológico vitales para nuestra supervivencia como son: la necesidad de respirar, de alimentación (comer y beber), de descanso y sueño, la eliminación (orinar, defecar, sudar, etc.), de sexo y refugio. En general, se trata de funciones relacionadas con el mantenimiento instintivo de las funciones corporales que hacen posible la vida. Maslow las nombró también como básicas, ya que si no se cubren el resto de los niveles se consideran por la persona como necesidades secundarias a las que atender.

“Nunca desearíamos componer música o crear sistemas matemáticos, o decorar nuestras casas, o ir bien vestidos, si nuestro estómago estuviese vacío a todas horas, o si continuamente nos estuviéramos muriendo de sed”

2. El nivel inmediatamente superior es el de las «necesidades de seguridad y protección», las orientadas a la seguridad, la protección, el orden, y la estabilidad personal; aquí se englobaría nuestra la seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos, familiar, de salud, etc. Estos dos primeros escalones son importantes para la supervivencia de la persona, así que una vez que tenemos satisfecha nuestra nutrición, cobijo y seguridad vital, pasa a cobrar importancia el tercer nivel.

“Podemos orientarnos hacia la defensa, la seguridad o el miedo. Pero, en el lado opuesto, está la opción de crecimiento. Elegir el crecimiento en lugar del miedo doce veces al día, significa avanzar doce veces al día hacia la autorrealización”

3. El tercer nivel es el de «necesidad de pertenencia» o «necesidad de afiliación». La idea es que cuando la persona ha cuidado de sí misma físicamente, está lista para compartirse a sí misma con otros. Es la búsqueda de superar los sentimientos de soledad, traducible a hechos como el desear formar parte de un grupo o comunidad, de sentirse amado, casarse o tener descendencia entre muchos otros.

“La habilidad de estar en el momento presente es un componente principal de la salud mental”

4. Cuando nos sentimos cómodos con lo que hemos conseguido tendemos a centrar nuestra motivación en alcanzar el cuarto nivel, el de «necesidad de reconocimiento», que incluye dos tipos de necesidades de reconocimiento distintas: por un lado están las inferiores, que consiste en la necesidad de respeto, reputación, logros y éxito particular dentro de la sociedad, y por otro lado las superiores que se centran en el reconocimiento a la propia persona o autoestima, sensación de competencia y libertad. Este nivel engloba esas cosas de nosotros mismos que vemos reflejadas en el modo en el que los demás nos tratan.

“Tememos a nuestras máximas posibilidades. Por lo general nos asusta llegar a ser aquello que vislumbramos en nuestros mejores momentos, en las condiciones más perfectas y de mayor coraje”

5. La cima de la pirámide de Maslow es la «necesidad de autorrealización», y se descubre cuando se alcanza un estado de entendimiento de los niveles anteriores; para ello, tengamos en cuenta una de las claves que comparte Maslow acerca de dos elementos que definen la experiencia humana: La forma en la que las necesidades esenciales son satisfechas es tan importante como las necesidades en sí mismas.

En este nivel impera la creatividad, las acciones son espontáneas, la moralidad es esencial, los prejuicios no existen y se aceptan los hechos. Aquí́ los problemas pueden ser resueltos sin coacciones y la realidad, pese a sus dificultades, se contempla con positividad y ganas de vivir.

Maslow encontró en sus estudios rasgos de personalidad similares en todas las personas que consideraba que habían alcanzado este último nivel:

  • Todos estaban “centrados en la realidad”, capaces de diferenciar lo verdadero o genuino de lo engañoso.
  • Estaban “centrados en los problemas”, trataban de entender las dificultades de la vida no como algo que no debería pasar, sino como problemas que requerían solución.
  • Tendían a enfocar sus problemas más allá de sus mismos intereses, desde un entendimiento más holístico.
  • Se sentían cómodos cuando estaban solos.
  • Eran creativos.
  • La cantidad de relaciones personales era discreta y se caracterizaban por ser relaciones cercanas; apostaban por la no superficialidad.
  • No estaban demasiado aferrados a las convenciones sociales.

Esta forma de hacer frente a la vida y sus diversos acontecimientos es característico de personas que trabajan en su autorrealización.

Alcanzar cierta armonía con los niveles anteriores nos permite ir más allá de la rutina de la satisfacción de lo que anteriormente expresamos como «necesidades deficitarias», consiguiendo vivenciar lo que en la pirámide de  Maslow denominó «experiencias cumbre». La persona que se oriente hacia «la vivencia del ser» hará que experimente momentos de profundo amor, entendimiento, durante los que la persona se sentirá más completa, viva, autosuficiente, e incluso como la propia continuación del mundo, más consciente de la verdad, la armonía y la bondad, para con ella misma y con su entorno.

“¿Para qué es la vida? La vida es para ti”
Abraham Maslow

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