Romper con los roles heredados de nuestra familia es tarea ardua pero no imposible. Se requiere una gran dosis de consciencia y buena autoestima para poder actuar diferente y recibir las criticas sin derrumbarse ni dejar de sentirse perteneciente al grupo.

Sentir que eres parte de la familia, aunque sea por lo negativo, genera alguna tranquilidad y seguridad, que es al final lo que todos buscamos.

A partir de una cierta edad es bueno poder hacer una lista de todo lo que has heredado de tu madre y tu padre y subdividirlo en dos categorías: Lo que te gusta y lo que No te gusta. A parte hacer nuestra la lista de lo que somos ahora y de lo que nos gustaría ser.

Con las listas delante mirar que es lo que no te gusta de ti que es heredado de ellos y tacharlo. Después de tachado lo que no te gusta, ¿cuáles de las cosas que te gustan de ti son heredadas de tu padre y tu madre? ¿Cuáles son las cosas nuevas que te gustaría introducir?

Es importante conservar la pertenencia a la familia y seguro que algo de bueno puedes rescatar, con que rescates una tendría que valer. Y si no consigues rescatar ninguna, eso ya sería otro proceso…

A veces heredamos cosas de ellos que ya no son tan buenas y no tiene sentido mantenerlas en nuestra vida. Nos conviene conseguir desprendernos de ellas para poder introducir cosas nuevas que nos sean más útiles a nuestro bien estar del día a día.

Tener consciencia es fundamental porque muchas veces repetimos cosas aprendidas de la familia que no queremos porque nos sale automático y solo la consciencia nos va a salvar de la repetición sin razón.

 

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