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¿Quieres unos consejos para hablar en público?

Nuestra experiencia con los numerosos pacientes que han acudido a AMADAG para solucionar sus temores a hablar en público nos ha llevado a enfocar el tratamiento con un claro objetivo, sembrar una semilla que haga comprender que lo más influyente a la hora de enfrentarnos a nuestro miedo es la actitud que tomamos frente a él. Siendo fieles a nuestra manera de enfocar esta problemática aquí os dejamos una serie de consejos para hablar en público, consideramos son realmente parte de la clave para poder enfrentarnos a esta situación temida de la manera más eficaz y funcional posible:

1. Tolerar las sensaciones que experimentamos:

Uno de los principales consejos para hablar en público Debemos tener presente que toda orden que nos intentemos imponer provocará una contraorden corporal/fisiológica no deseada. Por lo que intentar luchar contra cualquier síntoma será la clave para empezar a experimentarlo con mayor intensidad aún. Es importante recordar que luchar por no sentir nada nos impedirá conectar adecuadamente con la situación. Hablamos de la idea de aceptar en vez de rechazar.

2. Perder el miedo a perder:

Resulta atractiva la idea de que si puedo empezar a perder, entonces podré empezar a ganar. Observamos que según las expectativas que pongamos en el evento, según lo que creemos que nos estamos jugando, obraremos de una u otra forma después. Es decir, que si creemos que tenemos mucho que perder, nos pondremos más nerviosos y nos bloquearemos más que si creemos que la auditoría va a ser más amable con nosotros, es conocedora de nuestro problema, o no nos va a juzgar a nuestro parecer, sería entonces cuando no tendríamos tanto miedo a perder y no nos jugaríamos tanto, por lo que seguro estaríamos más tranquilos desarrollando nuestra exposición.

3. Conocer el recorrido de la ansiedad:

Existe una explicación gráfica de lo que fisiológicamente le ocurre a nuestro cuerpo en una situación de ansiedad elevada, y esto siempre será así. Esta curva se ve influida por dos sistemas nerviosos: primeramente el simpático que nos prepara para la acción y nos activa y el parasimpático el cual se encarga de la producción y el restablecimiento de la energía corporal. Uno de los más importantes consejos para hablar en público:  La curva de ansiedad no subirá nunca hasta el infinito, siempre habrá unos primeros 10 minutos en los que nos encontremos muy nerviosos, pero eso fisiológicamente bajará, regulando nuestro sistema. Experimentar y comprobar que hay tope, reduce el tiempo de angustia considerablemente y aumenta la percepción de autoeficacia.

4. Concedernos permisos:

Una de las cosas que más nos aterran es el hecho de perder el hilo del discurso sin barajar las inmensas posibilidades que tenemos de reacción, en primer lugar deberé aceptar que he perdido el hilo y que esto no tiene nada de catastrófico. Si se me olvidó por donde iba, puedo comentarlo y parar para volver a encontrarlo o pasar a la siguiente idea, dando tiempo a nuestra memoria para recuperar la información, sin que ello me parezca un acto por el que perderé la credibilidad del público. Es interesante observar que en ocasiones tenemos la percepción de que toda nuestra felicidad depende de que lo consigamos hacer bien, lo que provoca que de repente nos veamos inmersos en una situación claustrofóbica, en la que no podemos perder o fallar por nada del mundo. Nos creamos un mundo tan rígido en el que, si no cumplimos con nuestras propias expectativas, tendemos a pensar que ya no podremos aspirar a ningún grado de felicidad.

5. Dar cabida a nuestra imaginación y a nuestra capacidad de recordar datos o ideas:

Fruto de nuestro temor a hablar frente a los demás y a equivocarnos, tendemos a llevar toda la exposición escrita en papel y basar nuestra actuación en la ayuda que creamos que nos puede proporcionar; pero entonces, estamos dejando poca cabida a nuestra imaginación y a nuestra capacidad de recordar datos o ideas, puesto que cedemos toda la memoria que necesitamos al guión que llevamos en la mano. De esta forma, lo que conseguimos es que si en algún momento del discurso nos perdemos, la única posible salida que barajamos es mirar al papel y buscar la palabra adecuada que nos dé pie a continuar. Una alternativa interesante es la de llevar un guión muy breve, en el que consten 4 o 5 ideas claves , que nos ayuden a llevar clara la estructura central del discurso, puesto que debemos tener en cuenta que las personas a las que va dirigido son desconocedoras de lo que queremos decir.

¨A menudo, entre los bastidores de la perfección está sentada la temblorosa misera¨

Hablamos de aprender de la experiencia, de ver qué pasa y que nos pasa y así tomar contacto con nuestro componente fóbico. Quedarnos en silencio si así sucede, dejarnos estar en blanco si nos quedamos en blanco y observarnos ¿Qué es lo que sucede tras traspasar este umbral? Quizá descubramos muchas más cosas interesantes de las que imaginábamos, quizá hablar ante un público deje de ser una tarea tan ardua pues habré encontrado mi posición frente al miedo. Esperamos que estos consejos para hablar en público, os hayan resultado útiles.

 

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